Purple [VMin]

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»Taehyung«

—… y después comí unos caracoles. No me gustaron, pero en el lugar donde trabajaba, debía prepararlos.

"Iugh" dijeron los niños al unísono, yo me eché a reír. Jimin estaba calificando algunas tareas y yo estaba conversando con los niños.

Tenía un buen grupo, he escuchado de algunos niños que son un desastre.

—Les contaré la vez que se metió una rata en el barco…

[...]

—No sabía que podías ser tan popular entre los niños.

—¿Qué puedo decir? Soy un chico especial —así es, estoy alardeando un poco, aunque tampoco estoy mintiendo, ambos nos sonreímos.

Debimos salir del salón porque está prohibido comer dentro, así que tenemos que comer con los profesores en el comedor.

Jimin había estado muy serio desde que salimos del salón, me pregunto qué estará pensando.

—Seguro mi novio es igual de popular que yo.

Jimin soltó una risa leve. Entramos al comedor. Nos miraron unos segundos y después nos ignoraron.

Nos sentamos en una mesa alejados y comenzamos a comer. Al parecer no es popular.

—Debemos arreglar algunos asuntos del restaurante, aún no hemos calculado los impuestos y necesitamos hacerlo en esta semana —mencionó Jimin. No estoy seguro si antes era contador, pero mencionó una vez que trabajaba en una oficina casi todo el día. No le gusta hablar de eso.

—Te pagaré el doble si me ayudas con eso.

—Lo iba hacer aunque no me pagaras, pero acepto —dijo con una enorme sonrisa. Lindo, lindo, no deja de enamorarme.

Podría besarlo, pero me dijo que no saben sobre su orientación sexual y no creo que quiera mostrar su amor por mí aquí.

—¿Quién es tu amigo? —preguntó una profesora, muy guapa la verdad.

—Él es Taehyung, es un chef.

—¡Encantada! —se sentó junto a nosotros—. ¿Qué clase de platillos preparas?

—En la escuela me enseñaron de todo, pero mi fuerte son los platos fuertes. Actualmente tengo un pequeño restaurante —no desaprovecharé esta oportunidad, saqué una tarjeta de mi local sorprendiendo a Jimin, seguro no se imaginaba que traería estas tarjetas conmigo—. Hago cafés, pero también tengo platillos.

Ella siguió hablando, sentí distante a mi bebé, incluso intenté meterlo a la conversación, pero siempre es dejado de lado. Odio cuando esto pasa. Jimin decidió seguir comiendo.

No sé si estaba molesto, casi no conozco sus celos.

Me dio su número y se fue a sentar a otra mesa. No la voy a agendar, pero Jimin pareció sentirlo muchísimo.

—Te amo —le dije. Él sólo me sonrió—. ¿Estás celoso?

—Un poco —confesó y yo solté una carcajada.

—Tan lindo que eres. Si llegamos a casa temprano, voy a mostrarte de mil maneras que te amo.

Tragó saliva y sonrió.

—Pero si Jungkook llega tendríamos que parar.

—Será rápido, demasiado rápido —lo vi ponerse rojo y después me miró avergonzado.

—Sí quiero —recargó su cabeza en mi hombro—, pero no quisiera incomodar a mi hijo.

—Será cuando desees —apreté su nariz y eso hizo que me mirara con ceño.