—Cuídate, ¿Sí?— le pedí rodeándola con mis brazos.
Después de dos semanas juntas, seguía ingeniándomelas para ver la cara de mi novia cada día que pasaba. Odiaría admitir que le estoy ocultando una cosa más a mis padres, pero dadas las circunstancias, no podía evitar sentir algo de incertidumbre ante sus respuestas.
—No te preocupes— Kagami plantó un rápido beso en mis labios para separarse de mí, antes de que alguien nos viera —Luego hablamos— finiquitó para entrar a su clase de esgrima.
Bajé las escaleras del instituto, crucé la calle trotando y volví a entrar a la panadería.
—Te vi, Marinette— sentenció mi madre algo disgustada alarmándome mientras ella terminaba de colocar las compras sobre la vitrina —Te vi salir de casa y "saludar" a Kagami— terminó con las manos en la cintura acentuando la palabra «saludar».
Sentí como mi cuerpo se puso alerta al no saber lo que sucedería —Yo-
—Sabes que no es un problema hija, pero me extraña que no nos hayas dicho nada a tu padre y a mí— mamá dio una media vuelta con su cuerpo para mirarme cara a cara —Cuando él regrese de la tienda vamos a hablar los tres en serio, siéntate en la sala, cariño.
Sentí como el color subía hacia mis mejillas mientras seguía la orden de mi progenitora. Subí las escaleras con mi madre siguiéndome el paso, cosa que por alguna razón hizo que mis manos comenzaran a sudar.
Entré al apartamento casi escapando hacia la sala y me senté en una esquina del sofá. Mientras que mi madre se sentó en la esquina opuesta.
Después de unos minutos de un profundo silencio incómodo, mi padre entró con más víveres de la semana entre los brazos.
Al ver a mamá, con sólo notar su mirada entendió que había un tema del que conversar en casa.
Dejó las compras sobre la mesada de la cocina y se acercó al sofá para sentarse a un lado de mamá.
—Espero que no te hayan expulsado otra vez de la escuela, linda— insinuó papá cruzando las manos sobre su regazo.
—No sucede nada grave— afirmó mamá para comenzar a esbozar una sonrisa —, sólo que nuestra hija, por fin... ¡Tiene novia!— festejó sacudiendo los brazos por encima de su cabeza para levantarse y acomodarse junto a mí en un abrazo.
Sentí como todos mis músculos se destensaron apenas mi progenitora acabó de recitar la última frase.
Papá me miraba confundido, para después ver la felicidad de mamá mientras me abrazaba.
—No entendí, ¿No salías con el chico de mechas azules? El hermano de Juleka, Luka— preguntó mi padre confundido.
Mi madre me soltó para ver a su esposo y negar con la cabeza —¡Tú no entiendes a los adolescentes, Tom! Ellos son versátiles. Sus mentes y sus cuerpos cambian rápidamente, entonces tienen que llevar su vida junto con los cambios— le explicó como si fuese una obviedad.
—¡Mamá!— exclamé avergonzada.
—Bien, de todos modos, ¿Cuándo va a venir a casa?— intentó averiguar mi madre con una pequeña sonrisa llena de intención.
—¿Sabes? No importa su género— reaccionó papá abrazándome con fuerza —¿Quién es la afortunada?— me soltó para volver a su lugar y continuar con el intento de interrogatorio.
—Kagami— la nombré avergonzada para solamente recibir una mirada algo confundida por parte de mi padre —, vino un día conmigo y las chicas a cocinar en la panadería.
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Quisiera tener algo contigo (Cancelado)
FanfictionMarinette, tras su ruptura con Luka, decidirá experimentar y tomar un camino sinuoso. -¿La pasaste bien en tu cita?- preguntó desganado desviando su mirada. -No sé si llamarlo cita. Pero sí, respondiendo a tu pregunta, fue una noche fantástica- aleg...