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El sol iluminó la costa, el mar y la ciudad de Seúl acariciando y elevándose con sus rayos. Muchas personas estaban ya despiertas y otras aún seguían en cama o recién levantándose, preparándose y dándole cara a un nuevo día. En el mar de Japón, el nenúfar de Capricornus comenzó a elevarse hacia la superficie, de forma lenta y suave para no despertar de golpe a las dos personas que su interior contenía. La luz de sus pétalos comenzó a apagarse mientras más se acercaban a la luz del sol, y se impulsó hacia arriba, hasta que pudo abrirse en el agua y salir de ella, agitando demasiado al mar.

Taehyung fue el primero en abrir los ojos al sentir el movimiento tan familiar, miró hacia abajo, donde su mano se mantenía entrelazada con la de un Jungkook que dormía profundamente con las piernas dobladas y el otro brazo extendido. Su ropa estaba totalmente seca, sin embargo, Taehyung llevó su otra mano para acariciar su frente y asegurarse que no se había enfermado. Su ceño se frunció en cuanto encontró que Jungkook sí que se había enfermado.

Se incorporó en la privacidad que su nenúfar le otorgaba y se acercó a Jungkook tratando de despertarlo sin asustarlo o de golpe. El menor comenzó a agitar sus párpados tratando de quedarse dormido, pero la insistencia del mayor lo impedía.

"Jungkook, hay que ir a casa. Te has enfermado" murmura sin soltar su mano. "No tendrás que conducir, te llevaré yo; tendremos otros días para enseñarte a manejar una motocicleta. Además, no has comido absolutamente nada. Lo siento tanto, te has enfermado por mi egoísmo."

"Estoy bien" Jungkook responde con una voz baja y adormilada, sin abrir los ojos y estirándose como un bebé. "Estoy bien si estás bien..."

"No, deja de decir eso. Anda, levanta, te llevaré a casa."

"No quiero ir a casa..." se niega rotundamente a estar solo cuando ha dormido junto a alguien luego de tanto tiempo. "No quiero estar solo."

"No me refiero a tu casa, me refiero a la cafetería. No voy a dejarte solo."

El rubio abre los ojos justo en el momento en el que el cabello de Taehyung está transformándose a uno café, junto a unos ojos miel. Se sonroja ante la transición porque el mayor lo está mirando fijamente, y no ha soltado su mano ni un segundo. No está tocando nada más que su mano y es suficiente para mantenerlo en paz, fue suficiente para que durmiese profundamente soñando con animales que le había mostrado sobre un campo con flores inventadas por su propia cabeza.

"¿Nos vamos?" cuestiona y Jungkook decide asentir. A regañadientes, suelta la mano de Taehyung para poder sentarse y estirar sus brazos, entonces, es ahí cuando siente su cuerpo pesado y doliendo de forma molesta. También su cabeza pulsa y cierra los ojos, molesto por haberse enfermado. "¿Ves? Tienes que tomar medicina y mucho reposo. Ustedes son tan frágiles."

"Perdón" farfulla apenado y el mayor niega, poniéndose de pie y ofreciéndole la mano. Entonces, Jungkook la toma rápidamente porque necesita y gusta mucho de ese contacto, como terciopelo, como consuelo, demasiado acogedor, demasiado maravilloso.

Los pétalos se abren de forma lenta, y Jungkook se cubre la mirada ante el sol atacándole, sin embargo, Taehyung da una caricia hacia un pétalo, agradeciéndole a su nenúfar por siempre protegerlo. En cuanto baja al agua, se mantiene de pie sobre él y mira a Jungkook con una dulce sonrisa.

"¿Nos vamos?"

"Sí" acepta, bajando del nenúfar y manteniéndose de pie junto al mayor. "¿Puedo comer algo muy dulce hoy?"

"Puedes sí."

Los dos comienzan a caminar hacia la orilla, y Jungkook no puede evitar girar el rostro en cuanto escucha como el nenúfar se hunde de nuevo, terminando con el servicio que Capricornus necesitaba.

The way to Heaven - KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora