Para la mujer que más ame

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Una melodía invadía su mente.... las imágenes de aquella figura frente a un majestuoso pianos de cola Steinway, la facilidad con la que tocaba aquel instrumento era simplemente hermoso. 

La forma en como de un segundo a otro, las melodías iban desde una relajante a una en que las emociones se desbordaban a tal grado que incluso el mismo pianista o incluso los espectadores, no podían contener tal emoción al escuchar tal hermosas pi...

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La forma en como de un segundo a otro, las melodías iban desde una relajante a una en que las emociones se desbordaban a tal grado que incluso el mismo pianista o incluso los espectadores, no podían contener tal emoción al escuchar tal hermosas piezas musicales.

Sus manos se movían a tal velocidad que era casi imposible percibirlas a simple vista; con que maestría tocaba semejante instrumento sin siquiera equivocarse o titubear al momento de hacer una excelente interpretación, la enorme capacidad de seguir cada acorde, cada arpegio cada movimiento en que deben ir cada nota sin siquiera equivocarse o de ver siquiera la partitura para seguir interpretando las melodías; misma que al final, eran ovacionadas por el público, pues no era de esperarse que al final de cada interpretación, la multitud aclamara tal actuación tan impecable.

Dos obras que eran muy bien conocidas en la tierra y que ahora eran conocidas también fuera de esta, Beethoven – Claro de Luna 3er Movimiento (Sonata No.14 "Moonlight" 3rd Movement) y una última pieza, la favorita de este interprete, una pieza de Frederic chopin Fantasie impromptu op 66.

En tera con prime, la música de ese tipo era un privilegio que pocos podían conocer, pues si bien, era un lujo que se podían dar los altos mandos que trabajaban para el señor comandante, también era cierto que solo podían escucharla solamente cuando este se los permitía, pues el señor comandante disfrutaba de escuchar ese tipo de melodía y cada tanto tiempo ordenaba que interpretaran piezas musicales para él.

Hace años, cuando él aún seguía siendo la mano derecha de aquel tirano, había sido encomendado en una misión de búsqueda, pues había oído por fuentes externas, de que existía una intérprete de origen glamoriana, cuya habilidad para el piano era sumamente extraordinaria; a simple vista, aquella misión le parecía bastante "ridícula" pues nunca pensó que el señor comandante, fuese la clase de persona (?) A la que le gustara ese tipo de música, por lo que al llegar a planeta Glamoria, grabo todas y cada una de sus interpretaciones y enviárselas a su superior y comprobar por sí mismo lo que se decía de ella.

Aquel ventrexiano, no daba crédito a lo que sus oídos escuchaban, pues cada melodía que era interpretada, era sublime y majestuosa; además de ser una criatura de facciones delicadas a las de un ser celestial, de vestimentas blancas con bordes dorados, al igual que los accesorios que adornaban su vestido, era simplemente hermosa; una cabellera dorada que, contrastada con su piel blanca como la nieve misma, de ojos color verde esmeralda, sus labios pintados de un tono carmín y de mejillas rosas como si de una muñeca de porcelana se tratara.

Al final de su actuación, la joven se levanta del banquillo y agradece las ovaciones que el público le hacía de pie, mientras que otras arrojaban rosas rojas al escenario. Avocato había olvidado por un momento su misión, pues luego de que todos los presentes se retiraran, recibió un mensaje del señor comandante, de que tomara a la chica y la llevase ante él.

Final Space [one short]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora