Sangre Amor y Crimen

CULPA

Pov's Jimin

Caminé hasta la parada de autobuses de Sadang, esperé cerca de 10 minutos y cuando llegó el que me dejaba cerca del parque Yongsandong, tuve que caminar cerca de 20 minutos para estar por fin bajo el puente Hangang, era un lugar algo concurrido así que esperé un poco, no muy lejos había una tienda de conveniencia así que como tenía un poco de hambre fui y compre un ramyon, luego de comerlo le pedí a la chica de la caja un par de bolsas de plástico, cosa que en un principio pareció extrañarle un poco pero después de ver que compré otras cosas me las vendió sin sospechar, en ellas puse el resto de cosas que compré luego de pagar salí de ese sitio, volví caminando hasta el puente, todo parecía más calmado, no tardaba en oscurecer, a lo lejos pude ver como un vagabundo caminaba en mi dirección así que me escondí detrás del grueso pilar justo donde las hierbas altas unidas a la poca iluminación pudieron visibilizarme del hombre ebrio rápidamente, para mi mala suerte justamente cuando él se encontraba frente, sus piernas colapsaron haciendo que se desvaneciera en el suelo, mierda, lo que me faltaba, debo aceptar que en un principio eso fue lo que pensé, pero en segundos una idea mejor se me cruzó por la cabeza, me acerqué al hombre asegurándome que no me viera nadie, con mi pie revisé que no fuera a despertarse si lo movía, luego de las cosas que había comprado busque la caja del tinte para el cabello, cuando lo abrí saqué los guantes y me los coloqué, ahora sí podía mover el cuerpo sin mucha culpa, cuando lo llevé al escondite le quité la ropa, de la mochila saqué la ropa que le había quitado a Taemin y se la puse a él, por suerte la estructura corporal del cuerpo del hombre y la de mi Hyung eran parecidas así que la ropa parecía ser suya, de la bolsa donde tenía lo comprado vacié su contenido dentro de mi mochila, nuevamente envolví el ladrillo en la ropa del vagabundo, lo metí en la bolsa nueva junto con el resto de piedras, por si no eran suficientes las que ya tenía antes agarre otras que estaban en la orilla del rio y las puse dentro, amarré muy bien la bolsa con varios nudos para que esta no se abriera luego de horas o días, volví a mirar a todas direcciones, cuando me encontraba solo tomé un impulso y arrojé la bolsa unos 25 metros, lo suficiente para que cuando la bolsa cayera se hundiera de inmediato, las burbujas tardaron unos segundos en salir, lo que indicaba que la bolsa ya se encontraba en el fondo del rio, el hombre seguía dormido así que aproveché para obtener un poco de sangre, cosa que fue muy fácil, porque ni siquiera se movió, cuando finalmente terminé guardé todo, volví a arrastrar el cuerpo justo donde había caído, me quité los guantes y volví a casa.

Busco las llaves dentro de mi mochila y logró entrar a la casa, y veo a mi novio sentado en el sofá mirando televisión, enseguida hacemos contacto visual mientras yo le enseño un par de boletos para pasar el siguiente fin de semana juntos en Jeju, sin embargo de un momento para otro empiezo a sentir mi cuerpo débil, mi vista se volvió borrosa, mi cuerpo se apoyó de la pared del pasillo y mi espalda resbaló por ella hasta quedar sentado en el piso, me espanté por un momento, pero vi a Suga acercándose con preocupación.

-¡Amor, Jimin!... ¿Qué pasa? ¡Despierta por favor!

-Estoy muy hambriento, pero al mismo tiempo necesito dormir, apenas pude probar un ramyon el todo el día, ese es el único alimento que está en mi estómago desde hace 28 horas.

-Bien cariño, vamos entonces a comer algo, voy a prepararte algo, vi que hay huevos en el refrigerador, no sé cocinar pero puedes guiarme para no incendiar la casa.

Sentí como me levanto del suelo, me sujeté fuertemente de alrededor de su cuello colocando los brazos y me llevo hasta el comedor, hizo una silla para atrás abriendo un espacio para que pudiera sentarme en ella.

-Cielo, ¿Puedes sacar de aquel mueble una copa?

Sí lucirlo dos veces él dirigió sus pasos hacia el mueble que yo había señalado, introducido yo saqué de la mochila la botella que tenía sangre, puse un poco en la copa que estaba en la frente a mí y se la ofrecí, pero él se me va a comer hasta que yo tuviera algo para alimentarme de igual manera.

-Bien ahora dime qué es lo que debo hacer para cocinarte algo.

-Del refrigerador toma dos huevos y la mantequilla, en el cajón debajo de las copas saca un sartén, prende la lumbre y colócalo encima, junto al refrigerador está un cajón de cubiertos de ahí saca un tenedor, toma un plato un poco hondo, ahí vas a poner los dos huevos y los vas a revolver con el tenedor, el sartén está caliente así que unta un poco de mantequilla antes de colocar el huevo que ya revolviste, ahora coloca la temperatura de la estufa y ponla a la mitad, en el apartado del mueble de arriba están las tapas de los sartenes busca una que cubra el huevo, esa es la tienes que poner para que la mantequilla no brinque y la cocción sea más rápida, ah sí, agrega un poco de sal.

El parecía entretenido haciendo todas las cosas que yo le ordenaba, pues se movía de un lado al otro, mostrándome cada cosa que le indicaba que agarraba para recibir mi aprobación.

-Listo, parece que ya está, la parte de arriba ya está de un color opaco.

-Ya está entonces, ahora sí puedes apagar la estufa.

Finalmente ambos nos sentamos frente a frente en la mesa y comenzamos con la cena, en un principio él solamente me veía comer y mostraba su sonrisa.

-¿Por qué me ves tanto cariño?, Será mejor que también tú bebas algo.

Sin decir nada más que dedicándome una mirada muy intensa tomó la copa en sus manos y la dirigió sus labios probando el contenido de esta, sin embargo la expresión en su cara cambio drásticamente a una completamente extrañada.

-¿Pasa algo cariño?

-No lo sé, pero la sangre de búfalo tiene un sabor diferente hoy, tal vez sea una especie de búfalo diferente a la de las otras veces.

-Eso es algo extraño, no debería saber diferente, pues compre la sangre donde mismo, y es de búfalo siempre viene de uno, sinónimos de esta manera tal vez el búfalo de esta ocasión era de una edad diferente al primero.

Ambos terminamos de comer, y subimos un cuarto para dormir.