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-¿Tenías que mencionar a tu ex?. -Gimió algo irritada, separando su tacto del cabello de aquel.

Susodicho que volvía a su posición anterior, volviendo dominante.

Aquel sonrió, fue lo primero que se le ocurrió.

-Ya pasó. -Se volvió a acercar a ella con lentitud, besándole los labios. -Tu sangre es deliciosa y exquisita. -Confesó susurrando en medio de aquel pequeño beso.

-¿Para qué la mordida?.

-Para que el embarazo no choque entre razas.

-Y si, ¿No puedo engendrar o si no puedes...? ¿Ya sabes?. - No sabía más que su nombre y algo así como su maldición y estaba por entregarse a él.

No tenía incomodidad alguna, se sentía segura entre sus brazos.

Sentía una conexión única y lo suficientemente fuerte como para confiarle su vida, este momento y su futuro.

-Oh mujer, estoy seguro que eres completamente fértil y yo completamente eficaz. - Sonrió, sintiendo los labios de la chica sobre los suyos nuevamente.

Ambos comenzaban a volverse adictos a sus besos.

El castaño sentía la piel de la joven arder y el lugar calentarse, se necesitaban, ella lo sabía y él también.
Se desnudó frente a ella lo más rápido que pudo.

La mirada de t/n no sabía dónde detenerse, joder era perfecto, era para ella.

Ahora lo sabía.

-Puedes tocar. -Susurró seguro, su voz ahora era ronca, más gruesa que hace cinco minutos.

Las manos de la chica pasearon por aquel escultural cuerpo, la calentaba..

Detuvo sus caricias y retiró su ropa interior, ahora ambos estaban desnudos y completamente listos para el otro.

𝐁𝐚𝐧𝐝𝐞𝐫𝐚 𝐍𝐞𝐠𝐫𝐚 (𝓐𝓲𝓭𝓪𝓷 𝓖𝓪𝓵𝓵𝓪𝓰𝓱𝓮𝓻) [#1] [✔︎]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora