007

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"Soy Jungkook" dice la voz del muchacho y ambos terminan suspirando de alivio. Sin embargo, Seulgi gira el pomo con cuidado, quitando los candados y abriendo un poco para ver si realmente se trataba de Jungkook.

En efecto, era el muchacho.

Estaba vestido con un pantalón blanco, una camiseta a rayas de manga corta y una gorra blanca sobre su cabeza. Jungkook se veía tranquilo, aunque estaba un poco preocupado por Taehyung.

Se le había complicado decidir entre ir a buscarlo o no. Y es que no podía evitarlo, teniendo en cuenta que Taehyung (y quizá Seokjin y Seulgi) era el único amigo que tenía. Jungkook no solía congeniar con otras personas, porque todo el mundo pasaba tan ensimismado en su mundo, sin importarles nada más allá de sus ombligos.

Ninguno de ellos tenía una motivación clara para existir; todo lo tenían en sus manos, eran "felices" y vivían cómodos gracias a los beneficios de la Energía Vital. Se vivía en un mundo tan perfecto y maravilloso que no lograban observar que solo era una ilusión, y que seguían existiendo para ser esclavos de una compañía que solo los llevaba hacia su fin.

Jungkook había caminado entre ellos preguntándose por qué nunca se sentía como los demás si tenía un hogar, comida, salud y todo para vivir tranquilamente. Siempre sin poder unirse a ellos e ignorar que realmente existía la maldad, que se encontraba con ellos, fingiendo protegerlos.

Ahora que se había encontrado con Taehyung, y descubierto todo lo horrible que se encontraba debajo de su sociedad, una empresa tétrica y una familia desalmada, entendía porqué nunca pudo sentirse seguro con los soldados, porqué se congelaba cuando los veía cerca.

Jungkook tenía los pies en el suelo, en la dura realidad. Y no, no era para nada lindo.

Y lo único que podía hacer era aferrarse a ese grupo de desconocidos que luchaban por rescatar lo único que les queda; el planeta.

"Vine a buscar a Taehyung..." murmura, sintiéndose un poco estúpido, ¿y si Seulgi y Seokjin creían que era muy intenso? Sus miradas y cuerpos se veían tensos, sin embargo, la chica soltó un largo suspiro llevando una mano hacia su corazón y cerrando los ojos.

Una vez los abrió de nuevo, Jungkook pudo encontrar a la bonita Seulgi que se había mostrado ante él el día que vio como los soldados asesinaron a esa mujer. Ella le sonrió y lo invitó a pasar.

"Pasa, pasa" ella se aparta, para que él pueda entrar y mira a Seokjin, pidiéndole que se calme.

Sin embargo, Seokjin cree que Jungkook ha venido en el momento indicado, así que se lanza hacia a él sin dudarlo, tomándolo de los hombros.

"¿Sabes conducir motocicletas?" le pregunta y Jungkook abre los ojos en grande, sorprendido. Seulgi se acerca a ambos.

"¿Qué? ¿Por qué le preguntas eso?"

"¿Puedes o no puedes?"

"Eh... Puedo conducir bicicletas, ¿cuenta?" Jungkook responde, nervioso. Seokjin asiente, pensando que es más que suficiente. Lo toma de la mano y lo hala hacia la parte trasera, siendo seguidos por una Seulgi confundida.

"Tienes que llevar a Taehyung hacia el mar de Japón, ¿puedes hacerlo?"

"Eh..." Jungkook no entiende nada, y mucho menos por qué tiene que llevar a Taehyung hacia el mar de Japón, pero está dispuesto a hacerlo. "Claro, puedo llevarlo."

Seokjin se detiene en la puerta que detrás esconde a Taehyung, y mira a Seulgi.

"Lo siguiente que verán, es algo que más tarde explicaré, ¿entendido? No se vuelvan locos."

The way to Heaven - KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora