II. Easy Words [Chaesoo]

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«Lo siento, tuve que salir urgente».

El teléfono móvil vibró varias veces. Roseanne escuchó los mensajes, uno tras otro sin ánimos de abrir y ver lo que ya había leído en la pantalla.

Le gustaban los miércoles. Era uno de los pocos días de su semana, a excepción del domingo, donde ella y Jisoo compartían algo de intimidad.

Ese día su horario laboral se limitaba a unas cuantas horas de la mañana y a solo otras dos en la tarde, por lo que aprovechaba para quedarse en la cama con su esposa, llenarla de besos y ocasionalmente ir un poco más allá.

«Rosie, ¿necesitas que compre el almuerzo?».

Abrió la aplicación y leyó sin contestar. No es que quisiera ignorar a su mujer, aunque sí, lo hacía. Estaba molesta.

Esa mañana esperaba levantarse y toquetear un poco las lindas curvas de Jisoo y que después esta le preparara esos panqueques que tanto le gustaban, pero simplemente no se pudo.

«Olvida lo del almuerzo. Debo ir a SoftPorn a cobrar un cheque».

—¡¿SOFTPORN?!

Su grito se escuchó por toda la calle. Los transeúntes la miraban como si fuera una loca. Ocultó sus mejillas calientes detrás de su bufanda. Decidió ir temprano a la compañía. De todos modos, no tenía nada interesante que hace sola en la cama.

—¿Me vende una copia de esa revista por favor? —preguntó con cierta timidez, sin hacer contacto visual, con el dependiente del pequeño puestos de periódicos de la esquina.

El hombre la miró de forma burlona y algo insinuante. La mujer hizo una mueca de desagrado y pagó su copia de SoftPorn casi tirando el dinero.

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—¡Jefa! ¿Qué hace aquí tan temprano?

Esa pregunta se repitió, varias veces, mientras se abría paso por los pasillos hasta la sección de producción audiovisual en donde era la encargada.

Se metió a una oficina vacía. Necesitaba leer esa maldita revista.


Sus pechos erectos se deslizaban por el tubo, en un vaivén vertical, exagerado y errático. Ambas se miraban seduciéndose mutuamente, cada una desde la posición en que se encontraban: la pelirroja que miraba desde el VIP cercano y exclusivo al escenario, mientras la pelinegra arriba de este, exponiendo su torso desnudo y sudoroso.

Terminado su presentación, y con una gran suma de dinero entre sus pantalones, la muchacha se dirigió hacia su camerino privado. Ni siquiera había tenido la necesidad de desnudarse por completo. Aquella pelirroja había sido lo suficientemente generosa, para evitarle el tener que exhibir otras partes de su cuerpo.

¿Crees que ese dinero es gratis?

Aquella mujer la esperaba en el pasillo. La miraba como quien mira a un objeto, un objeto valioso, pero un objeto, al fin y al cabo.

Lo gané bailando —dijo haciendo a un lado a aquella desconocida. Sabía que la venía acechando hace algunas semanas. Era la primera vez que se acercaba tanto.

Ese dinero... —La pelirroja se acercó hasta quedar a centímetros de ella — ... es un adelanto para el baile privado que me tendrás que dar ahora. —Su sonrisa tan cínica sacó de lugar a la pelinegra.

~ El libro de Rosé ~ (CHAENNIE/CHAESOO/ROZY-SUSÉ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora