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La chica volteó a donde aquel son de voz. Encontrándose con una mujer de edad bastante avanzada.
Parecía la típica sabia de la isla.

Vaya que era sabia.

-¿Por qué no? Es un lugar turístico... -Respondió de lo más relajada intentado que aquella no averiguara su plan.

Pero por dios, ¿a quién quería engañar?.

Aquella se le acercó con especial cuidado, mirándola a detalle, su mirada, su cabello, su silueta, su rostro.

Su mano fue hasta su mejilla.

-Pequeña, eres tú. - Le sonrió.

Sí, claro que era ella. ¿Ser quién, a propósito?.

-Sí, soy yo. - Musitó.

-Hoy no deberías de estar aquí..
Tus intenciones te llevarán a tu purgatorio. -Advirtió. - Eres una mujer buena, hazle caso a aquel llamado que sientes, pero no arrastres segundas ni terceras personas contigo. Esto es algo entre tú y él, nadie más.

¿Era algo entre quién y quién?.

-Disculpe, creo que se está equivocando de mujer.

T/n en ningún momento había mencionado nada del porqué de su presencia en la tan aclamada isla, ¿Es qué acaso aquella era bruja o algo así?.

-No t/n, a ti te espera. Sé con quien hablo, con una mujer que tiene historia, bastante. Lástima que tenga que ser así. - La miró con algo de tristeza. No era así como esperaba recibirla.

-Pues, no creo en aquella leyenda, si es de lo que sea que me hable. -Fue arrogante.

-El destino de tus amigos depende de ti, Sacalos de aquí.. -Esta vez, la voz de aquella anciana sonaba un poco desesperada y demandante. - Estás destinada a liberar al hombre con más pasado, más secretos y más misterioso de todos; Gallagher. -

-¿Qué? -

Y mucho más allá de su petición, nadie de aquellos iba a salir de aquí.

Literalmente.

𝐁𝐚𝐧𝐝𝐞𝐫𝐚 𝐍𝐞𝐠𝐫𝐚 (𝓐𝓲𝓭𝓪𝓷 𝓖𝓪𝓵𝓵𝓪𝓰𝓱𝓮𝓻) [#1] [✔︎]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora