Quisiera tener algo contigo (Cancelado)

2. Arrepentimiento

Al ser Kagami una persona tan silenciosa, la noche pasada decidí llevarla a tomar un helado con André antes de volver a casa.

Era un buen aura. Mientras más minutos pasábamos juntas menos silencios incómodos se creaban. Hasta que aprendimos a disfrutar cada una nuestros helados en silencio.

Al pensar en una mañana de sábado, cualquiera pensaría en un tranquilizante momento para uno mismo. Pero si tranquilizante sería vestirse en menos de cinco minutos, ya retrasados, dudo que tengamos el mismo concepto.

Terminé de colocarme una falda larga, junto con una camiseta algo más pegada a mi cuerpo para salir corriendo por la puerta de la panadería. Llevando mi bicicleta a un lado. No sin antes tomar el quiche que preparó mi padre y acomodarlo lo mejor posible en el canasto.

Me subí a la bici sosteniendo fuertemente mi sombrero de la tapa para evitar que saliera volando con el viento, mientras mis pesadas botas me acompañaban en el pedaleo.

Me bajé de la bicicleta en el momento que toqué el pavimento. Varios metros más adelante pude observar a mis amigos esperándome fuera de los Campos de Marte.

Mis amigas me saludaron agitando sus manos sobre sus cabezas, mientras los chicos sólo se reían de mí.

Los miré confundida, hasta que Alya señaló con su dedo su cabeza, haciendo que ponga atención en la mía.

Palpé mi cabello, hasta darme cuenta de que no traía mi sombrero. Miré hacia los costados en pánico, hasta que sentí como algo me jalaba de la falda.

Bajé mi cabeza y ahí estaba un pequeño niño extendiéndome mi preciada prenda extraviada.

—Se le acaba de caer esto, señorita— me informó con mucho respeto el infante sosteniendo mi sombrero con las dos manos.

Lo tomé alegre y le sacudí la cabeza al pequeño. Seguido de un «muchas gracias, jovencito», volví a colocarme mi querido accesorio en la cabeza para poder cubrirme de los insoportables rayos de Sol que pegaban en mi cráneo.

Por fin pude acercarme a mi grupo de amigos. Todos traían ropa suelta y objetos para taparse del Sol, Max se rebuscó bastante. Creando un parasol controlado por su mejor amigo robot, Markov.

Vinimos la clase entera exceptuando a Chloe, Sabrina, Lila y Adrien; también se nos sumaron Mark y Luka. Hoy habría ensayo de Kitty Section; por lo que antes de ir a este, decidimos llenar nuestros estómagos con un picnic.

—La última, como siempre— destacó Alya divertida desde el lado derecho de Nino.

—Te ayudo con eso, Marinette— dijo Kim acercándose hacia mí, quitando mi comida del canasto para entregármela y tomando mi bicicleta para dirigirla hacia un portal adecuado para dejarla.

—Gracias Kim.

—¡No olvides sacar la llave del candado tonto!— lo provocó Alix cruzándose por frente a él a toda velocidad con sus patines puestos.

Kim comenzó a seguirle la pelea con el ego algo herido.

De pronto siento como alguien me toma del brazo haciendo que me volteara. Ahí estaba Alya señalando con su cabeza hacia un punto más adelante.

Mi cuerpo gira completamente hacia el lugar señalado. Y pude observar como Kagami se bajaba del auto de Adrien junto a él.

Adrien, sin dudarlo un segundo, caminó velozmente hasta llegar a Nino. El cual le chocó los cinco.

—¿Cómo es que están aquí?— le preguntó el de lentes.

Adrien se rasca la nuca mirando hacia el cielo para comenzar a balbucear. —Ah, pue-