Andyler Un Amor Prohibido

Capitulo 45

-Mi amor- Se acercó a él y colocó una mano en su hombro- Los voy a dejar solos para que hablen tranquilos, no sé si sabes la versión de su historia pero solo te pido una cosa, escúchala- Le dio un corto beso en la mejilla, le dedico una última mirada antes de salir y cerró la puerta dejándolos solos

Lo miró a los ojos tratando de encontrar las palabras correctas, sus manos temblaban y su mente no respondía a sus llamados- Tú perdiste una madre y yo perdí un hijo, bueno, no exactamente así- Tragó con dificultad, tenía miedo de su reacción y eso era notorio en sus ojos cristalizados- Era joven y sin los recursos necesarios para cuidar a mi bebé, pero aún así lo tuve, lo llamé Leopoldo. Cuando le di la noticia a tú papá, no le hizo mucha gracia- El golpe que estaba a punto de soltar en verdad le iba a hacer daño- El dijo que... No le importabas y que no se iba a hacer cargo, que era mi culpa que me haya embarazado- Bajó la mirada- Me había quedado completamente sola con mi bebé. Mi última esperanza eran tus abuelos... Mis padres, pero ellos- Sintió una angustia en el pecho- Ellos me corrieron de la casa, los había decepcionado por no terminar la carrera y haber tenido un hijo- Posó sus manos en las del hombre que la escuchaba atento- Cuando tuve a Leo fui la mujer más feliz del mundo, tenerlo entre mis brazos era lo más hermoso que me había pasado en toda mi vida, esos ojitos azules me iluminaron desde que lo vi- Sonrió ligeramente y una lágrima bajó por su mejilla- Pero cuando me di cuenta que no tenía una vida "estable" todo se me vino abajo- Lo miró de nuevo, esta vez, esos hermosos ojos azules comenzaron a cristalizarse- Las primeras semanas salí adelante como pude hasta que un día choqué con una mujer- Se le le vino a la mente aquel momento- Ella era una completa extraña y me extendió la mano, hizo lo que nadie había hecho por mi y por mi bebé. Nos hicimos amigas, la conocí poco a poco y me di cuenta que era una persona excepcional- Su rostro se tornó a una expresión más seria- No sé si cometí el peor error de mi vida, tal vez para Leo no fue así porque estoy completamente segura que tuvo una buena vida, pero cada día me arrepentí por haberlo dejado, por haber abandonado a mi pequeño...

Aunque él ya sabía su historia no podía dejar de escucharla, realmente era su madre, pero desconfiaba mucho acerca de todo lo que le decía- ¿Cómo puedo saber que en verdad eres mi madre?- Dijo con la voz entrecortada, aunque los ojos de esa mujer gritaban la verdad, el aún dudaba de su credulidad

-Es bastante obvio para mi porque todo encaja perfectamente, yo sé que eres mi hijo, Tyler tu madre adoptiva fue Rose Somers y no creo que existan muchas así, ella es la misma mujer a la que te entregué, tienes los mismos ojitos que mi Leopoldo, desde que te vi sentí algo especial y cuando investigué un poco más me di cuenta de que era así, pero si necesitas unos exámenes de ADN, un papel para confirmar esto que te estoy diciendo, yo lo hago sin ningún probl...

Se detuvo al sentir los brazos de este rodearla y acurrucarse en ella, correspondió al abrazo y sintió una enorme paz en su ser, esa paz que había buscado por tantos años... Al fin su vida estaba completa, las dudas se habían esfumado de la cabeza de Tyler, verdaderamente era una escena muy emotiva

-Mamá- Dijo con voz frágil y con los ojos cerrados

-Gracias por creer en mi, hijo...

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-¡Me encanta!- Exclamó ella, se puso de pie frente a la ventana de madera que daba directo contra las olas de mar, se sentó en aquella silla de mármol justo a lado de la ventana, respiro inhalando la brisa de mar que estaba justo frente a sus ojos

-Y a mi me encantas tú- Soltó mientras observaba como ella comenzaba a ponerse nerviosa

-Mira nada más- Se giró para evitar verlo a los ojos y calmó su respiración- ¡Que lanzado eh!- Exclamó con la vista perdida en las enormes piedras que sobresalían del agua