CAPÍTULO 11 "Exclava" personal II

412 34 1
                                    

YUKINO
El profesor me había llamado para revisar algunos papeles ya que hace solo unos días mis hermanos y yo habíamos ingresado.

Me encontraba caminando de regreso a la clase, cuando de pronto alguien me agarra del brazo y me arrastra con fuerza hacia una aula.

El lugar estaba oscuro así que no veía nada pero luego se prendió la luz y ví que era la sala de música. También ví que la persona que me arrastró de nada más y nada menos que "mi querido y estimado amo".

Yo: Ahora qué quieres. Si no lo has notado aún tenemos clases -lo miré seriamente-

Ayato: Me dio hambre -se lamió los labios-

Él de nuevo se encontraba encerrándome contra la pared. No entiendo qué tienen ellos con encerrar a las personas así.

Yo: Entonces búscate algo de comer. No me tienes que buscar a mí -intenté salir pero él no me dejó-

Ayato: Eso estoy haciendo -me susurró al oído- Tú eres mi comida -bajó hasta mi cuello-

Pude sentir su respiración y aliento en todo mi cuello. Esas dos cosas me pusieron nerviosa e incómoda.

Yo: No soy tu comida. Aléjate -lo empujé con todas fuerzas pero no se movió ni un milímetro-

Ayato: Eres mi sirvienta y te ordeno que me des tu sangre.

Estaba cada vez más y más cerca de mi cuello. Mi mente se tornó totalmente en blanco y cerré los ojos con fuerza.

¡NO! ¡NO QUIERO!

»Si quieres. Solo no quieres que sea él el que te muerda.«

NO ES CIERTO.

»Deja de mentirte a ti misma. Sabes que quieres que sea Subaru en vez de Ayato.«

¡¡DIJE QUE NO ES CIERTO!! ¡¡CÁLLATE DE UNA VEZ MALDITA CONCIENCIA!! ¡¡NO TE METAS EN LO QUE NO TE INCUMBE!!

»Sabes que eso es imposible.«

Cerré mis ojos con más fuerza cuando sentí el filo de sus colmillos sobre mi cuello. Sin embargo, cuando ya estaba a punto de introducirlos a mi cuello, la puerta se abre de golpe, haciendo que los dos sobresaltáramos y él se haya detenido y alejado un poco de mí.

Ayato: Tch. Cómo osas interrumpir a ore-sama con su comida.

Me giré para poder ver quién era mi supuesto "héroe".

Reiji: Ayato, ya te lo he dicho varias veces -suspira mientras se acomoda los lentes- Si vas a alimentarte que sea en otro lugar. Este lugar sirve para poder educarnos, no para estar vagando y divirtiéndonos. Ahora vete de una vez a tu aula. Aún no comienza el receso.

Ayato: Tch. Eres un aguafiestas -se aleja de mí y se va-

Reiji: Lo mismo va para ti también -me miró y luego se fue-

»De seguro esperabas que fuera él y no Reiji.«

Mierda. ¿No solo te puedes callar de una vez?

Salí de donde me encontraba, tratando de olvidar todo lo que había pasado.

Toqué la puerta de mi aula.

Profesor: Pase.

Abrí la puerta.

Yo: Siento la demora -me disculpe-

Profesor: No se preocupe. Ahora siéntese para continuar la clase -se volvió a escribir en el pizarrón-

Me dirigí a mi asiento. Me senté e intenté prestar atención. Pero por alguna razón no podía.

No podía quitar la imagen de lo que había pasado hace unos instantes. ¿En serio esperaba a otra persona? ¿Por qué? ¿A quién exactamente?

Sacudo la cabeza. No quería saber las respuestas a mis preguntas y temía saberlas. No podía sacarme conclusiones precipitadas, me conformaba con que haya detenido "eso".

»Sí como no. Ni tú te lo crees.«

Ignoré eso y seguí con lo que estaba haciendo.

----------------------------------------

No pude concentrarme ni un poco en toda la bendita clase. Además, sentía que me estaban observando pero no quería revisar quién era porque si era otra vez Subaru, no quería mirarlo siquiera a los ojos.

Nanami: Ya -se sentó a mi lado- Dime por qué estás así.

Ahora tenía que ver cómo le explicaba las cosas a Nanami. No podía decirle la verdad. Aún.

Yo: Solo... -suspiré- se ha malogrado mi celular y no encuentro forma de poder comunicarme con mis amigas.

No estaba mintiendo. En serio no puedo comunicarme.

Nanami: ¿Y si te compras otro? -preguntó-

Yo: No tengo dinero -respondí-

Nanami: ¿Tus padres?

Yo: No me quieren dar.

Nanami: ¿Teléfono de casa?

Yo: No me sé sus números.

Nanami: Entonces ¿cómo piensas contactarlas?

Yo: La verdad... no lo sé -me encogí de hombros-

Nanami: Mmm... -se quedó pensativa- ¿Qué tal si nos vamos de compras? -propuso-

Yo: ¿De compras? -la miré incrédula-

Nanami: Sí. Es para poder comprarte otro celular y de paso aprovechamos para ir de shopping -sonrió-

Yo: Pero ya te dije que no tengo dinero...

Nanami: Ah cierto. Entonces... -otra vez se quedó pensativa- busquemos trabajo -volvió a sonreír-

Yo: ¿Busquemos? -la volví a mirar incrédula-

Nanami: Es que... -miró hacia otro lado- A decir verdad yo también necesito algo de dinero -me miró- Además, es más divertido cuando estás acompañada.

Yo: Bueno, tienes algo de razón.

Nanami: Entonces... -sus ojos parecían los de un perrito triste- ¿lo harás? -preguntó-

Suspiré.

Yo: Esta bien -dije-

Me abrazó.

Nanami: Gracias. Pensé que te negarías -dijo sonriendo-

Yo: De todos modos no tengo nada más que hacer, así que no pasará nada con intentarlo.

Nanami: Okey -dijo alegre y puso más fuerza en el abrazo-

Yo: M-Me estas asfixiando -dije con esfuerzo-

Nanami: Ah lo siento -se separó de mí-

Yo: No te preocupes -dije intentando retomar mi respiración habitual-

Nanami: ¿Cuándo comenzamos?

Yo: Cuando tú quieras.

Y de ahí nos pusimos a conversar hasta que tocó el timbre y tuvimos que volver a clase.

Diabolik Lovers -Parallel World-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora