Cuando se disponía a partir, Shiryu es encomendado a llevar el casco de la armadura de
sagitario para encontrar a quien es capaz de hacer una réplica de la armadura.
*Lo lamento Shun, no podré acompañarte después de todo, pero aun así, confía en Seiya y
en Hyoga, estoy seguro que ellos te serán de gran ayuda también, buena suerte en la isla.
Y lejos de las miradas de los demás caballeros, Shiryu beso tiernamente la frente de su
compañero en forma de despedida y sin decir ni una palabra más partió en su camino junto
con la armadura de pegaso, la cual había resultado dañada durante la persecución de ikki y
que también pensaba restaurar.
Andromeda no sabía cómo reaccionar ante aquello, el rubor le cubría por completo, sentía
que su corazon latia con mas fuerza de lo usual, sin embargo opto por pensar que era
debido a que su amigo partiría lejos.
Cuando Shiryu desapareció a lo lejos Shun se apresuró a subir al barco que los acercará al
Valle de la Muerte.
Una vez dentro, Seiya comentó el plan que tenía para ingresar a la isla y derrotar a Fénix
para conseguir de nuevo el resto de la armadura, pasaron varios minutos debatiendo, pues
Hyoga difería bastante de algunas partes de su plan, Shun se limitó a observarlos en
silencio; cuando terminaron de concretar el plan para recuperar la armadura cada uno partió
a su camarote, a pesar de ser un barco medianamente más pequeño de lo usual, la
fundación Graude tenía muy bien diseñados sus transportes para hacerlos lo más cómodos
posibles.
Y ya dentro de los de sus respectivas habitaciones, Seiya sin perder tiempo comenzó a
entrenar para poder estar preparado en cuanto llegase la isla mientras tanto cisne reposaba
sobre su cama mirando fijamente el techo evocando en su mente el recuerdo de su madre,
el estar en el agua le hacía recordar el barco hundido atrapado en el hielo, que aún
conservaba a su madre como si no hubiese muerto y sólo estuviese dormida, pues el
tremendo frío la conservaba como si el tiempo no hubiera pasado, poco a poco mientras
evocaba su recuerdo las lágrimas cayeron, no era de extrañarse que lo hicieran pues
realmente deseaba tenerla cerca fue entonces que unos golpecitos lo sacaron de sus
pensamientos alguien había entrado a su cuarto.
~Oh.. disculpa, creí que esta era la habitación de Seiya... oh.. tú... ¿estás bien?-Dijo
preocupado al ver las lágrimas aún rodando por sus mejillas y se acercó a él con la
intención de secarlas y brindarle su apoyo en lo que fuera que pudiese ayudarlo
♦¡¡No me toques!!- dijo Hyoga mientras apartaba su mano con brusquedad, esto causó gran
desconcierto en Shun, quién ahora sujetaba su mano con asombro.
~Yo, lo siento no debí meterme en tus asuntos - Y acto seguido salió de la habitación
caminó raudo a su habitación e incluso cesó su búsqueda de Seiya por las habitaciones al
encontrarse dentro de su cuarto cerró la puerta y se dejó caer frente a esta, a pesar de
haberse disculpado no entendía porque Hyoga se había molestado cuando sólo pretendía
ayudarle, y a su mente regreso inesperadamente el recuerdo del cálido beso que le había
dado shiryu en la frente, e inmediatamente llevó su mano a tocar aquél lugar, pudo sentir
como el rubor se volvía a apoderar de su cara, así que se levantó del suelo y se dirigió su
cama y se dispuso a dormir para olvidarse de lo ocurrido.
La mitad de la madrugada una presencia se introdujo en su habitación y se acercó a dónde
Shun yacia dormido, tal parecía tener una pesadilla pues murmuraba unas cosas
inentendibles y su llanto era constante algo realmente lo estaba haciendo sufrir en su sueño
la mano de aquella presencia se paseo por su rostro, recogiendo las lágrimas que caían y
con suma delicadeza acercó su rostro hasta que estuvieron frente a frente, le miró dormir,
lamentaba que fuera un mal sueño el que tuviera pero aún así aquello no le dé tendría para
cumplir lo que se había propuesto y fue así que poco a poco fue acercando su rostro aún
más hasta que al fin logró posar sus labios con los de él (en este momento) indefenso
andrómeda quién al sentir el frío contacto se despertó.
~eh... que...¿¡HYOGA!? - rápidamente estiró su brazo para encender la lámpara que se
encontraba al lado de su cama pero al encenderla se dio cuenta que estaba completamente
solo en la habitación.
~¿Lo habré soñado? No creo, se sentía tan real- llevó sus dedos a sus labios y sintió algo
extraño en ellos
~¿Esto es.. ¡hielo!? No hay, duda sólo el caballero de cisne es capaz de crear cristales de
hielo, pero ¿porque él me...? ¿porque dejaría algo así?
Sin tardar más tiempo andrómeda salió de su habitación y se dirigió a la de yoga tenía que
saber si realmente había sido él tenía que saber por qué lo hizo si antes se había molestado
con él, al entrar en el cuarto se dio cuenta que el caballero del cisne se encontraba
acostado en su cama tal parecía que en un profundo sueño aún así habló.
~Hyoga debo saber algo, acaso tú...- Una fuerte sacudida sorprendió a todos el barco se
había detenido habían llegado a la isla del Valle de la muerte.