Dela Vega
Solo es un puto apellido pero todo cambia cuando miras a quien porta ese apellido.
Mi nombres es Jessica Dela Vega y antes de los 17 era una buena hija, responsable, amigable, pero ahora que todo se fue a la mierda soy lo que siempre quise...
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<<Punto de vista- Dylan Smite->>
Dentro de un cuarto donde la luz solo reflejaba en la tina y la silla. El hombre se movía tratando de zafarse de los buenos nudos que le había colocado al amarrarlo en la silla. Mis hombres traían botes de agua para llenar la tina.
-¿Algo más? –Le pregunto Fernández a Jessica que seguía mirando al hombre con ganas de arrancarle la cabeza-
No pienses eso conciencia ¿Por qué? Porque se puede volver realidad imbécil
El saco uno de su bolsillo trasero y se lo extendió a Jessica, ella lo tomo y entro al pequeño cuarto.
-¿Jessica como pretendes sacarle información? –Le cuestione-
-No me entendiste, tú preguntas y yo seré la de la fuerza bruta –Respondió-
Antes de que moviera los labios para comenzar a preguntarle ella tomo el cuchillo y se lo introdujo al hombre en la pierna, el hombre soltó un pequeño grito.
-¡¡JESSICA!!
-Pregúntale algo –Dijo Jessica- Es para darle motivación.
Comencé preguntando pero él no quería colaborar eso enfurecía a Jessica.
-Ribattere! –Le grite- <Responde!>
Voltee a ver a Jessica, con un movimiento de cabeza le señale que él no quería colaborar.
-¡IMBECIL HABLA! –Grito mientras comenzaba a presionar las heridas que le había hecho en todas las piernas-
-No presiones tanto Jessica no queremos matarlo porque se desangre –Hable-
-Tranquilo –Volvió a meter el cuchillo en su pierna pero no lo saco- ¡PREGUNTALE!
-El seguía sin hablar-
Jessica tomo el mango del cuchillo lo introdujo más y lo giro.
Rápidamente los gemidos de dolor del hombre se hicieron presentes.
-Fernández, acerca la tina -Hablo cuando Fernández comenzó a arrastrarla-
Fernández desamarro al hombre mientras él seguía quejándose.
-De rodillas –Exclamo Jessica mientras que una patada en la parte trasera de su rodilla lo hizo caer-
Me costó explicar cómo Jessica, lo tomaba del pelo para poder introducir su cabeza dentro de la tina, la primera vez que lo volvió a sacar el no hablo pero la segunda vez que lo introdujo al agua al mismo tiempo presiono la herida haciendo que el hombre gritara, y al mismo tiempo tragara agua.