CAPÍTULO 10.5 El problema de Teddy

382 32 2
                                    

AKANE
Me había despertado más temprano de lo usual y con hambre; por lo tanto, me fui a la cocina a buscar algo de comer. Ahí saqué unos dulces y un pastel que mi hermana me había regalado. Ya sé que es raro comer esto cuando recién despiertas, pero se me apetecía algo dulce y no pude evitarlo.

Cuando me volteé para sentarme, de la nada se encontraba Kanato en frente mío y eso hizo que me asustara y emitiera un pequeño grito.

Yo: K-Kanato -tartamudeé- ¿N-Necesitas algo?

Éste solo se quedó callado.

El silencio entre ambos me estaba dando miedo y la verdad él me asusta un poco así que no sabía qué hacer. Pero seguí su mirada y ví que estaba mirando los dulces que tenía en las manos.

Yo: ¿Q-Quieres? -le ofrecí-

Asintió.

Yo: ¿Que tal si nos sentamos y de ahí comemos?

Volvió a asentir y los dos estábamos a punto de irnos, cuando entró mi hermana.

Yo: Yukino-nee ¿por qué traes eso puesto? -apunté a la cosa que tenía en mi cabeza-

Traía puesto unas orejitas de gato negras y eso la hacía verse más linda, pero era raro que las tuviera.

Yukino: Larga historia.

Kanato: Mira Teddy, tiene orejas de animal en la cabeza -se rió-

Ella ignoró lo que dijo, cogió algo del refrigerador y se fue. Al parecer se encuentra de mal humor.

Cuando volví de mis pensamientos, noté que Kanato ya estaba saliendo de la cocina así que me apresuré para poder alcanzarlo. Entramos al comedor y nos sentamos.

Le dí la mitad de lo que tenía y nos pusimos a comer.

No conozco nada de Kanato, bueno eso es obvio ya que solo llevo aquí un par de días, pero siempre lleva ese osito y me dio curiosidad.

Yo: Teddy es muy lindo -solté de la nada-

Me avergoncé al decir eso y estaba a punto de disculparme, pero él habló.

Kanato: Lo sè.

Yo: ¿Lo tienes desde mucho? -volví a soltar de la nada-

¿Por qué estoy diciendo cosas sin pesar? Pensé.

Kanato: Sí.

Me sorprende de que me responda. Pensé que se quedaría callado y me ignoraría. Tal vez los dulces lo hayan ablandado un poco.

Yo: Lo siento -me encogí de hombros- Se que te estoy molestando.

Kanato: No te preocupes. Igual Teddy me preocupa un poco. Creo que tiene algún problema -acarició a su osito-

Yo: ¿Qué le pasa?

Kanato: Últimamente se está volviendo más delgado -dijo con voz preocupada- Creo que está enfermo o algo.

¿Un oso de peluche enfermo? ¿Eso es posible?

Miré a Teddy con más detenimiento y ví que tenía un hilito sobresalido debajo de su brazo derecho.

Yo: Creo que ya encontré el problema -dije- ¿Me podrías prestar a Teddy por un segundo?

Él se lo pensó.

Yo: Es para poder curarlo.

Se lo volvió a pensar pero luego me lo entregó.

Lo agarré. Levanté si brazo y pude ver que tenía un pequeño hoyo y se estaba saliendo un poco el relleno.

Yo: Este es el problema -se lo mostré- Se ha estado saliendo poco a poco el relleno y por eso se ha estado volviendo más delgado.

Agarró a Teddy cuidadosamente y lo abrazó.

Kanato: Lo siento -dijo triste- Lo siento mucho, Teddy. Debí haberlo notado mucho antes.

Yo: S-Si quieres, yo te lo puedo arreglar -ofrecí-

Kanato: ¿En serio? -me miró esperanzado-

Yo: Sí. Después de todo soy buena cociendo -sonreí tímidamente-

Kanato: Gracias -sonrío-

Era la primera vez que sonreía tan amablemente. Me sonrojé.

Se veía muy lindo así y tengo que admitir que me agradaba esta parte de él.

Diabolik Lovers -Parallel World-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora