CAPÍTULO 12 ¿Me está salvando?

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YUKINO

A decir verdad la conversación que tuvimos me animó un poco, solo un poco. Tal vez algún día le cuente todo... tal vez.

Al fin había terminado la jornada escolar y estaba demasiado cansada, cosa que no solía pasarme mucho. Quería descansar de una vez.

Me dirigía a la entrada junto con Nanami. Cuando ya estábamos cerca, vemos a Ayato apoyado con una pose "sexy".

Rayos. ¿Que acaso no me dejará tranquila todo el día entero? Pensé.

Todas las chicas se morían por él y sus hermanos y de seguro todas ellas se pelearían por estar en mi lugar, aunque con gusto se lo cedería a cualquiera.

Se comenzaba a a acercar a nosotras una sonrisa en su rostro y tenía unas tremendas ganas ganas de borrársela.

Ayato: Hola -dijo aún con esa sonrisa en su estúpida cara-

Nanami se le quedó mirándolo embobada. Admito que tanto él como sus hermanos, son guapos pero como dicen por ahí "No hay que fijarse en el exterior, sino en el interior."; y tiene razón, aunque sean lindos y todo eso, sus personalidades son de unos sádicos que con gusto te torturarían por toda la eternidad.

Yo: Qué quieres -dije fríamente-

Ayato: Tú ya sabes lo que quiero -su sonrisa se amplió mas mostrando casi sus colmillos-

Por un momento me imaginé a Raito... (Y en otro lado, Raito estornuda :v)

Nanami me miró sorprendida y confundida, yo solo me dediqué a encogerme de hombros.

Yo: No sé lo que quieres y eso luego me lo dirás. Ahora si me disculpas, me voy. Chau.

Cogí el brazo de Nanami y antes de que él pudiera responderme, me fui llevando a Nanami conmigo.

Al salir, ella estaba a punto de bombardearme con preguntas pero antes de que pudiera hacerlo, le dije que le explicaría las cosas otra día. Me disculpé, subí a la limusina y me fui.

La limusina paró. Caminé para poder llegar hasta mi habitación y recostarme en la acogedora cama, bueno "caminé" tan rápido como si mi vida dependiera de ello.

Sin embargo, como siempre me tienen que detener antes de poder llegar a mi destino.

Ayato: Chichinashi -me miró molesto- ¿Cómo te atreves a ignorar a ore-sama?

Yo: Si no te has dado cuenta sí te hablé así que eso no cuenta como ignorar.

Ayato: Pero sí huiste de mí -dio un paso hacia adelante acercándose más a mí-

Yo: Tú fuiste el que llegó en mal momento. Y en primer lugar, -hice lo mismo que él y lo miré desafiante- tú nunca debiste acercarte a un lugar al cual no te han llamado.

Ayato: ¿Estás desafiando al gran ore-sama?

Su voz sonaba muy intimidante, al parecer lo estaba irritando mucho o se diría que demasiado.

Tragué saliva, respiré hondo y respondí a la pregunta sabiendo que no habría vuelta atrás.

Yo: Sí. ¿Tienes algún problema con eso?

De pronto, él me agarra de la muñeca.

Ayato: Te enseñaré qué ocurre con las personas que me desafían.

Y comenzó a jalar mi muñeca con mucha fuerza, arrastrándome hacia quién sabe dónde.

Yo: Espera -dije intentando zafarme de su agarre- Ayato, espera un rato.

Diabolik Lovers -Parallel World-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora