Mi ángel

capitulo 8~

(Noah)

*mhhh mhhh mhhh*

Tarareaba su recuerdo con mis sombríos suspiros, rendido, a pequeñas voces mientras las lágrimas recorrían mi mejilla al igual que la sangre en el anillo
-S.SEÑOR- se escuchó correr a un hombre

Mire rápidamente y me calmé, era uno de los que ayudaban a Franco, no parecía muy herido.

-Se encuentra bien?- habló preocupado
-Si- hablé en un suspiro y limpie mis mejillas
-Y.y mi señor?-
-Adentro...- miré hacia el comedor sombrío

Caminó rápidamente y calló a el suelo, lo escuché preocupado lagrimear y venir hacia mí.

-Dígame que no hay más por favor-
-No *mhgh*- comencé a quitar el cuchillo de mi pierna
-Quiere que lo ayude?-
-No es necesario- hablé serio y lo quité sin más, se agachó y me apoyé en su hombro para poder levantarme -Cómo es tu nombre?-
-Gabriel señor-
-Cuántos años tienes?-
-16...-
-Ah?- lo miré confundido
-16 señor, jamás me enviaron a matar, fui y soy el más pequeño de todos. Sé enfermería por mi padre y ya- se lo escuchaba melancólico -Jamás maté a nadie y ahora, ahora me siento un monstruo- sus ojos se volvieron cristalinos
-Ey, pequeño- Me paré recto hasta donde pude y lo miré de la misma forma en que lo hacía mi padre -No eres un monstruo, no lo eres- hablé firme con las palabras que mi padre jamás diría
-S.señor- vi sus labios temblar despacio
-No lo eres, vámonos-
-Mhm- asintió

Comenzamos a caminar hacia la entrada de la mansión y cuerpos ensangrentados y destruidos aparecían por doquier. Paredes rojas, mesas rotas, floreros por el piso y vidrios rotos sobre el suelo. Era una masacre.

-Señor, quedamos unos pocos, la mayoría heridos. El avión es algo pequeño, pero lo podemos curar y sacar de Fontainebleau, nos permite ayudarlo?-
-Esta bien...-

--------------------------------------------

(Alan)

*Toc* *toc* *toc*

-Si? *snif*-
-Alan ¿estás bien?- la voz de Sofía preocupada se oyó desde el otro lado
-¡SI! y.ya salgo-
-Mhh, está bien, me voy a buscar algo, cuando salgas sube al último piso, tercera habitación a la derecha-
-Ok!-

Suspiré, me levanté del suelo y lavé mi rostro, miré el espejo y vi el dolor plasmarse en mi piel como nunca. Efectivamente no fue buena idea venir, literalmente me despedí de Éctor, como si nada, como si habláramos de que el cielo es celeste y la noche es oscura, cuando en realidad hablábamos de que se iba a morir en cualquier segundo o momento de hoy, de mañana o de la semana...

Paré de pensar y me calmé, abrí la puerta y tapando mi agonía a sonrisas salí del baño.Mire a mi derecha y comencé a caminar, de repente recordé, la habitación era de Noah , mierda, ¿ahora dónde me metía para no agonizar en mi dolor?
Subí las escaleras a pasos miedosos y decidido caminé hacia la habitación, de la nada, se abrió la puerta, se abrió y mi garganta se cerró. Quedé mirando pasmado aquella habitación.

La manija volvió a subir y nadie salía de aquel lugar, di un paso lento con mi cabeza aturdiéndome mil pensamientos y un pequeño, gordito y peludo animalito salió de aquel lugar. Era Bichito, aquél gatito con una mancha violeta salió y me miró. Lentamente me acerqué, me agaché y dejé que sintiera el aroma de mi mano, se restregó contra ésta y se dejó acariciar. Cada centímetro de mi piel se mezclaba con el pobre pelaje del animalito.

-Oh,Bichito volvió a entrar- dijo Sofía suspirando detrás mío -Suele entrar a la habitación, no sé qué encuentra aquí, a veces viene cuando hace algo mal, casi siempre se sube a esquineros y rompe las botellas de vino o de jugo, lo baño y viene corriendo hacia aquí, suele dormir encima del piano o sobre los libros del escritorio. Se estira solito y abre la puerta sin mucho esfuerzo- rió -Entra Alan- me sonrió dulcemente