.15

2.8K 221 80
                                    

(Lean el final por favor, es una noticia muy importante)

Maratón 2/2

8:45 am

Era por fin un nuevo día, se sentía el aroma a frutos rojos gracias a que el pelinegro la había colocado en aquella habitación. Sus ojos estaban algo hinchados por haber dormido tan jodidamente agusto.

La noche anterior había sido un poco estresante y llena de adrenalina por el rescate de Sunmi, la prima de aquel asesino que había entrado en el corazón del pelinegro con mejillas regordetas y ojos de medialuna.

Se enderezó de la cama para poder beber agua, sentía su garganta algo seca, bebió del baso y al terminarla dejo este en aquella mesa de noche que estaba a un costado de su cama. Se giró en su lugar para dejar sus piernas colgando a la orilla de la cama, se puso sus pantuflas y se puso de pie para seguido de esto ir hacia el baño a tomar una ducha rápida y quitar la flojera que traía encima junto con su abrumación de la noche anterior.

Se quitó las pocas prendas que le quedaban y las tiró al suelo, abrió ambas llaves de la regadera templando el agua a su gusto, entró a la ducha sintiendo como caían gotas de agua sobre su cabello hasta sentirlas en su cuero cabelludo, segundo caían por su rostro y cuello hasta invadir todo su cuerpo dejando este demasiado húmedo.

Minutos pasaron de darse una ducha y al salir del baño con el cabello húmedo y una toalla envolviendo su cintura, soltó un suspiro, se miró al espejo del tocador y al ver la silueta de una persona pegó un brinco del susto y se volteó de inmediato tras haber tomado un cepillo para defenderse.

-Que hermosa vista-. Habló con voz ronca el asesino y sonrío ladino mirándolo de pies a cabeza.

-Ohh... Menos mal que es usted señor, me sacó un susto-. Tragó nervioso y aún un poco asustado por la aparición repentina del contrario.

-Pues menos mal fue eso, ya que te saqué un susto, ¿no sería estupendo si te saco la toalla también?-. Preguntó con una mirada de lujuria hablando casi en un susurro y sonrió poniéndose de pie para caminar cual pantera negra con pasos elegantes y temibles hacia él.

-S-Señor... Acabo de ducharme... no quisiera ensuciarme-. Dijo nervioso al ver como se acercaba y lo acorralaba en el tocador, sintiendo las manos del castaño en su cadera.

-Entonces... ¿por que no ducharnos juntos?-. Preguntó susurrando en el oído del pelinegro con una voz ronca hipnotizante y excitante.

-¿Por que mejor no bajamos a desayunar?-. Comentó el menor sonriendo logrando separarse cautelosamente del más alto.

-¿Tanta hambre tienes?, ¿por que no me comes a mi?-. Sonrió y suspiró acercándose a el de nuevo.

-Por que no suelo comer carne tan temprano-. Le sonrió nuevamente dirigiendo sus pasos hacia su armario tomando algunas prendas.

El menor comenzó a vestirse y ya listo por fin salió de la habitación. 

Joder... Es más extraño desde que quiso hablar conmigo sobre algo... Pensó el castaño exhalando y saliendo de la habitación.

>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>

Sumiso para ti. ✡[Kookmin Lemmon]✡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora