Capítulo 19

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Daniel también rio y se acercó nuevamente a ella. –Ya enserio, felicidades Betty- dijo y después la abrazó. –Me alegra mucho que ya tengas tu propio espacio, que tengas tu hogar. Y haberte acompañado-

-Gracias, Dany-

Se quedaron un minuto más abrazados. No eran más que amigos, pero cuando se abrazaban y estaban juntos, sentían que lo eran todo. A Daniel le encantaba envolver con su brazos el pequeño cuerpo de Beatriz y aspirar su delicioso aroma al tenerla tan cerca. Y a Betty le encantaba sentirse envuelta en los brazos de Daniel, acomodar su cabeza en su pecho y respirar su rica loción.

Se separaron y se sonrieron dulcemente. Se quedaron callados por algunos segundos cuando Betty decidió romper con esa guerra de miradas que estaban teniendo en silencio, para caminar unos pasos y recorrer su departamento con la mirada.

-Wow, tengo que comprar muchas cosas-

-Sí, Betty. Pero poco a poco lo irás haciendo. Por lo pronto deberías de comprar lo más esencial y más importante-

-Sí, claro. Mañana mismo compraré todo lo que sea más necesario. De hecho... me gustaría que me ayudaras, claro, si tú quieres- dijo con pena, pero después la vergüenza aumentó y decidió retractarse. –O, sabes que, mejor no. Que pena contigo, Daniel. Que indiscreción de mi parte pedirte algo así, lo siento, no quise...-

Daniel la interrumpió poniendo su dedo índice sobre sus labios para callarla. –Me encantaría ayudarte, Beatriz-

Valencia apartó su dedo de los labios de Betty y ella sonrió. –Bueno, es que... creo que tú tienes mejor gusto que yo- rio

Daniel también reía. –Bueno, sí. Seguramente sí, mi querida Beatriz. Entonces mañana mismo nos ponemos en eso, ¿bueno?-

-Me parece perfecto, muchas gracias-

-Ya te dije Betty, que no hay nada de que agradecer. Lo hago con el mayor de los gustos-

Betty sonríe apenada. – ¿Podría pedirte otro favor?-

-Por supuesto-

-¿Podrías llevarme por mi carro, por favor? Es que ya se está haciendo de noche y quiero pasar por mi casa, por la casa de mis papás- dijo corrigiéndose –por mis cosas. Esta mañana no saqué nada de ahí. Y pues, podría pasar la noche allá y ya mañana me mudo para acá-

-Bueno, esta bien. Pero podría llevarte a casa de tus padres, ayudarte con tus cosas, traerlas acá si quieres, y después ya ir por tu auto. ¿Te parece?-

-Sí, me parece. Gracias-

-Vamos, entonces- salieron del edificio y se montaron al coche de Daniel.

-Espero que mi papá no siga tan molesto- dijo Betty nerviosa mientras Daniel estacionaba su auto frente a la casa de sus padres.

-¿Quieres que me baje contigo?-

-¡No! No, no... lo siento, pero no es necesario. Si mi papá me ve contigo o con cualquier otro hombre, me mata, y de paso te mata a ti. Así que mejor espérame aquí, por favor. No tardo-

-Okay, tranquila. Yo espero aquí-

-Ahora vengo- dijo bajado del auto

Tocó la puerta, nerviosa, y esperó a que la abrieran.

-¡Mi niña! Que bueno que llegó, pensé que no volvería-

Betty la abrazó. –Mamá, vengo por mis cosas-

-¿Cómo así que por sus cosas, Bettica?-

-Ya compré un departamento, mamá. Es divino- dijo con emoción pues aunque las circunstancias de conseguirlo lo más rápido posible por sus diferencias con su padre, le hacía mucha ilusión su nuevo hogar.

♥ Siempre fuiste tú ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora