Capitulo 7 La Propuesta

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Al llegar a Ecomoda note que ahí estaba el Doctor Valencia y me dio mucha pena pasar enfrente de el ya que ayer enfrente a su hermana y choque con el, así que pasé rápido por la recepción.....

Señorita Pinzón, ¿puede venir un momento?. -Dice Daniel Valencia.

¿Usted me está hablando a mi?. -Pregunto nerviosamente-.

Por supuesto que si, ¿hay otra muchacha aquí que su apellido sea Pinzón?. -Dice Daniel volteando a todos lados-.

No jejeje, pero dígame ¿se le ofrece algo? -Dice Betty-.

Daniel: Mire señorita, siento mucho el altercado que usted tuvo el día de ayer con mi hermana, jamás pensé que ella haría ese tipo de cosas con tal de salvar el pellejo de su amiga.

Betty: No se apure doctor, ese tema ya quedó en el pasado.

Daniel: Para compensar lo que mi hermana hizo el día de ayer, usted ¿me podría aceptar una salida a cenar el día de mañana?.

Betty: (Se sonroja) ¡Ay doctor! ¿Esta usted seguro de lo que dice?.

Daniel: Completamente seguro Betty, me gustaría salir con usted, claro en plan de amigos y platicar acerca del informe que usted presentó el día de ayer.

Betty: Esta bien doctor, pero bueno me tengo que ir el doctor Armando debe de estarme esperando en la oficina, nos vemos mañana.

Daniel: Nos vemos mañana Betty.

Entre al ascensor, iba demasiado nerviosa, no había tenido una cita en tanto tiempo, bueno esto no era precisamente una cita amorosa, pero el doctor Valencia me atrae mucho desde la primera vez que lo vi en esa revista de economía.

Al entrar a mi oficina ahí estaba el doctor Armando con doña Marcela..

Marcela: ¿Cómo se atreve a venir después de lo que hizo ayer?.

Betty: Doña Marcela yo no voy a renunciar por lo de ayer, la que debe de renunciar o despedir es a otra, que por cierto no a llegado.

Marcela: No sea igualada Beatriz, que no se le olvide que usted es una simple secretaria y jamás tendrá un ascenso.

Betty: No se apure doña Marcela yo jamás le voy a quitar su puesto.

Entro a mi oficina y escucho que Doña Marcela le dice a don Armando que no me soporta, pues ya somos 2.

En eso abre la puerta don Armando.

Armando: Me da mucho gusto betty que se defendía de la arrogancia de Marcela.

Betty: Doctor, yo no soy ningún tapete en esta empresa, así ella podrá ser accionista de Ecomoda, yo jamás me dejaré pisotear por ella ni por nadie.

Armando: Así se habla betty, mire le traigo este balance de las ventas que hemos tenido últimamente ¿será que usted me lo puede maquillar?.

Betty: ¿Maquillar doctor, esta seguro?.

Armando: Si betty, nadie puede ver estas cifras, ni siquiera la propia Marcela, mucho menos Daniel.

Betty: No me parece correcto doctor, yo creo que tenemos que mostrar las cifras reales.

Armando: No se apure betty, en cuanto mejoremos las cifras mostraremos el balance real, mientras tanto este balance no se puede mostrar.

Betty: Está bien doctor yo modifico todo.

Sale el doctor Mendoza de mi oficina, esto de maquillar balances no se me hace correcto, pero bueno el es el que manda aquí yo solo debo obedecer.

Se llega la hora del almuerzo y las del cuartel ya me estaban esperando.

Sofía: Betty ¿no vendrá a almorzar con nosotras?.

Betty: Ya salgo Sofía, solo estoy apagando el computador.

Llegamos al corrientazo y nos hacen pasar a una mesa, en todo el día no deje de pensar en la salida de mañana con el Doctor Valencia y sin darme cuenta tenía una sonrisa en mi rostro.

Bertha: Betty ¿esta usted enamorada o algo así? Porque de pronto puso una sonrisa en su rostro.

Betty: Pues digamos que si, pero es como mi amor imposible, pero bueno no quiero hablar más del tema.

Aura María: ¡Ay mijita!, diganos que nosotras no decimos nada.

Betty: Prefiero no hablar del tema ya que no me gusta ventilar mi vida privada.

Inecita: Si niñas ya dejen en paz a Betty, es su vida privada y hay que respetar lo que ella decida.

Mariana: Mire betty si algún día a usted le interesa saber si el tipo le hará caso, usted no dude en decirme y con gusto le hago una lectura de cartas.

Betty: Muchas gracias Mariana, lo tomaré en cuenta, pero bueno ya hay que comer porque después se enfría.

Nadie debe saber que estoy enamorada del doctor Valencia porque quedaré como una tonta, yo estoy por muy debajo de sus estándares, la gente rica está destinada a casarse con alguien de su tipo, alguien bello, así que mejor no me hago ilusiones.

Llegamos a ecomoda y en el ascensor tope con don Armando y con doña Marcela y muy apenas y me volteo a ver, bueno era de esperarse, ella no me soporta ni yo la soporto.

¿Betty ya termino eso que le pedí?. -Pregunta don Armando-.

Si doctor, ahorita que entre a mi oficina se lo doy. -Digo discretamente-.

Entra don Armando justo detrás de mi.

Betty en unos días más habrá una junta directiva exprés, así que el balance que le di a maquillar aún no es el oficial, esperemos a que las ventas de esta última colección mejoren y si mejoran ya veremos si maquilla o no el balance oficial, así que guarde muy bien estos balances que tiene, por nada del mundo pueden estar sobre su escritorio ¿queda claro betty?. -Dice Armando en tono nervioso.

No se preocupe doctor, todo está seguro conmigo y veo más conveniente que me lleve estos balances a mi casa, ahí nadie de Ecomoda vera estos documentos. - Dije mientras encendía de nuevo el computador-.

Haga lo que usted crea más conveniente betty. -Dijo Armando mientras salía de la oficina de Betty-.

Las últimas horas me la pase analizando el balance real para checar en que se está fallando en cuestión de ventas, ya que los diseños y el material son bastante buenos.

Al llegar a mi casa todo es igual, cenar y charlar con mis papás, así es mi vida, mi papá nunca me dejó tener amigos más que a Nicolás Mora, pero al igual no salíamos a ningún lado por la razón de que mi papá no me dejaba salir, no se que le diré mañana cuando salga a cenar con el doctor Valencia.



Nada es como lo pintanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora