Purple [VMin]

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»Jimin«

Jungkook me despertó, últimamente tengo el sueño más pesado, creo que es parte de las pastillas.

Bajé a preparar el desayuno de Jungkook y mientras él desayuna yo me baño. No me arreglo demasiado por lo que diez minutos son suficientes para estar listo.

Miro mi cama destendida y decido dejarla así otro día más.

Al salir cierro todo con llave y nos vamos juntos en el transporte público. Tenemos una vida rutinaria, eso hace que empeoren las cosas conmigo.

Jungkook está atento a su alrededor. Es un lindo niño, sé que de cierta forma se preocupa por mí. Aunque suele mostrarse serio, él está mirando feo a un hombre que se nos quedó mirando en cuanto nos subimos.

Oh Jungkook, no todos los hombres quieren hacerme daño y a ti tampoco.

-¿Cómo está Jin? -he preguntado para que pensara en algo más.

-Bien, la aceptaron en el grupo del coro.

-Qué bueno y ¿tú cómo estás?

-¿Yo? -siempre cuando se trata de él no sabe qué decirme-. Bien.

-Qué bien, mi amor -le peiné su cabello y pude saber lo que me decía con la mirada; No me toques.

Desde hace tiempo me había pedido unas acuarelas, Jungkook es un gran artista para tener sólo trece años, le quería comprar unas, pero en la tienda las únicas que habían estaban muy caras y también necesita una libreta especial para eso.

Ahora con este nuevo trabajo puedo darme algún lujo, aunque primero debo arreglar mis deudas.

Nos bajamos en la misma parada, él estudia en la escuela de enfrente. Nos despedimos y él se fue. Me quedé a ver que entrara a la escuela y cuando cruzó la puerta yo me fui a dar clases.

»Jungkook«

Me molesta sentirme observado. ¿Por qué me miran? ¿Cómo saben de mí? Risas, gritos, puedo escuchar todo y es tan irritante...

-Jungkook -alcé la vista y me encontré con los ojos de Seokjin-. ¿Estás buscando dinero? ¿O por qué miras al suelo? -me mostró una enorme sonrisa que me hizo tranquilizar. Tomó mi brazo y caminó junto a mí. Estar con Jin hacía que más gente nos viera-. Así que tu papá consiguió un empleo.

-Sí -respondí, es extraño que le paguen el mismo día que vaya a trabajar.

-¿Ocurre algo? -preguntó y yo negué con la cabeza. Ella asintió-. Es bueno que tu padre salga, estar todo el tiempo en su casa debe ser difícil.

Lo es, incluso para mí. Odio esa casa.

Llegamos al salón, nos sentamos hasta atrás.

-Estaba en minecraft y encontré un lugar donde hay diamantes -dijo con ojos brillantes-. Cuando salgamos te lo muestro.

-Hoy no podré, iré al psicólogo y mi padre al psiquiatra. Además tengo algo que hacer después.

-Bueno, eso explica las ojeras -sonrió-. ¿Es algún dibujo?

-Sí, intento aprender un poco más.

Llegó el profesor y comenzó dando su clase. Me sentía mareado y sudoroso a causa de los nervios, casi no le presté atención. Estaba pidiendo participación yo estaba escondido, pero me señaló y me pidió pasar.

Esto es muy difícil. Puedo escuchar el latido de mi corazón, con dificultad arrastro mis pies hasta el pizarrón y observo el problema matemático.