06. Arquimedes Mulciver und eine überraschende Ablehnung

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Entonces ahí tenemos a una Sky ansiosa para que llegue fin de curso pues en serio quería tener una mascota más allá de la lechuza que murió en su tercer año ── razón por la que no ha enviado cartas a casa ──, jamás les había dicho a sus amigos lo que había ocurrido aquella vez, pero sin duda había sido obra de sí misma experimentando con hechizos y erró causando la muerte del animal; fueron días en los que ella se cerró incluso ante su único amigo de por ese entonces.

── ¡Hell! Oh, hermosa y bella Hell ── comenzó Venus Malfoy a canturrear ──: mi padre dijo que sí podías quedarte con el perrito ¿Cómo lo llamarás?

── ¿Qué es?

── Es hembra ㅡ respondió Venus emocionada. Oh, Sky veía en ella una Hufflepuff con muchísimo potencial ¿Cómo no quedó en aquella casa? Tal vez el destino, quizás las estrellas tenían algo planeado ya.

Venus no era tan vil como su hermano, era una persona muy gentil con todas las personas y con los animales.
── ¡Venus, hermanita! ── exclamó Abraxas mientras venía en dirección hacia ellas junto a Arquimedes Mulciber y Tom Riddle.

── Hola Abraxas ── saludó la de hebras blancas, dio una pequeña pausa y luego añadió ──: y ustedes...

Sky rodó los ojos, honestamente a ella sólo le agradaban los hermanos Lestrange y los hermanos Malfoy mientras que de Arquimedes Mulciber no era para nada una fanática pues siempre daba miradas lascivas a muchas chicas. Justificaba todo con el hecho de ser guapo, pero que seas atrayente a los ojos de las personas no significaba que no fueras un monstruo.

── ¿Qué tal, Rowle? ── Mulciber le sonrió y ella notó aquella misma mirada lujuriosa que le resultaba repugnante ¡Por Merlín santo! Ella era prácticamente una niña ──. ¿Te comió la lengua un hipogrifo o qué?

── ¿Acaso te importa saber qué tal me va? ── bramó la menor conteniendo sus ganas de vomitar, Tom por su parte retenía las ganas de reírse, pero algo le hizo ver las intenciones de Arquimedes.

── Déjala Mulciber, ella está fuera de tu alcance ¿Qué no ves que es una niña? ── Sky arqueó una ceja al oír aquello, pero no dijo nada porque básicamente era la verdad. Tenía catorce años y Arquimedes dieciséis ──. Vámonos, tenemos que buscar a Rosier ¿Vienes, Malfoy?

Abraxas asintió, abrazó a su hermana y se despidió de Sky antes de seguirle el paso a los otros dos chicos. Para la gryffindor, Arquimedes Mulciber era la clase de chico con el cual jamás quisieras toparte pues cualquiera le perdonaría algo vomitivo a un chico relativamente apuesto y aún más si era perteneciente a una familia sangre pura. En cambio, si eras una chica te dirían que no supiste cuidarte bien, que era tu deber como mujer defenderte.

Para Sky, aquello era totalmente injusto.

No era su culpa, nunca lo sería.


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── Hola Sky ── era Riddle, siempre tan prolijo y recatado. Se veía distinto al Tom que había visto junto a Arquimedes y Abraxas. Ahora se mostraba débil, casi dócil ──: lo siento por lo de Mulciber, sabes que es un asqueroso, siempre con esos pensamientos tan machistas y retrógradas creyendo que las mujeres son solo para su entretención. Además, no quise ofenderte cuando dije que eras una niña, me refiero a que estás chiquita y eso.

── De acuerdo, no deberías de disculparte tú cuando fue él quien se acercó con otras intenciones a mí. Sí, es repulsivo, pero tú no hiciste nada, gracias de todos modos por el gesto.

Tom suspiró y se sentó junto a ella en el césped de los jardines del castillo. Nadie los vería después de todo ya que en el campo de quidditch se estaba llevando a cabo un partido entre Hufflepuff y Ravenclaw. El mayor admiró las facciones de la muchacha sin que ella se diese cuenta ── a duras penas y había notado que él estaba a su lado ──, Sky Rowle era preciosa, pero seguía siendo un obstáculo que él debía de sacar de su camino, aunque sí, claro que la quería, pero no entendía ese sentimiento. Él lo estaba confundiendo todo con ganas de destruirla y verla arder.

── Siempre has estado tan apegado a las normas, que es difícil creer toda la basura que has hecho a lo largo de los años. Claro, yo sé que eres capaz, Dumbledore también lo sabe, pero los demás no creerían eso nunca ── comenzó ella de repente tomando por sorpresa a Tom ──: no sé por qué eres tan cruel, sádico...

── Sky.

──... hiciste que a Hagrid lo expulsarán ¡Gryffindor perdió puntos por eso!

── Rowle, escucha ── quiso llamar su atención, pero realmente no lo estaba escuchando.

── Ni siquiera sé por qué he sacado eso, pero... no iba a quedarme callada. Todo lo que has hecho me repugna, es tan horrible y...

── ¡Hell! ── gritó Tom un poco más cerca ──. Lo siento, pero... Hogwarts es todo lo que yo tengo, si decía que fui yo seguramente me habrían expulsado y me hubiesen roto la varita como a ese chico. Hogwarts es mi hogar, si confesaba significaría que no podría volver a verte y tendría que quedarme en ese sucio orfanato.

── Y aquí vamos otra vez ¿En serio piensas que voy a tragarme el cuento de que estás enamorado de mí? Tú no puedes sentir amor ── replicó ella levantándose del suelo, él también lo hizo para mirarla a la cara dándose cuenta de que era mucho más alto que ella ──. Me gusta otra persona ¿Feliz? Ya déjame en paz, estoy segura de que otra chica con tus mismos ideales y, tu misma edad se fijará en ti.

Ay como sí en verdad él quisiera que alguien se fijará en él; lo que menos quería era que lo notarán, pero cuando se trataba de Sky era diferente. Iba más allá de doblegarla para evitar que lo delatará, quizá se había obsesionado o tal vez ella y Dumbledore se habían equivocado y sí podía sentir amor. Pero qué importaba de todos modos, lo que más quería era por lo menos, llevarse bien con ella.

── Pero, yo te quiero a ti ── aquellas palabras venían junto a un sabor amargo para Tom. Sabía que estaba siendo rechazado, pero eso jamás le había pasado antes, normalmente las chicas hacían filas para tener siquiera una oportunidad con él.

── En primer lugar, soy menor que tú, ¿recuerdas? ── Skt ya estaba cansada ──: acepto tus supuestas disculpas, pero no puedo corresponder tu falso amor.

── ¡Maldita sea, Sky! No te estoy mintiendo ── o tal vez sí, quién sabe ──, realmente me gustas ¿Y qué es un año de diferencia?

Pero ella ya estaba a punto de marcharse, ya veía el cielo oscurecerse. A ella no le gustaba Hogwarts de noche, todo se volvía tétrico en la oscuridad y ya tenía suficiente infierno con no tener a ninguno de sus amigos en la misma casa.

── Sky, espera ── el chico seguía caminando detrás de ella ──: ¡Mierda! ¿Puedes parar o tu maldito orgullo no te deja?

── Por lo menos no ando perdiendo mi dignidad con una persona de un curso menor y a quien considero inferior ── siseó ella causando que él se detuviera de golpe ──. Dime, me sigues viendo con altanería, como si estuviera a un nivel más bajo. ¿Y quién eres tú? Un mestizo huérfano. Soy sangre pura, sigo siendo mucho más superior que tú.

Aquello hizo que Tom se detuviera en seco y la perdiera de vista. No se alejaba mucho de la realidad, sí, estaba dejando toda su arrogancia, su dignidad y todo lo que lo hacía interesante para el resto por una niña. Una niña de catorce años que parecía saber lo que estaba haciendo cuando no era así.

HELL, tom riddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora