Fate/Night in the Paraná ravines.

Capítulo 1: 7 Magos y un Grial

Archer, obedeciendo a su Master, alzó su arco y comenzó a recitar un canto antiguo: "Eju che rógape, che rohenói, che ha'e tekove sy, naturaleza sy, eju che rógape ha ehesape ko pyhare iñypytũva, Avá Anguy!!!" En ese momento, el cielo se abrió y una gran luna llena apareció en lo alto, bañando todo el campo de batalla con su resplandor plateado.

Aprovechando la energía de la luna, Archer tocó el arco contra su superficie, y los rayos de luz se unieron, formando una poderosa flecha. El brillo de la flecha era deslumbrante, emanando una energía sublime y abrumadora.

El arquero apuntó su flecha hacia Saber y Caster, que se encontraban en medio de un diálogo tenso. El destino de la batalla pendía de un hilo.

Dos semanas atrás...

"Así que esta será mi nueva ubicación. Seguramente los magos de este país ya se han enterado de que poseo el Santo Grial." Un hombre observa la capilla, gira y mira la plaza en donde está ubicada, pensando mientras entra en la capilla.

"¿Padre Marcos Corté?" Un hombre vestido de policía ve entrar a un cura con sotana negra y le estrecha la mano.

"Sí, soy yo. ¿Usted debe ser el guardia de la capilla?" Marcos devuelve el saludo.

"Sí, me llamo Sandro De Fabio." El hombre se sienta en una banca y mira la marca en la mano del padre, luego se levanta de repente. "Lo voy a ayudar con sus pertenencias."

"No se preocupe, mi sirviente las traerá enseguida." Marcos toma a Sandro de la espalda.

"Okey, entonces voy a hacer un recorrido antes de irme." Sandro se retira del lugar por una puerta lateral.

"Rider, puedes manifestarte, necesito darte una misión." Marcos observa cómo se aleja y llama a su Servant. Una luz se manifiesta en los escalones del altar, revelando a Rider, un hombre de contextura atlética, pelo corto y mecanizado en su brazo izquierdo, sentado en el escalón del altar.

"Hace 5 minutos que llegamos y ya quieres empezar." Rider esboza una sonrisa.

"Sí, y tú eres la mejor opción para entregar estas invitaciones a los magos de la ciudad, ya que eres el único que la conoce." Marcos se sienta en la banca, revisa un portafolio y saca un documento y 7 cartas.

Rider toma los sobres y los guarda en su traje, colocándose una capa. "Bien, me encargaré de entregárselas a tus invitados."

"Eso será interesante. 7 magos con el sueño de llegar a la Raíz, luchando para obtenerla. Han pasado tantos años intentando hacer una copia de esas notas, y esos magos finalmente lo lograron. Que estén en la gloria de Dios." Marcos entra a su oficina y toma un cajón, sacando un cofre con el Santo Grial. "Este Grial, hecho a partir de la madera del Árbol Kalpavriksha, traerá interesantes batallas." Guarda el Grial en su lugar y sale de la habitación.

Esa misma noche, el padre realiza una cena con los magos.

"Bienvenidos, espero que disfruten de la velada." Marcos, con sus mejores ropas, trae la comida y comenta alegremente.

"Basta de formalidades, ¿Cuál es su motivo para reunir a los magos más importantes de San Pedro?" Mateo, un joven de altura mediana, golpea la mesa con sus manos.

"Bueno, no es muy común que en una misma ciudad vivan tantos magos, y los invité para hacerles una propuesta." Marcos hace señas para que se calme.

"¿Qué tipo de propuesta? ¿Nos va a hacer miembros de la santa iglesia, a nosotros, los herejes?" Ernesto, un hombre canoso, toma una copa y pregunta.

"Realizar la Guerra por el Santo Grial." Marcos sirviendo vino.

"La famosa guerra en la que 7 magos invocan a 7 espíritus heroicos para matarse entre sí. Es interesante, ¿y tú quieres realizarla aquí?" Mateo, ahora relajado e interesado en la reunión.

"Sí, pero con el verdadero Grial." Marcos ofrece vino a sus invitados. Sale de la sala y unos minutos después regresa con un cajón. "Como pueden ver, tengo en mi mano el Santo Grial."

"Sera un honor para el mago más importante de la familia González participar por el Grial." Mateo sonríe fanfarronamente.

"Creo que acá todos estamos interesados, ¿no es así?" Ernesto toca el hombro de Mateo.

"Sí, es el objeto más preciado de la hechicería." Al mismo tiempo, los demás invitados responden.

"En mi lugar va a participar mi nieta Lucía Thiam. ¿No creen que haya problemas de que una joven de 15 años participe?" Adolfo Thiam, un hombre de avanzada edad, se levanta con ayuda de su bastón.

"De mi parte no, pero será una lástima que mandes a tu nieta a su muerte." Mateo sonríe orgulloso.

"No te preocupes, acabo de encargar el catalizador perfecto para ella, así no teme por su vida." Adolfo se sienta sin mostrar expresión alguna.

"Señorita Townsend, ¿usted está interesada en el Grial?" Marcos abre un cajón, saca un cofre y de él un cáliz dorado con 9 gemas: 1 roja y 8 negras. Mira al final de la mesa, donde se encuentra la maga más joven, con cara de duda.

"Bueno, como maga, sí me interesa, pero creo que no es algo del agrado de mi familia. Aun así, participaré." La joven de ojos avellanas y cabellos dorados responde.

"Bueno, aclaro que la señorita Townsend es mía, ¿entendieron?" Mateo se levanta, camina hasta María y le acaricia la cara. Se acerca a su oído y en voz baja le dice: "Voy a aprovechar esta guerra para vengarme por haberme rechazado hace 6 años. ¿Qué tal si pasas la noche conmigo hoy? Podría olvidarme de mi venganza."

"Dejemos los conflictos para la guerra, ahora toquen el cáliz y dejen caer una gota de su sangre. Así recibirán sus hechizos de comando, y no se preocupen, en una futura guerra sus descendientes heredarán los hechizos." Marcos toma a todos de la espalda con una sonrisa falsa.

Los 7 magos se hacen un corte en el dedo y dejan caer una gota de sangre en el cáliz. De repente, las 8 gemas se vuelven rojas y aparece una marca en sus manos. Marcos comenta mientras guarda el cáliz: "Esos son sus hechizos de comando. Si los gastan o mueren, las gemas se volverán negras, lo que significará que sus descendientes ya no son candidatos para luchar por el Grial."

Una vez terminada la reunión, los magos se retiran. La joven Townsend cruza la calle y va a su trabajo en un restaurante.

"¿Y ahora qué vas a hacer?" Rider se manifiesta una vez terminada la cena.

"Voy a ser un simple espectador de esta primera guerra en Argentina." Marcos observa cómo María trabaja en el restaurante.

"¿Vas a enviar familiares?" Rider se sirve una copa de vino y se sienta en el sillón al final del salón.

"Es más que obvio. Así podré ver cuáles son los Servants convocados por estos magos. Pero vamos a tener que ayudar a uno de ellos." Marcos gira y va a su portafolio, saca un collar y lo coloca en un sobre, dejándolo sobre la mesa. Luego agarra algunos papeles, los convierte en aves de papel y las lanza. Estas aves se vuelven reales y se ocultan en la oscuridad de la noche.

... CONTINUARÁ...