El Lamento De Andromeda

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La puerta se había abierto, Shun se había percatado que alguien estaba frente a su puerta,
pues la sombra que se adentraba por debajo lo delataba, creyo que podria ser alguno de
sus amigos pero no podía saber con certeza quien, aun así tampoco tenía ánimos de verlos,
disimulo un poco su tristeza aunque sus ojos permanecían rojos e hinchados, cuando abrió
la puerta se encontró con un muy serio Shiryu que reposaba sentado en el pasillo, cuando
se dio cuenta que la puerta había sido abierta su mirada se posó sobre su compañero,
especialmente en aquellos ojos verdes, tan puros que no podían ocultar sus sentimientos, al
verlos rojos, hinchados y un poco humedecidos por las lagrimas se levanto inmediatamente
y antes de que Shun pudiera decir palabra o reproche, lo tomó fuertemente entre sus brazos y lo estrechó contra sí al tiempo que lo empujaba nuevamente dentro de la habitacion, una
vez dentro cerró la puerta, todo había ocurrido demasiado rápido para Shun que ahora
estaba asustado por no saber lo que estaba sucediendo.
~¡Shiryu!, ¿Qué es lo que estás haciendo?, estoy bien, si es por lo que has
venido no debes preocuparte.
*Se que no estás bien, no deberías ocultarlo, los demas tambien estan preocupados por ti,
sienten dolor igual que tu, ellos también querian a ikki, lamentan que no esté entre nosotros
pero no saben como darte fuerza.
~Entonces tu, ¿Porque has venido?
*Solo he querido darte mi compañía, para hacerte entender que no estás solo, eres nuestro
amigo y siempre estaremos contigo, así que, deja de hacerte el fuerte, si no liberas tus
emociones ahora, despues podria debilitar tu cosmos.
Andrómeda se tranquilizó tras las palabras de Shiryu, y continuaron conversando largo rato,
Shiryu le explicaba lo que le había ocurrido durante su viaje, y Shun lo ocurrido durante la
ausencia de su amigo.
*¿Entonces crees que fue un sueño?- decía Shiryu al tiempo que Shun asentía con la
cabeza-Pero eso no es posible, debió ser una persona que se escabulló en el barco, tal vez
alguien que deseaba aniquilarte, Shun debes ser más cuidadoso, si algo te pasara no lo
soportaría.
Shun se avergonzó un poco por las palabras de su amigo que había sonado bastante
apasionadas, sin embargo, no había podido decirle a su amigo que en realidad alguien le
había besado, solo pudo atreverse a decir que vio una figura escabullirse dentro de su
alcoba, caminar hasta él y al darse cuenta que había sido descubierto desapareció.
~Pero aun tengo duda de quién pudo ser...tu..¿crees que pudo ser alguno de los otros?-
preguntaba esperando que su verdadero motivo no se descubriera.
*... De ser así no creo que hubiera desaparecido, aun que...Shun, ¿Realmente eso fue lo
único que ocurrió?
~ah bu..bueno-Andrómeda se sentía descubierto, sentia que devia revelarlo, pero cómo
podría hacerlo, ¿Y si eso le ganaba el repudio de Shiryu? no soportaria su desprecio, el ser
tan vulnerable y que lo viera de esa manera, titubeo y al final lo confesó esperando con todo
su corazón que su compañero no lo alejara.
*Así que eso fue lo que realmente ocurrió- dijo el Dragón con un tono bastante serio y
lúgubre en la voz causando un escalofrío en Shun quien temía lo peor.
~Shiryu ¿Estas bien?-decia esperando una respuesta que deseaba no llegara, alargó su
mano para sujetar el hombro de su compañero y antes de conseguirlo este en un
movimiento rápido golpeo la pared con tanta fuerza que dejó el puño marcado, a pesar de ello parecía que solo su brazo se había movido, el resto de su cuerpo permanecía en la
misma posición.
*Shun, esta noche me quedaré contigo y no solo eso, me quedaré contigo hasta que
regresemos, si algo así volviera a suceder quiero estar cerca para defenderte, no creo que
fueran los chicos, sigo creyendo que alguien subió mientras no nos dimos cuenta, por ese
motivo hasta no saber quien es me quedaré contigo Shun.
Andromeda podía sentir su corazón latir con fuerza como si fuese a salirse de su pecho,
podía sentir la calidez, el afecto, la seguridad y la calma que le traía la voz y presencia de
Shiryu.
Dejaron la puerta cerrada sin seguros ni llaves, cualquiera que así lo deseara podía entrar y
salir a voluntad, continuaron hablando largo rato más rememorando a Ikki, las cosas buenas
y malas, todo lo que habían vivido junto a él, y cuando el cansancio por la travesía al fin los
inundo se recostaron como hacía tiempo, durante el torneo galáctico.
Shiryu se recostó primero, ocupando el lugar que daba con la pared, Shun se recostó
después ocupando el que tenía libre acceso, conforme la noche avanzaba una corriente de
aire frío se adentro en la habitacion haciendo que su cuerpo temblara y se refugiara en el
pecho y los brazos cálidos de Shiryu, este a su vez, sintió el pequeño cuerpo de Shun
acurrucarse contra él, haciendo que despertara, al verlo temblando un poco todavía, lo
acercó más a su cuerpo, lo abrazó y dejó que tomara un poco del calor que emanaba de él,
lo miró y sintió intenso el palpitar de su corazón, era tan tierno, sabía de sobremanera que
Shun era fuerte, tanto física como su voluntad, pero que había momentos en los que podía
ser tan indefenso como un niño pequeño, lo sujeto aun mas contra si, desea cuidarlo, hacer
que esa dulce sonrisa que podía penetrar en tu corazon, jamas abandonara su rostro, no
quería volver a verlo triste, pues verlo de esa forma podría desgarrarte el corazón al grado
de poder sentir su dolor y una tristeza que podía obligarte a secundar su llanto, un ruido lo
sacó de sus pensamientos, pudo ver que alguien tal cual lo había mencionado Andrómeda
había ingresado en la habitacion, no se alarmó por supuesto, esta vez no dejaría que se
acercaran a su preciado amigo, conforme la persona avanzaba su silueta se hacia mas
clara, y cuando estuvo al borde de la cama Shiryu pudo distinguir su rostro.
*Asi que fuiste tu quien entro en la habitacion la ultima vez, me sorprende que te atrevieras
a hacerlo de nuevo, pero me temo que esta vez no dejare que toques ni uno solo de sus
cabellos- decía Shiryu mientras pasaba su cuerpo por encima del de Shun protegiéndolo
dispuesto a atacar a quien se acercase.
♦Estas equivocado, solo venia a ver como seguía Shun
*Entonces ¿quien entro a la habitacion aquella noche?
♦¿de qué hablas? ¿A qué te refieres con "aquella noche"?
*Antes de irme te encomendé que lo cuidaras en mi lugar, así como Fénix me encomendó a
mí la tarea antes de partir a su entrenamiento, alguien entra al cuarto de Shun y tu ¿Cómo
es que no pudiste estar cerca?
♦Yo... simplemente no...
*Será mejor que regreses antes de que despierte, si te ve aqui sabra que fuiste tu quien le
beso, por cierto tambien espero que evites dejar tu "Polvo de Diamante" esta vez.
Hyoga regreso a la entrada del cuarto y antes de salir por completo dijo
♦Aun que lo protejas y lo alejes de todos, no podrás detener lo que siento por él y se que tu
te sientes igual en cuanto se trata de Shun-Al terminar de hablar cruzó el umbral y regresó a
su camarote.
Shiryu sabía que Hyoga tenía razón, si le había prometido a Ikki cuidar a Shun es por que le
queria, mas que un amigo, más que un hermano, pero no quería que se enterara de sus
sentimientos, y saber que Hyoga pudo descubrirlo tan fácilmente le molestaba un poco,
pues le hacía pensar que era más que evidente el amor que le tenía.

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