Randy Cunningham El Regreso Del Ninja

Capitulo 5

Capitulo 5

Viejos Conocidos

Un nuevo día en la Universidad Empezaba y Randy y Howard lo estaban sintiendo

Los primeros días en una escuela pueden ser algo intensos y emocionantes, diferenciándose de entre todos los demás días de un año escolar. Reencuentros, nuevos amigos, nuevo grupo de clase...

"¡¿Cuánto faltan para las vacaciones?!" Howard gruñó.

Pero cuando ya comienzas a sentirte cansado y empiezas a extrañar los perezosos y calurosos días de verano, sabes que el orden natural de las cosas a vuelto a equilibrarse.

"¡Apenas es la primera semana de escuela, Howard!" Respondió Randy.

Caminando por los pasillos, al igual que millones de veces anteriores. Curiosamente, pareciera que aquellos estrechos espacios rodeados por casilleros fueran como lugares encantados... ya que parecían evocar inconscientemente en los estudiantes el deseo de tener conversaciones interesantes...

"¿A dónde vamos?" Preguntó Howard, malhumorado. "Estoy taaaaan "cansado" que incluso mi cerebro no puede recordar nuestra primera clase del día de hoy"

"No puedo creer que lo olvidaras. ¡Es hora de la clase de gimnasia!"

Pareciera que, en ese momento, el insufrible "cansancio" de Howard se desvaneció en el aire instantáneamente. ¿Clase de Gimnasia?, ¡Ni loco!

Randy rodó los ojos.

"Oye...Deberíamos hacer un plan para evadirnos de la clase y...."

"¡Ni lo sueñes!, ¡No será como en la secundaria.."

Randy enumeraba los infinitos y razonables motivos por los que no deberían evadirse una hora de clase.

Curiosamente, pareciera que aquellos estrechos espacios rodeados por casilleros fueran como lugares encantados...ya que además de inspirar conversaciones, pensamientos o incluso monólogos, también podían unir los destinos de los jóvenes estudiantes entre ellos mismos, ocasionándoles las más impensables aventuras que un adolescente podría desear...

Aventuras como escapar de monstruos-estudiantes, robots, magia oscura brotada de las profundidades...

O en algunos casos, incluso ellos mismos, jóvenes en busca de emoción, podrían ser a veces sus propios monstruos sin ninguna clase de influencia mágica...

Y por eso iremos a clase de gimnasia, Howard. Vamos a ir... ¡Y nada podrá detenernos - OUCH!" Un golpe duro en la nariz. Randy cayó al suelo, sentado, sin poder evitar que sus ojos se humedecieran. Aunque en realidad él no sentía un dolor verdadero, un leve golpe en la nariz era suficiente como para hacer derramar lágrimas de los ojos a cualquier ser humano.

Pero, ¿Con qué se había golpeado Randy? Según él, hace unos segundos el camino estaba totalmente libre de obstáculos.

"¡Oye, ten más cuidado!" Howard gritó. Una puerta se había abierto de golpe. En un impulso de furia infantil, Howard decidió empujar con todas sus fuerzas la puerta para cerrarla, acción que terminaría golpeando a quien sea que haya abierto la puerta en primer lugar. "¡Ahí tienes tu merecido!"

"¡AGH!" Se oyó un jadeo femenino, seguido de un aparatoso ruido de libros cayendo y papeles esparciéndose por todo el suelo.

En el otro lado de la puerta, se encontraba aquella ATERRADORA muchacha con la que nadie, absolutamente NADIE nunca  en toda la secundaria Norrisville se atrevió a tocarle ni un pelo: Debbie Kang.