Fate/Night in the Paraná ravines.

Cap. 15: Assassin desata su Fantasma Noble: La aparición de La Mazorca

Archer observó con atención cómo desde las sombras emergía otro personaje, un médico con apariencia siniestra. El médico instó a Assassin a enviar a los soldados más fuertes, utilizando a los más débiles como sacrificio para restaurar su cuerpo. En respuesta, Assassin soltó un grito desgarrador y diez soldados aparecieron, de los cuales seis se lanzaron al ataque, mientras que los otros cuatro se sacrificaron en un ritual oscuro para intentar devolverle a Assassin su apariencia humana.

El campo de batalla se convirtió en un escenario caótico mientras los soldados se enfrentaban a Archer, desplegando habilidades y fuerzas extraordinarias. Los golpes y las ráfagas de magia llenaron el aire, creando una danza mortal entre los guerreros.

Archer esquivaba hábilmente los ataques de los soldados mientras respondía con flechas certeras y rápidas, desplegando su destreza como arquera divina. Cada movimiento era calculado y preciso, aprovechando al máximo su poder y experiencia.

A pesar de la tenacidad de los soldados, Archer demostraba una superioridad evidente, causando bajas en las filas enemigas con cada disparo. Sin embargo, la presencia amenazante de Assassin seguía siendo una preocupación constante, ya que su poder era formidable y parecía renovarse a medida que los sacrificios se llevaban a cabo.

La batalla se volvió cada vez más intensa, con el sonido de los golpes y las explosiones resonando en el campo de batalla. Archer se mantuvo firme, concentrada en su objetivo de derrotar a Assassin y poner fin a la guerra.

En medio del caos, Lucia observaba desde la distancia, preocupada por su sirviente y el resultado de la batalla. Sabía que Archer era una guerrera valiente y poderosa, pero también entendía la gravedad de la situación y la peligrosidad de su enemigo. 

Archer continuaba enfrentando a los soldados de Assassin con habilidad y valentía, sin embargo, un giro inesperado ocurría en el campo de batalla. El doctor finalizó exitosamente la restauración del rostro de Assassin, permitiéndole hablar nuevamente. Assassin, ahora capaz de articular palabras, hizo una petición directa al general presente, Ana.

"General, la belleza de Assassin ha sido restaurada. Ahora podrás elogiarme como siempre lo has hecho", declaró con determinación. Sus ojos brillantes se posaron en Archer, y con voz firme expresó su voluntad. "Assassin debe vencerte, Mujer Arquera, para que la General pueda llenar de elogios a la hermosa Assassin".

La declaración de Assassin resonó en el campo de batalla, creando una pausa momentánea en la batalla. Archer, sorprendida por las palabras desafiantes de su enemigo, se mantuvo en guardia, evaluando la situación. Sabía que debía derrotar a Assassin para poner fin a la guerra y proteger a su Master, Lucia.

Lucia observaba con asombro y preocupación cómo se desarrollaba esta extraña dinámica. La influencia de Assassin sobre Ana, el general, era evidente, y la situación se volvía aún más compleja. 

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En la oscura y silenciosa iglesia, los soldados espectrales de Assassin se movían con determinación. Cuatro de ellos emergieron de las sombras, con la misión de encontrar un objeto en particular: el cáliz. Mientras avanzaban, mantuvieron una conversación en susurros.

Soldado A: "Vamos rápido, debemos encontrar el cáliz".

Soldado B: "No entiendo por qué el Doctor está dando las órdenes".

Soldado femenino: "El Doctor está a cargo porque Assassin ha sufrido graves daños y no se encuentra en condiciones de liderarnos. Además, la general está desmayada".

Soldado C: "¡Encontré el cáliz!"

Soldado A: "Volvamos rápidamente con Assassin".

Los soldados espectrales se apresuraron, llevando consigo el cáliz que habían encontrado. El objeto era de gran importancia para su líder, Assassin, y debían entregarlo sin demora.