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Con tranquilidad y como si conociese el lugar a la perfección, fue al baño que estaba en el segundo piso y se lavó la cara, todo esto era una locura.

Sus pensamientos estaban nublados por aquel hombre tan perfecto a sus ojos. La sensación de cuando se había perdido en su mirar le recorrió el cuerpo, dibujando una sonrisa en su rostro.

Estaba loca por haberse enamorado de alguien que apenas y conocía. Alguien que podía matarla en un segundo.

-Que maleducado de mi parte, Soy Aidan Gallagher... - Habló aquel masculino detrás de ella. Con un semblante relajado.

De verdad estaba ella aquí, y esta vez, se aseguraría de hacer las cosas bien.

La chica levantó la mirada y dio media vuelta encontrándose con aquel hombre con quien sentía una conexión y necesidad enorme.

El deseo de dejarse caer entre sus brazos y sentir sus labios en los suyos nació de pronto, y más valía que pudiera controlar sus impulsos.

Sus miradas volvieron a ser una.
Ella perdió su mirada en la de él, Una mirada única, El verde de sus ojos era tan puro, brillante y resplandeciente como las mismas perlas, hermoso.
Él pudo volver a perderse en aquel mirar intenso, uno que había extrañado. Y que sólo ahí, guardaba su completa cordura.

-¿Por qué no sólo te sacias con mi sangre y me matas de una vez?. -Habló la joven, nuevamente con esa voz tranquila. Que en vez de escucharse retante, parecía una petición.

𝐁𝐚𝐧𝐝𝐞𝐫𝐚 𝐍𝐞𝐠𝐫𝐚 (𝓐𝓲𝓭𝓪𝓷 𝓖𝓪𝓵𝓵𝓪𝓰𝓱𝓮𝓻) [#1] [✔︎]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora