Nota: VUELVAN A LEER LA PRIMERA PARTE EN ESTE MISMO LIBRO PARA NO ANDAR PERDIDOS/AS
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
«¿Acaso disfruta que le haga daño? Pareciera que sí. ¿No crees que es un poco tonta?»
Una cita que encubrir, un mentira que inventar para un paradero del que ni yo sabía mínimamente algo; una excusa a una salida a la cual nunca llegó. Una montaña de farsas a las que estaba acostumbrada.
Nunca estuve cómoda siendo una especie de «cómplice secreto» de toda la desfachatez que destilaba.
¿Quién podría sentirse a gusto escuchando a alguien humillar directa o indirectamente a otra persona? Probablemente existía esa clase de ser humano. Estaba claro que yo no pertenecía a esa categoría, sin embargo, mis reacciones eran tan mínimas cuando veía o escuchaba algo, que inevitablemente me convertía en parte de...
Eso ya no importaba. No importaba cuánto me lamentara. Estaba hecho y tenía que aceptar ese desagrado que sentía hacia mí misma.
«¿Sabes cómo quitar labial de la ropa? Si Jennie lo ve será mi fin. No quiero perderla».
¿Realmente importaba? ¿Por qué actuaba como si le importara? A veces sí, a veces no.
Me confundía enormemente.
Mi compasión a veces nublaba mi razón. Sus ojos arrepentidos y esa manera de hablar de Jennie: con una devoción inimaginable en una persona que ejercía de forma tan ruin... Me confundían, y en esa confusión, también se convencía; se redimía, mejor dicho.
De pronto todo dejaba de ser tan malo. Y yo volvía a mi rutina, con las manos llenas de tinta fresca, los cortes del papel en mis dedos, el olor a café coloreando mi despacho, el sonido de los platos y tazas al chocar las unas con las otras. Volvía a la rutina de ignorar algo que pensaba no tenía nada que ver conmigo.
«Tal como lo dices..., parece que siempre fuiste amable conmigo por lástima, Roseanne».
«¿Lástima? —Sentí esa palabra como una horrible puñalada en medio del pecho—. Siempre fui amable contigo, como lo soy con cualquiera, pero tú... siempre has sido especial, Jennie», pensé estando delante de ella.
Tendría que habérselo dicho, tendría que haberlo gritado, pero ya había hablado demasiado.
Todo lo que pude decir fue un sinfín de excusas, para no corresponderle.
¿Podría hacerlo después de no haberle evitado aunque sea un poco de sufrimiento?
Las marcas en su cuello me atormentaban. Si tan solo hubiera dejado de interpretar el papel de la «amiga comprensiva», Jennie no tendría que haber buscado refugio en esa suite de hotel, y estar obligada a salir de su propio hogar para que no la volvieran a agredir.
—No merezco tu afecto —dije.
Los ojos de Jennie se afilaron, irreconocibles para mí. Nunca me había mirado de esa manera. Me hizo sentir terriblemente expuesta y vulnerable.
Abandoné la habitación, después de entregarle la ropa limpia que había comprado para ella, y mencionar un frío «cuídate, espero te sientas mejor», que fue contestado con otra mirada, un poco menos hostil y un poco más triste.
ESTÁS LEYENDO
~ El libro de Rosé ~ (CHAENNIE/CHAESOO/ROZY-SUSÉ)
Fanfiction~ Acompáñame en esta fantasía de emparejar a Roseanne Park con otras mujeres~ Parejas en este libro: - Rosé x Jennie [Chaennie] - Rosé x Suzy Bae [Suse/Rozy] - Rosé x Jisoo [Chaesoo] .-.-.-.-.-.-.-.-. ADEV...