Lágrimas

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(Pov Hoseok)

Él llegó, pero desearía que no lo hubiera hecho.

–Esto está mal, Hoseok, esto debe terminar.- Yoongi tenía ojeras bajo los ojos, sus labios se veían tan secos y partidos que quería darle un beso para sanarlos.

–¿Esto?- mi garganta dolió con un fuerte tirón.

-Sabes de lo que hablo, Min Hoseok.- ¿desde cuándo no me llamas así, papá?

-Bien.- fue lo que dije.

En el silencio de la sala, mi cuerpo se movió, como un imán me pegué a su cuerpo, envolví su cintura y mi oído derecho pudo escuchar el fuerte palpitar de su corazón.

Él lo dudo un segundo antes de suspirar con pesar y abrazar mi cuerpo entre sus brazos fríos.

–Puedo olvidarme de lo demás, pero no me quites esto.-

Me miró justo en el momento en que mi rostro se levantó, las puntas de mis pies me impulsaron y alcancé sus labios con un corto beso lleno de todo el amor que solo puedo sentir por él.

Sentí como su cuerpo se tensó, imagino que quería rechazarlo, pero sé tanto como él que no puede, por más recto que quiera parecer y por mucho que quiera engañar al mundo, Min Yoongi me desea tanto o más que yo y esa es toda la verdad.

En un trato sin mucho pensar, ambos acordamos lo que sería nuestra vida de ahora en adelante.

Cuando volví a besarlo y me correspondió con tanto anhelo, sonreí y lloré, porque sabía que esto dolía en ambas partes, sabía que esto nos mataría lentamente hasta que el universo se apiade de nosotros y nos quite el último aliento de vida como una liberación.

Por mucho que quise pensar que todo iba a estar bien, sabía que nunca iba a ser así.

》–––– ♡––––《

Al día siguiente Taehyung no vino a la escuela.

No sabía que estaba solo hasta ese momento. Me preocupé como nunca cuando el portón se cerró y Kim Taehyung no estaba a mi lado, lo odié tanto, porque justo hoy lo necesitaba a mi lado, necesitaba de su dulzura y cariño para poder sobrellevar las cosas.
Y no quería ni siquiera pensar en las opciones del porqué había faltado, no necesitaba más estrés, pero permanecían en mi subconsciente como un incesante pitido de alerta.

‐Contesta, Tae, contesta.-

Y ahí estaba yo, en un cubículo de los baños de hombres, en la escuela, a la primera hora, llorando desesperado mientras la angustia me mataba por dentro y mi amigo del otro lado de la llamada no atendía el celular.

El primer campanazo se escuchó, era hora de ir a clases y yo no podía sentir mis piernas de lo entumidas que estaban debido a la mala posición.

Un grupito de chicos ingresó a los baños, con risas y obscenidades al aire.
Tapé mi boca con mi mano libre, sintiendo las lágrimas correr sobre ella, esperando que mi amigo respondiera a mi octavo llamado.

Las piernas me temblaban sin cesar, quería gritarles que se fueran y me dejaran en paz porque sus risas molestaban mi pequeño y triste mundo. Lamentablemente no soy el dueño de los baños y solo pude esperar a que se fueran.

Para el noveno llamado que realizaba el grupito se había ido, respire tranquilo, pero otro chico entró con pasos seguros al baño y se detuvo justo frente a mi puerta.

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⏰ Última actualización: May 13, 2021 ⏰

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Papá ▪Yoonseok▪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora