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Ha pasado tiempo, pero a veces me despierto con miedo o incluso llorando.

Me mantengo fuerte por mi papá, antes él estaba muy ocupado, casi no estaba en casa. Después de la tragedia, dejó de trabajar en la oficina y comenzó a trabajar en una escuela por las mañanas.

Mi padre Jimin adora a los niños. Trabaja en una primaria. Él es un hombre muy amoroso o al menos es bueno fingiendo que todo está bien.

Pero no lo está. No hemos estado bien en años.

Lo escucho llorar en las noches y lamentarse por todo. Veo que hay correos sobre el pago atrasado de la casa, el estrés que debe sentir me preocupa.

Las cosas parecen que han empeorado económicamente. Quisiera ayudar, pero no puedo salir a trabajar. Tengo problemas para socializar y a veces me dan ataques de pánico. Somos un desastre.

—Lo he estado pensando —dijo mientras comía de su plato—. Iré a buscar un segundo empleo.

—¿Me vas a dejar solo? —pregunté sorprendido, él me sonrió y asintió.

—Lo vas a lograr. Eres fuerte y muy valiente —me miró con una cálida sonrisa—. Me dijo mi psiquiatra que lo tomes como un reto.

Me da miedo quedarme solo, pero viendo la situación debo enfrentarlo.

—¿Ya tienes pensado dónde?

—No, hoy voy a salir a buscar. Posiblemente busque un horario en la tarde casi noche.

O sea que me quedaría solo en la noche. Fruncí ligeramente el ceño.

—Si ese es el caso, deja tu trabajo y consigue otro. No puedes dejarme solo —suspiró. Sé que dejarme solo no le importa. Se ha intentado suicidar más veces que yo.

—No puedo, con ese seguro pago tu terapia y mi psiquiatra.

Si tan solo pudiera dejar de sentirme así. Me levanté de la silla.

—Jungkook… ven y hablemos —me extendió la mano. Cuando no trae su suéter puedo ver todas las marcas de las veces que se ha cortado y me molesta ver que varias son recientes. Sus ojos se humedecieron y yo mejor me fui a mi cuarto.

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»Jimin«

Mi corazón está acelerado. Cerré la casa bien. Antes de irme, me despedí de mi hijo dándole un beso en la frente. Él sólo me miró con ceño y me di cuenta que estaba en una videollamada con su mejor amiga, Jin. Él estará bien, no debo preocuparme.

Mis manos me sudaban. No tengo auto, pero creo que vi un lugar de comida cerca que acababa de abrir. Podrían estar buscando personal.

Caminé un poco y sin darme cuenta ya había oscurecido. Mi corazón se aceleró demasiado. Los callejones no tenían luz y esta calle estaba completamente sola.

Tengo miedo.

Distraje mi mente en algún recuerdo. Jungkook era pequeñito y yo estaba con él. Habíamos conseguido una casa, estábamos felices. Él jugaba con sus juguetes, mientras yo buscaba empleo en el periódico. Sonreí al recordar que su primera palabra fue 'papá'. Siempre fue un bebé muy alegre. Mi sonrisa se borró al retroceder dos años. Mis ojos se inundaron de lágrimas, pero me limpié rápido al ver el local que vi en la mañana.

Estaba solo, pasé y de la parte de atrás salió un hombre peinado con su frente descubierta. Mi corazón se aceleró al ver que me miraba.

Claro, había entrado a su local, tenía que verme. Me senté justo delante de él, hacía calor adentro. Me iba a quitar el abrigo, pero recordé que era mala idea. Tomé un menú. Habían platillos caros, también café y por la parte de atrás era lo del bar. Podría llevarle a Jungkook algo como un café.

Purple [VMin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora