El concepto «esposo» provoca de modo inmediato un efecto muy poco excitante. La mayoría de los hombres son cazadores por naturaleza y, con el matrimonio, esa caza se termina. Algunos jóvenes prefieren el aburrido papel del esposo devoto, pero nunca he sido capaz de comprender por qué. ¿Quién quiere a un simple marido cuando puede tener un amante ardiente en su lugar? Cuando se cierra la puerta del dormitorio deben abandonarse las cortapisas de la educación. Recordad que no es necesario ser una meretriz para actuar como tal de vez en cuando.
Del capítulo titulado
«Con un poco de lujuria llegaréis muy lejos»
El nivel del vino de la licorera había bajado de forma significativa y sus voces debían de haber aumentado algunos decibelios, pero ese era el tipo de compañía que más complacía a Hyunjin, que se recostó en la butaca con una copa entre los dedos y una sonrisa genuina en los labios.
—Es agradable tenerte de nuevo en casa. Me alegro de que vinieras aquí primero.
Hyunjin y su hermano Felix estaban cómodamente sentados, sin corbata y con las chaquetas tiradas en medio del mobiliario desordenado de un soltero, en la estancia que Hyunjin consideraba su estudio. Era un batiburrillo de antigüedades del Viejo Mundo, algunas piezas procedentes de Oriente, y un ecléctico conjunto de mesas lacadas y viejas estanterías de roble, muy agradable para la vista, al menos para la de Hyunjin. No era ningún secreto que él rechazaba las formalidades siempre que podía.
Felix, un año mayor, a la sazón el primero en la línea de sucesión al ducado de Racha, y tan poco interesado en ese papel como el propio Hyunjin, sonrió. Era el más reposado de los tres hermanos. Tenía un tono de piel más clara y la misma constitución física, pero sus ojos no eran castaños, sino negros. Diplomático por naturaleza, estaba muy capacitado para la misión que desempeñaba en el gobierno. Su porte discreto no expresaba ni la autoridad natural de Christopher, ni esa actitud más despreocupada de Hyunjin ante la vida.
—Te aseguro que es agradable estar de vuelta. Pasé por la casa de Christopher, pero ni él ni su esposo estaban en casa.
—Les invitan a todas partes, a todas horas.
—Me lo imagino. —Felix se arrellanó y contempló su copa con satisfacción. —Al menos tú estabas en casa... cosa que me sorprende un poco.
—Al contrario de lo que la gente cree, a mí me gusta pasar una noche a solas de vez en cuando. Y estoy encantado de haberme quedado hoy en casa ya que has venido. ¿Cuánto hace que no pisabas suelo coreano? ¿Más de un año?
—Lord Shin es un patrón despiadado a veces.
Hyunijn levantó una ceja.
—Seguro que sí.
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ᒪᕮᑕᑕIOᑎᕮS ᗪᕮ SᕮᗪᑌᑕᑕIÓᑎ ( 𝐵𝑎𝑛𝑔ℎ𝑖𝑛𝑜)
AléatoireNingun joven de verdad debería tomar clases de un cortesano... Lee Minho, el nuevo esposo de Christopher Bang, quinto duque de la dinastía Racha, es la encarnación del novio perfecto. ¿Qué diría entonces la sociedad si lo vieran con una copia de Los...