Capítulo 10

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Algo había cambiado.

Sasuke había cambiado. Era diferente y aun así él sentía lo mismo. El vuelco en el estómago, los latidos acelerados del corazón, el picor en las manos, el deseo en el cuerpo.

Su secretario parecía estar luchando por comprender lo que había presenciado.

Habían pasado una mañana tan agradable que había estado seguro de dónde irían por la noche.

Ya no esta tan seguro.

No estaba seguro de nada.

Lo llevó a la sala de estar de la suite y se quedó allí, con la chaqueta en una mano, mirándolo. Dejó a un lado la chaqueta y sintió como si le faltara el aire. ¿Estaría decepcionado tras comprobar lo mal hijo que había sido con su padre? ¿Habría perdido su admiración? ¿Su respeto?

Sintió un nudo en el estómago al pensarlo. Dio un paso al frente, hacia el doncel. El calor de su respiración furiosa le daba ganas de sentir su cuerpo, de saciarlo.

Se encontraba en un estado de deseo que no lograba comprender. Mirándolo en silencio, se desabrochó la corbata y tomó aire.

-Yo diría que ha ido bien.

Sasuke ladeó la cabeza y lo miró con odio.

-No se lo ha creído ni por un momento. Que tú y yo... -apartó la mirada, asqueado-. No se lo ha tragado.

-Que lo crea o no ya no tiene importancia.

-Querías ponerla celosa.

-Celosa -repitió él, confuso por la acusación-. ¿Es eso lo que crees?

-Sí, lo es. Y siento haberte decepcionado, Naruto.

-La miro y no siento nada; ni siquiera rabia. No quería ponerla celosa, pero tampoco quería que me hiciera insinuaciones para meterse en mi cama.

-Porque es lo que realmente deseas. De lo contrario no necesitarías que yo estuviera en medio.

Naruto lo agarró por los brazos y lo zarandeó.

-¡Escucha! -exclamó-. Sólo hay un doncel al que deseo en mi cama. Uno. Y llevo deseándolo demasiado tiempo.

-¡Entonces vete por él!

Lo empujo hacia el dormitorio.

-Oh, claro que iré por él y lo tendré justo donde quiero -lo arrastró hacia él, tiró de su vestido hacia abajo y su aroma inundó sus sentidos. Le tocó el pecho y luego se lo llevó a los labios-. Pensar en ti me vuelve loco. Quiero probarte. Quiero que me entregues tus labios, quiero sentir mi cuerpo con el tuyo. Quiero hacerte llegar al orgasmo mientras gritas mi nombre una y otra vez.

Sasuke le agarró la cabeza y gimió. Naruto podía sentir su deseo aumentando. Le agarró las muñecas con las manos y se las colocó por encima de la cabeza.

-Te quiero en mi cama, Sasuke.

-Naruto...

-No te lo rogaré, Sasuke. No volveré a preguntártelo. Te deseo... y estoy fuera de control. Tú compartes ese deseo. Me deseas tanto que tiemblas. No lo niegues.

Tenía la respiración entrecortada. El brillo desafiante murió en los ojos de Sasuke cuando él se fijó en sus labios. Naruto gimió y tiró de su cabeza para besarlo. El deseo amenazaba con consumir su mente, su cordura. Se dejó llevar por el beso, por su sabor. Su mente se aceleró, su sed por el doncel aumentó. Una y otra vez pensaba en ser tierno, pero una y otra vez la respuesta de Sasuke se intensificaba y pedía más.

Un pacto con el jefe. (NaruSasu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora