Purple [VMin]

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»Taehyung«

Jungkook salió de su terapia, me tocó recogerlo solo porque Jimin está en su terapia también.

Namjoon me llamó para que fuera con él. Nunca me habla de lo que le dice Jungkook, pero suele aconsejarme con algunas cosas sobre él.

—Jungkook ha mejorado —dijo bastante sorprendido. Eso es bueno—. Puede que después de tres o dos sesiones más ya no necesite verlo tan seguido.

Estoy orgulloso, en serio, me he esforzado mucho para no incomodarlo, esta noticia ha sido la mejor que me han dado. En cuanto Jimin lo sepa se pondrá muy feliz.

—Esa es una muy buena noticia —dije—. Jungkook se ha esforzado tanto, lo llevaré a comer para celebrar.

—Lamento haberte dicho que te separaras de ellos, es sólo que temía que Jungkook pensara que tenías otras intenciones y retrocedieramos. Jungkook necesitaba un cambio.

—Está bien —respondí—. Tampoco puedes leer el futuro.

Conversamos sobre Jimin. Namjoon mencionó algo sobre que intentara no estar tan encima de él y que no lo molestara tanto, pero que por obvias razones tampoco lo descuidara. Es curioso. Nosotros no nos hemos peleado, somos una familia muy feliz.

Salí del consultorio y me subí al auto donde Jungkook estaba sentado en el asiento del copiloto buscando alguna canción buena en la radio.

—Mi papá está tardando bastante, en estos días ha sido así —mencionó. En realidad, me gustaría saber qué sucede allá adentro. Jimin nunca menciona su terapia o sobre cómo se siente después de ella.

—Debe estar en el baño —dije. Jungkook encontró una buena canción y comenzó a mover la cabeza al ritmo de la música.

—Es verdad —dijo—. Hoy fue una persona para hablarnos de las drogas.

Le sonreí. Está intentando hacer plática conmigo.

—Conozco sobre ellas.

Jungkook me miró sorprendido.

—¿Puedes contarme?

Asentí.

—Bueno, sólo he probado la marihuana, esa droga te relaja, en mi caso, me daba mucha hambre también. En el crucero tenía compañeros que llevaban cocaína y cuando bajábamos nos juntábamos y hacíamos una fiesta —me detuve al ver su rostro muy sorprendido—, pero claro que yo no inhalé nada —reí—. Es ilegal y es muy fuerte para mí, esa no la quise probar porque es muy dañina. Existen muchas más drogas. Que podría nombrarte y seguramente habrán más en el futuro, pero personalmente, no te recomiendo probarlas, antes de consumir algo debes saber qué es y qué hace.

—Entiendo —respondió. Esperemos que sí.

—¿Qué hay de Jin?, ¿ya le dijiste que te gusta?

Jungkook me miró sorprendido y negó con la cabeza.

—No puedo —dijo apenado—. Me da miedo que ya no quiera ser mi amiga.

—No creo que Jin sea así, es tu mejor amiga. Te ha cuidado y querido desde siempre.

—No sé si arriesgarme.

—Te diré algo. Díselo sin esperar que corresponda o que te conteste con algo. El amor es tan natural y no es nada malo. Cuando ella se sienta triste, recordará que alguien gusta de ella y que puede apoyarse en esa persona. No está mal querer, al contrario, es lo más lindo que podrías hacer.

—Lo voy a pensar… —dijo Jungkook convenciendose—. ¿Cómo le dijiste a mi papá?

—Le hice un pastel y recuerdo que nos íbamos a besar, pero no lo hicimos y después le dije que me gustaba y al final sí nos besamos —¿acaso querrá hacerle como yo? Esto ni siquiera lo había planeado—, bueno, pero si tú sólo se lo dices está perfecto así.

—Le hice una carta diciendo lo linda que es y lo mucho que me gusta —sus mejillas se volvieron rositas.

Jimin llegó y le abrió la puerta a Jungkook.

—Este es mi lugar —Jungkook se quejó, pero igual se pasó a la parte de atrás—. ¿De qué hablaban? —preguntó ya dentro del auto.

—Drogas, Taehyung es un drogadicto —dijo Jungkook. Jimin me miró un poco molesto y yo me reí.

—Hablábamos del amor —cambié el tema—. Jungkook no sabe si decirle a Jin —olvidó por completo lo de las drogas y se centró en el tema de Jin.

—Díselo o se lo diré yo —dijo Jimin y se abrochó el cinturón—. Vamos a comer algo. Estoy hambriento.

Jungkook ya no dijo nada, se quedó pensando, supongo que sabía que su papá hablaba en serio.

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Miren esa hermosa persona que viene directo hacia mí después de llegar a la casa. ¿Me llenará de besos el rostro? ¿O me hará suspirar una vez más por sus cálidas caricias?

—Estás loco —dijo con ceño—. Jungkook es un niño, no puedes decirle que eres un drogadicto.

—La marihuana no es mala —me excusé, quizás sí hablé de más, pero me había emocionado.

—Sólo no le digas eso —dijo comenzando a buscar algo en la cocina. Ni siquiera sabe qué está buscando. Hace corajes solo y me mira molesto.

—¿Ahora qué?

—Si serás el padre de Jungkook quiero que él esté bien. No lo quiero ver en alguna calle con una jeringa en el brazo.

Bufé y rodé los ojos.

—Tampoco le di drogas.

Jimin se cruzó de brazos y negó con la cabeza yéndose a la sala.

La hora de la comida fue silenciosa y en la noche compartimos cama, nos sentíamos algo distantes.

Me acerqué a él y le piqué una costilla. Él se giró para verme sin alguna expresión.

—No le di drogas.

—Lo sé, sólo quiero lo mejor para mi hijo.

—También lo quiero, por eso es bueno conversar para que aprenda sobre lo bueno y malo —dije. Él asintió y me pidió dormir abrazados. Esta fue nuestra primera pelea viviendo juntos. Debo admitir que me dio miedo que pensara en terminar.

—Tae… —su voz era tranquila—. Buenas noches.

—Buenas noches.

Ni tan buenas noches, nos despertamos porque el amor de mi vida tuvo una pesadilla.

Suda demasiado cuando tiene pesadillas. Se quedó mirando el techo mientras yo le traía un vaso con agua.

—¿Por qué no puedo olvidar? —preguntó con su voz triste—. Estoy cansado, ya no quiero seguir así —sus lágrimas se deslizaron por su rostro.

—Está bien, lo estás haciendo bien —dije acariciando su nariz.

—Tae… no quiero hacerte daño.

—No pienses en eso, no me siento dañado y estoy más feliz que en toda mi vida, ¿tú no?

—Sí lo estoy. Es sólo que me da miedo que un día esto se acabe.

—No sucederá, créeme, me quedaré contigo por el resto de nuestras vidas.

Jimin sonrió y asintió con la cabeza.

—¿Me das un besito?

—Sí —me acerqué a su rostro y lo besé—. Intenta descansar, me quedaré despierto hasta que te escuche roncar.

Se rio y se acomodó de nuevo para poder dormir.

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A esta tambn le quedan pocos capítulos. Gracias por leer.