Dela Vega
Solo es un puto apellido pero todo cambia cuando miras a quien porta ese apellido.
Mi nombres es Jessica Dela Vega y antes de los 17 era una buena hija, responsable, amigable, pero ahora que todo se fue a la mierda soy lo que siempre quise...
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<<Punto de Vista- Jessica Dela Vega>>
-¿Qué hay en la caja? –Cuestione cuando uno de los hombres arrastro su la caja por la mesa hacia su posición-
-Primero déjame decirte que creo que tienes más enemigos que competencia –Exclamo frunciendo el ceño mientras sacaba otra caja dentro mucho más llamativa y de buena calidad-
-¡Ábrela! –Le hablo Derek al hombre de manera exaltada-
-Creo que estas en grandes problemas bonita... -Volvió a exclamar el mismo hombre examinando la caja-
-¡Uy son cinco! –Dijo el hombre que se encontraba a su lado-
-¿5 que? –Pregunte mientras rodeaba la mesa para poder llegar allá-
¡Oh Mierda! Sabía que eran y también de quien. 5 Dedos...
Algo dentro de mí se empezó a alterar, mientras buscaba la mirada de Derek para calmarme, pero los que me encontré fueron los de Aguilar.
-Tenemos que salir, ¡YA! –Leí en los labios de Aguilar, deje de ver los dedos y volví a rodear la mesa para ir con Aguilar-
-¿Qué pasa? –Le pregunte susurrándole-
-La DEA –Exclamo seriamente, lo único que sabía era que eran parte de control de drogas-
Sabía que esto se iba a descontrolar, salí de la gran oficina discretamente para que nadie se diera cuenta que desaparecí. Aguilar fue por Derek mientras yo empezaba a bajar las escaleras.
Rápidamente escuche disparos en la recepción del edificio, eran de imaginárselo todos los hombres de arriba habían traigo guardaespaldas.
El edificio rodeado, preferí salir por la puerta de emergencia en la parte de atrás aun sabiendo que era arriesgarme pero lo más seguro es que Aguilar dispararía y tendría que cuidar a Derek.
Empecé caminando y escuche pasos frente a mí, ellos ya habían entrado, desate mi coleta y grite.
-¡AYUDA! –Trate de no sonreír aun en sollozos cuando aparecían los hombres con pistolas y se acercaban a mí en señal de protección-
-Llévala afuera –Le llamo la atención a uno de los que iban con el- No puedes dejar que se valla, también necesitamos saber que hacia aquí –Le trato de susurrar-
Salí por la puerta trasera acompañada del hombre de uniforme color verde militar mientras intentaba tomarme las muñecas para colocarme unas esposas que no encontraba aun.
-¿Qué hacías dentro? –Me cuestiono-
-Yo solo entre a preguntar por el baño –Me excuse intentando parecer aterrada-
