Chat se puso de pie a un lado de Marinette y procedió a intentarla levantar de su lugar.
—¿Qué haces?— pregunta la superheroína con los ojos entrecerrados.
—No sé con quién vivas, pero no sería buena idea que llegaras a tu hogar llena de sangre— destacó el superhéroe poniéndose en cuclillas frente a ella.
—Ese no es tu problema Chat— le reprochó Marinette con las pocas fuerzas que le quedaban.
—Por favor, Bug. Sólo déjame llevarte a algún lugar donde puedas lavarte a ti y a tus cosas— le suplicó Chat tomando sus manos entre las de él.
Apartando la vista, Ladybug se detuvo a pensarlo un momento. Su cuerpo adolorido y su mente exhausta sólo querían derrumbarse sobre los brazos de aquel gato negro, sólo querían un descanso.
La chica bicho intenta amagar a levantarse, pero apenas prueba hacer alguna fuerza un dolor punzante aparece en su cintura llevando su mano a presionar la herida recién suturada causando aún más sufrimiento.
—No te muevas, seré gentil, lo prometo— tras decir eso, Chat tomó a Marinette entre sus brazos intentando ser lo más delicado posible. Esta, como era de esperarse, reprimió su dolor tratando de evitar que su compañero se preocupe de más.
Para evitar demasiados movimiento saltando por los edificios, Chat decidió aproximarse al Le Grand Paris el cual era el hotel más cercano que recordaba. Después de al menos una cuadra Chat llegó a un balcón de las lujosas habitaciones del hotel, él dejó a la pelinegra reposando sobre una de las sillas bajo el sereno de la madrugada. Después de calcular el número de la habitación, según los recuerdos de las veces que había paseado por los pasillos con su amiga de la infancia, Chloe, bajándose del balcón con su bastón se dirigió a la entrada del hotel.
Llegando a la recepción, divisó al chico que estaba atendiendo durante la noche. Este tenía una expresión de cansancio mientras revisaba su celular aburrido. Chat se acercó al mostrador sacándole al joven un pequeño susto, que lo hizo dejar su celular a un costado y pararse erguido para recibir al superhéroe.
—Buenas tard- noches... señor Chat Noir. Lamento informarle que las reservaciones y los Check-in son después de las 10:00 a.m.
—Lo siento este...— Chat leyó el nombre de la persona que lo atendía en el pin que atravesaba el chalequín del muchacho —Monseuir Charles— pronunció con seguridad —No quisiera causarle problemas, puedo dar mi número público de contacto y pagar el doble por la habitación; sería la 304 específicamente. Sólo la necesito por unas horas, es algo urgente— El gato antropomórfico se estaba desesperando rápidamente. Había dejado al amor de su vida recostado en el balcón de un tercer piso, congelándose de frío durante la madrugada mientras estaba bañada en la propia sangre de su herida recién hecha y sin cicatrizar.
—Déjeme hacer una llamada— respondió el recepcionista para tomar el teléfono que se escondía por debajo del mostrador. Tras unos «entendido» y «por supuesto», Charles termina por colgar el teléfono con sus manos algo temblorosas —Disculpe, señor Chat Noir, de inmediato le entregaré la llave de su habitación. 304, ¿Cierto?
Chat asintió nervioso mientras comenzaba a golpetear sus dedos en el mostrador observando todo a su alrededor. En cuanto Charles apenas extendió la tarjeta, el gato superhéroe se la arrebató de sus manos de inmediato, le tiró el dinero que guardaba dentro de su bastón y subió corriendo las escaleras sin siquiera molestarse en tomar el ascensor. Él evidentemente jamás le confesaría a Ladybug que pagó por aquella habitación, la conocía demasiado bien como para saber que se preocuparía de más por la economía de su compañero.
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Quisiera tener algo contigo (Cancelado)
FanfictionMarinette, tras su ruptura con Luka, decidirá experimentar y tomar un camino sinuoso. -¿La pasaste bien en tu cita?- preguntó desganado desviando su mirada. -No sé si llamarlo cita. Pero sí, respondiendo a tu pregunta, fue una noche fantástica- aleg...