II. My eyes only look at you [Rozy/Suse]

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«Una cita: tú y mi Rosie. ¿Entendido?»

«Si dices que no: ¡OH, QUE GRAN MENTIROSA SERÍAS BAE SUZY!»

«Si dices que sí: bienvenida a la familia, cuñada».

«P.D: Nos vemos en las sesiones fotográficas, compañera. Atte. Kim Jisoo».


¿Cómo era posible que esa tramposa mujer haya logrado que actuara tan precipitadamente? Ella siempre era tan cuidadosa con las respuestas, pero en ese momento todo lo implícito de aquellos mensajes la habían hecho caer sin mayor resistencia.

Jisoo siempre era demasiado directa incluso si a propósito no quería serlo.

Ahora ella esperaba pacientemente a que Park Chaeyoung apareciera en aquella cita organizada por la compañera de ambas, aunque más que una compañera para Chaeyoung, Jisoo era como una hermana mayor, sobreprotectora, casi como un guardaespaldas realmente agresivo —en versión pequeña—, que sabía cómo hacer que Suzy se sintiera intimidada.

Había aprendido a manejar adecuadamente las actitudes de aquella pelinegra... o eso creía. Claramente todavía no era así. Esos mensajes simplemente la habían desarmado y cuando ya se había dado cuenta de su error, era demasiado tarde.

Kim Jisoo, su compañera ocasional de trabajo para cierta marca de moda, la había hecho caer de lleno solo con tres palabras: Rosie, mentirosa y cuñada.

—¿Esperaste mucho? —Tenía a Chaeyoung delante de ella, mirándola preocupada —. Perdón... Hola, ¿cómo estás? —dijo rápidamente sentándose en la silla de enfrente.

Suzy miró su reloj de pulsera. Realmente Chaeyoung no había llegado tarde, sino unos diez minutos antes, y ella había llegado hace unos 30 minutos: sabía que si no salía de su casa en cuanto pudiese no lo haría nunca.

Por un momento se había estado arrepintiendo de lo que había decidido, y estaba dispuesta a tomar el riesgo de ser odiada por Chaeyoung y sus compañeras, sobre todo por aquella pelinegra que podía hacer de sus días un suplicio, sin embargo, ahí estaba cautivada por la sonrisa tímida de Chaeyoung y su mirada llena de cariño.

—Estás hermosa —dijo Suzy en un susurro, sin quererlo decir realmente, pues ese pensamiento debía quedar dando vueltas por su mente y no salir tan abruptamente de sus labios.

—Tú lo estás, como siempre, realmente... —respondió Chaeyoung en un susurro tímido, que logró hacer que ambas se quedaran calladas.

Suzy no dejaba de mover sus pies por debajo de la mesa. Esperaba que la joven no notara también como movía sus manos y la postura rígida que delataba su nerviosismo. 

Tener a Chaeyoung delante de ella, mirándola con ese cariño tan sutil, pero profundo; su sonrisa cerrada y alargada, lograba que súbitamente todas las palabras que quería dedicarle se  quedaran atoradas.


—Me gustas mucho, Roseanne. Ya no puedo seguir fingiendo que solo quiero ser tu amiga.

Había practicado repetidas veces frente al espejo, asemejando la rutina que solía realizar cuando practicaba sus guiones. ¿Por qué era tan complicado solo dejarlo salir?


—Suji... ¿Sucede algo? Haz estado muy callada —dijo Chaeyoung haciendo la observación hacia una Suzy que solo había abierto la boca para pedir su comida.

La castaña solo asintió torpemente, llevándose un trozo de carne a la boca ante la atenta y persistente mirada de Chaeyoung sobre ella. Suzy esperaba que sus mejillas sonrojadas pasaran desapercibidas, que su comportamiento un poco ausente no molestara a la joven y que le tuviera la paciencia necesaria hasta que por fin pudiera entablar una conversación casual como siempre lo había hecho con ella.

~ El libro de Rosé ~ (CHAENNIE/CHAESOO/ROZY-SUSÉ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora