16.- 𝑨 𝑻𝑹𝑨𝑽É𝑺 𝑫𝑬 𝑳𝑨 𝑻𝑹𝑨𝑴𝑷𝑰𝑳𝑳𝑨 𝟑/𝟑

2.4K 293 85
                                    




※✥※∴※∴※✥※∴※∴※✥※∴※


Jade hubiera querido gritar, pero no podía dejar salir ningún sonido. Donde tendría que haber estado la nuca de Quirrell, había un rostro, la cara más terrible que ella hubiera visto en su vida. Era de color blanco tiza, con brillantes ojos rojos y dos hendiduras en lugar de nariz, como las serpientes.

—Harry Potter... —susurró. —¿Ves en lo que me he convertido? —dijo la cara—. Sólo sombra y quimera... Tengo forma sólo cuando puedo compartir el cuerpo de otro... Pero siempre ha habido seres deseosos de dejarme entrar en sus corazones y en sus mentes... La sangre de unicornio me ha dado fuerza en estas semanas pasadas... tú viste al leal Quirrell bebiéndola para mí en el bosque... y una vez que tenga el Elixir de la Vida seré capaz de crear un cuerpo para mí... Ahora... ¿por qué no me entregas la Piedra que tienes en el bolsillo?

—No seas tonto —se burló el rostro—. Será mejor que salves tu vida y la de ella y te unas a mí... o tendrás el mismo final que tus padres... Murieron pidiéndome misericordia...

—¡MENTIROSO! —gritó de pronto Potter.

—James... vamos a corrrer—susurraba Jade

Quirrell andaba hacia atrás, para que Voldemort pudiera mirarlo. La cara maligna sonreía.

—Qué conmovedor —dijo—. Kiara... Querida... yo sé que tú puedes ayudarme... entrega la piedra... y únete a mi... yo te ayudaré a controlar todos tus poderes... solo tienes que unirte... te ayudaré... serás la bruja más poderosa...

—Eso no me interesa

—Que tontería... Siempre he valorado la valentía... Sí, tienen mucha... muchacho, tus padres eran valientes... Maté primero a tu padre y luchó con valor... Pero tu madre no tenía que morir... ella trataba de protegerte... Ahora, dame esa Piedra, a menos que quieras que tu madre haya muerto en vano.

—¡NUNCA!

Ellos se movieron hacia la puerta en llamas, pero Voldemort gritó: ¡ATRÁPALO! y, al momento siguiente, Quirrell sujeto sus muñecas. Ellos lucharon con todas sus fuerzas, y, para su sorpresa, Quirrell los soltó.

Jade miro alrededor para ver dónde estaba Quirrell y lo vio doblado de dolor, mirándose los dedos, que se ampollaban ante sus ojos.
Los soltó porque lo lastimaba si tocaba a Potter.

—¡POTTER CORRE!

—¡ATRÁPALO! ¡Atrápalo! —rugía otra vez Voldemort, y Quirrell arremetió contra Potter, haciéndolo caer al suelo y apretándole el cuello con las manos...

—¡SUÉLTALO FENÓMENO!—le grito JJ mientras trataba de sepáralos, pero solo consiguió que la aventaran, se golpeara la cabeza y unas sogas la amarraran.

Pudo ver a Quirrell chillando desesperado.

—Maestro, no puedo sujetarlo... ¡Mis manos... mis manos!

Y Quirrell, aunque mantenía sujeto a Potter aplastándolo con las rodillas, le soltó el cuello y contempló, aterrorizado, sus manos. Vieron que estaban quemadas, en carne viva, con ampollas rojas y brillantes.

—¡Entonces mátalo, idiota, y termina de una vez! —exclamó Voldemort.

—¡JAMES TÓCALO!

Quirrell levantó una mano para lanzar un maleficio mortal, pero Potter, instintivamente, se incorporó y se aferró a la cara de Quirrell.

—¡AAAAAAH!

Quirrell se apartó, con el rostro también quemado, Potter se puso de pie de un salto, cogió a Quirrell de un brazo y lo apretó con fuerza. Quirrell gritó y trató de empujar a Potter. El dolor de cabeza de Jade por el golpe aumentaba, veía borroso, trato de atraer la piedra con Telequinesia, para que Quirrell se distrajera y fuera por ella, pero estaba muy débil podía oír los terribles gemidos de Quirrell y los aullidos de Voldemort: «¡MÁTALO! ¡MÁTALO!»,

𝑱𝑨𝑫𝑬  𝒀  𝑯𝑶𝑮𝑾𝑨𝑹𝑻𝑺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora