Sky se limitaba a oír las cosas que contaba Venus, aunque no estaba prestándole atención porque jamás fue gran partidaria de escuchar a los demás. ¿Qué le interesaba a ella la astrología?
── Cambiando de tema, nosotros con Abraxas vivimos algo alejados, en Wiltshire y estuvimos recorriendo las calles con permiso de nuestro padre y encontramos un perrito botado cerca de unos callejones, olvidé contárselos en el tren ── aquello llamó la atención de Sky, quién alzó la vista con interés ──. Le dije a padre si nos dejaba quedárnoslo, hasta Abraxas quería hacerlo y dijo que no, pero lo tenemos en casa para cuidarlo mientras le buscamos un hogar.
── Yo podría quedármelo ── increpó Sky fingiendo desinterés, a pesar de que le ilusionaba la idea de tener una mascota ──, claro, no es como que me interese, pero si no pueden tenerlo en su casa yo sí puedo.
── ¿En serio? ¡Eres un amor, Hell! Te mereces el cielo ── exclamó. Irónicamente le dijo que su lugar era el reino celestial cuando Sky estaba hecha para arder ──, venga, vamos a decirle a Abraxas que está por allí.
Venus cogió de la manga de la túnica a Sky, que se sorprendió por la fuerza de la chica ya que no hizo necesario tanto forcejeo para llevarla casi a la rastra. Pero la de hebras negras se arrepintió al instante al ver quien se encontraba junto al hermano de Malfoy, sin embargo, ya era tarde como para correr.
── Abraxas ¡Buenas noticias!
── ¿Qué? ¿Ya por fin Lestrange se te declaró? ── se burló el mayor.
── ¿Qué? No seas idiota Abraxas. La buena noticia es que ya encontré a alguien que se haga cargo del perrito que encontramos ¡Ta-dah! ── la rubia apuntó a Sky, que quería pasar desapercibida, pero Tom ya había reparado en su presencia muchísimo antes ──. Le enviaré una carta a padre para que lo traiga al andén a finales del curso ¿Verdad Hell que te harás cargo?
── Sí, sí, lo que digas. Ahora adiós ── espeto. No quería sentir más la mirada de Tom en ella, que se vaya muy a la mierda.
── ¿Tan rápido te vas, Sky? Pero si acabas de llegar ── el chico sonrió con malicia, pero, aunque él esperase una reacción negativa por parte de la muchacha, ella ni siquiera volteó a verlo.
── Chupala, Tom.
── ¡Pero Sky!
