Pequeña Marie

Pesadilla

Dentro del espesor de la oscuridad en la noche y en medio de un callejón se podía saber que nadie  rondaba por ahí mas que unas cuantas ratas y cucarachas, el suelo estaba lleno de papeles de basura, había algo de lodo estancado y en las paredes habían graffitis que algún vándalo pintó hace varios años.
Pero no estaba totalmente deshabitado, un alma rondaba por ahí moviendose y produciendo un ruido al caminar a pesar de ser pequeña.

Dejaba un rastro de lo que parece ser sangre, cojeaba y una de sus manos sostenía su vientre de lo que parece ser de donde proviene su sangre, de una herida.
Seguía caminando lentamente, queriendo llegar a estar lo suficientemente cerca de un lugar seguro.

Al seguir caminando un poco más encuentra un lugar donde una lámpara iluminaba el callejón. Aunque la luz parpadeaba de todas maneras era el unico lugar donde podía estar tranquila y sin que nadie estuviera cerca para que la moleste.
Dejando salir unos quejidos de dolor logra alcanzar ese punto donde la luz cubre el área, al hacerlo ella deja caer su cuerpo en la pared cerca de la lámpara.

La luz deja ver a Oriana, su cuerpo al igual que su ahora desaparecida enemiga estaba cubierto de mucha suciedad y de manchas de sangre, sobre todo en la parte de su abdomen donde un arma aún la atravezaba, la inkatana de Marie.
Pero no puede retirarla de su cuerpo, debe de mantenerla, ni siquiera debe tocarla, si lo hace es seguro que el arma la dañaría de manera definitiva y resultaría reventada, muerta.

Respiraba de manera algo pesada y estaba muy débil, pero aun así tiene un estado de tranquilidad a pesar de sus heridas lo cual es muy increíble.

Se quedó ahí durante un rato, dejando que el frío aire recorriera su cuerpo y el sonido de los grillos ambientaba la noche.
Dejando salir un leve suspiro se reincorporó y colocó sus gafas en su rostro.

"aquí la teniente Oriana, ¿alguien me recibe? Cambio"

Pareció hablarle a la nada y no recibe respuesta.

"aquí la teniente Oriana, necesesito asistencia, cambio"

Nada.

"vaya... Estúpido sistema de comunicación...".

Después de unos cuantos segundos otra voz le responde.

"¿teniente Oriana?, creímos que estabas muerta, ¿cual es tu estado?, cambio".

Oriana deja salir un suspiro dejando ver su aliento gracias a la fría temperatura.

"Pues supongo que nada mal, digo, estoy sangrando y puedo desmayarme en cualquier momento, pero nada grave... Ahora envíen a alguien para que me ayude y me envíen de vuelta maldita sea!"

"E-espera un segundo... ¿Estás herida?, ¿que hay de tu peloton?, ¿lograste acabar con la agente 2?"

"tengo varias heridas y una espada me atraviesa el estómago, mi pelotón está muerto y a menos que ella logre sobrevivir a una explosion de un radio de 20 metros....sí, está muerta".

Un silencio de 5 segundos pasaron.

"De acuerdo... Espera un segundo, ¿y el humano? ¿Lo capturaste?".

...

"No... Él escapó"

Oriana se quedó pensando, en realidad habrá escapado? Donde estará? No puede estar muy lejos. Lo piensa con su enemiga Marie, estará muerta? No está totalmente segura, después de esa explosión no recuerda haber visto su cadaver, solamente recuerda haber salido volando y después de eso despertar dentro de un arbusto, sus pensamientos se interrumpieron cuando de nuevo la misma voz contestó.