A blanco y rojo [+18]

capitulo 2: ¿Pesadillas?

Meghan Killigan:

Todo pasa en cámara lenta, de un momento a otro muevo mi brazo y sacó el vidrio de su corazón, el cuerpo cae mientras su sangre empieza a escurrir, desde hace rato empezó a llover, me quedo viendo como está ahí sin moverse... Sin respirar. Cuando un rayo impacta y me despierta de esa oscura fascinación que estaba sintiendo. Lo siguiente que sucede es un montón de sonidos e imágenes borrosas, entre ellas sirenas policiales junto a sus singulares luces rojas y azules. Empiezo a oír golpes, acompañando de mi nombre siendo repetido una y otra vez....Volteo a ver hacia abajo y veo sangre deslizarse por mis piernas, de mi garganta sale un grito profundo...

Y es ahí cuando despierto sudada y con mi respiración irregular como si hubiera corrido un maratón, paso mis manos varias veces por mi cara para asegurarme que de verdad me encuentro aquí.

Aquí... En una cama con sábanas de seda negra, una cama que nos es mía. Una cama en la cual me siento totalmente... Yo.

Aún puedo escuchar una voz llamando mi nombre... Una voz invitándome a la oscuridad, trato de concentrarme para no perder el centro pero de un momento a otro se abre la puerta.

No volteo a ver. Sé que después de anoche debe estar arrepentido aún me acuerdo de sus palabras hacia sus hermanos que fueron en un susurro cuando me creía dormida.

"no creo que todo esto sea correcto ella es tan vulnerable, la podíamos romper."

Pero como vas a romper algo que ya lo está.

Se acerca tan rápido que no sé en qué momento lo tengo frente a mí agarrando mis hombros y buscando mis ojos. Los cuales le rehúye porque sé que si lo veo, es verdad que no me podré controlar.

-Meghan... Meghan.- hay un nos momentos donde me suelta se baja de la cama y veo que camina hacia la puerta. Donde me permito ver su espalda, solo lleva unos joggers por lo que aprecio sus músculos tensarse, observó sus tríceps resaltar cuando toma la manija de la puerta, logrando que me relaje al saber que no tengo que preocuparme por...

Me equivoco. Cuando en vez de salir, le pone seguro y se da la vuelta. Esta vez no pude despegar mis ojos de los suyos.

Provocándome otra crisis, o al menos yo las llamo así. Es tan solo un segundo donde siento que pierdo control sobre mi cuerpo y sobre mi mente, siento mi sangre cosquillar en mis venas y mi corazón pasa de estar calmado a acelerado, siento como algo muy al fondo de mí me pide liberación.

Ellos provocan que mi parte más salvaje y descontrolada salga a la luz pero que al mismo tiempo no exceda ciertos límites.

Él se acerca lentamente como si estuviera palpando el terreno de que si y que no puede hacer, veo algo en su ojos que en el poco tiempo que he podido apreciarlos, nunca había mostrado. Duda.

Por lo que dejé de sostener la sabana y la dejó caer mostrando mis senos, logrando que avance más hacia mí pero no lo suficiente.

Me pongo sobre mis rodillas mientras él se acerca cada vez más hasta el punto que tengo que volver a ver hacia arriba.

Agarra mi barbilla para que suba la cara lo más que pueda de modo que no tenga agacharse tanto. Acerca su rostro al mío, quedo do tan cerca de mis labios, mientras nuestras miradas juegan a ver quién tiene el mando.

Y hay algo en la forma que me ve, que me hace volver a mí, centrarme, ordenar mis pensamientos y ocultar aquellos que nunca deberían haber estado.

Me suelto de su agarre, y lo más rápido que logró me paro de la cama en dirección al closet. El que me señalaron la noche anterior.

"esto es un pequeño adelanto, de todo lo que tendrías a nuestro lado"