Final

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—. Axl, si dejaras tu cara de amargado tal vez esto sería un poco más animado. — El tono de broma que siempre utilizaba el rizado para dirigirse a su amigo parecía un poco más exagerado esa vez.

—. Slash, si quisiera cambiar esta cara, lo habría hecho desde hace media hora y lo sabes.
— Ni siquiera había una manera de negar las palabras del pelirrojo.

Se quedaron en silencio viendo como el local tenía una afluencia de personas bastante decente, habían varias personas en las mesas y otro par en la pista bailando y jugando al ritmo de las canciones que sonaban por todo el lugar a un volumen bastante alto.

—. Déjame ver si entiendo, llevan viviendo juntos tres meses, desde hace un mes han estado teniendo sexo como conejos en época de celo, han salido juntos a comer, se hacen detalles de vez en cuando, ¿Y tú todavía estás inseguro de si le gustas? — Escucharlo de la boca del moreno le hacía sentir mucho más estúpido.

En eso llegaron varios clientes a ordenar batidos, pero mientras los preparaban obviamente seguirían con su conversación porque era obvio que el mayor no le iba a dejar huir de sus interrogatorios.

—. En efecto, no entiendo porqué te confunde. — Con un encogimiento de hombros estaba intentando de restarle aunque sea un poco de interés al asunto, aunque el moreno no le iba a soltar tan fácil y de eso ya era consciente.

—. Axl, si no se lo dices tú, lo haré yo. Courtney se la pasa enviando mensajes preguntándome sobre ustedes y ya estoy harto. — Esa era otra cosa con la que lidiar, la rubia se había puesto insistente desde que se enteró que estaban viviendo juntos.

Estuvo a punto de decir algo mientras entregaba una orden y guardaba el dinero en la caja registradora cuando las puertas del lugar se abrieron logrando llamar su atención, según él con eso podría cambiar el tema pero no.

El ojizafiro tenía su cabello recién retocado, eso hacía que el fucsia se viera más brillante que hace unos pocos días, vestía una camisa negra con un logo de letras de colores, una pantalón de mezclilla acampanado, sus lentes de sol de pasta blanca e iba con sus nuevos patines que, curiosamente, le regaló el pelirrojo pero eso si que no lo sabía nadie de sus cercanos.

El menor se acercó al mostrador con una sonrisa decorando sus labios, levantó sus gafas dejando ver un poco de glitter en la zona de la cuenca de sus orbes color cielo.

—. Qué bonito te ves. — La sonrisa que se formó en los labios del colorín fue bastante tonta, mientras que al menor un rubor ganó en la carrera de reacciones involuntarias.

—. Courtney me obligó a ponerme, aunque no se ve mal, ella llegará tarde. — Sus antebrazos se apoyaron sobre el mostrador inclinándose sobre este.

—. ¿Batido de fresa con galletas de chocolate? — Una de las manos del pelirrojo fue a quitarle sus lentes de sol para jugar con estos.

—. En efecto, mi sugarboo. 

—. ¿Podrían dejar de ccoquetear en mis narices? Siento como si me gritaran que estoy soltero y es incómodo. — A los oído de los contrarios llegaron las quejas del moreno de cabellos rizados logrando sacarles un par de risitas.

—. Ya te lo traigo. — El pelirrojo se alejó del mostrador tomando una de las licuadoras que acababa de lavar su compañero y empezó a preparar el batido.

En el mostrador se quedó el de mechones teñidos observando al colorín, tenía una ligera sonrisa sobre sus belfos y eso se notaba demasiado según el moreno, nunca había visto a dos personas tan idiotas por la otra sin ser una pareja oficial.

Todo el tiempo que llevaba trabajando en aquel lugar vio llegar parejas, amistades e incluso primeras citas, había hecho bromas respecto a eso junto a su amigo pero nunca creyó que uno de sus tantos clientes se volvería el talón de Aquiles del colorín.

Cuando el ojiesmeralda regresó  le entregó el vaso con el batido al menor, éste les pagó antes de ir a sentarse a una de las sillas a esperar a su mejor amiga, había dejado el vaso sobre la mesa y miraba hacia la puerta expectante a la llegada de la rubia.

Cada que la flecha pasaba por un número se sentía como si alguien le golpeara directamente al rostro, todo el tiempo que tenía libre lo utilizaba para mirar al pelifucsia en la pista, patinaba con un aire tan alegre que le hacía ver tan vivo, estaba seguro que nadie podría tener esa esencia tan brillante.

Conforme el lugar se empezaba a vaciar, ambos trabajadores iban a limpiar las mesas y a desinfectar las sillas como era de costumbre, apagaron la rocola cuando ya sólo quedaba el teñido, éste siempre esperaba a que el pelirrojo saliera para volver juntos a la casa.

—. Nos vemos, tortolitos. — Se despidió el de mechones rizados saliendo por la puerta del almacén, según habían entendido, se iba primero porque tenía cosas en su casa que resolver. Axl agradecía haber caído enamorado del pelifucsia, no debía lidiar con niños ni con grandes discusiones por pasar el tiempo con ellos.

Fue a la pista viendo al menor aún patinando, podía estar sin música y hacer que cada golpe y roce de los patines hiciera una pequeña tonada, el ojizafiro se acercó al mayor tomando sus manos para jalarle dentro de la pista aunque no tuviera patines.

—. ¿Cuándo le vas a decir? — Cuestionó el menor dando vueltas alrededor del pelirrojo, éste sólo le observaba pasar sin moverse mucho de su lugar.

—. Cuando tú se lo digas a Courtney, lo sabe todo mundo menos ella y Saul. — Rodó los ojos soltando una risa sin gracia, no, no es que no fueran nada y tuvieran miedo de avanzar.

Estaban juntos hace prácticamente dos meses de una manera formal, el teñido fue quien tuvo el valor de hacer la bendita pregunta, como siempre, parecía que el llevaba el control de la relación aunque en otras situaciones no era así.

—. Bueno, se los diré cuando apruebesel examen de admisión a la universidad. — Cuando la voz del ojizafiro retumbó en sus oídos, una sonrisa bastante tonta empezó a formarse.

Cuando pasó frente a él le tomó por la muñeca jalandole hacia él, rodeó su cintura con uno de sus brazos y acercó sus rostros dejando un beso fugaz sobre los belfos ajenos, no podía creer como una petición y un asunto tan ajenos a él se volvieron parte de su vida cambiando su monotonía por completo.

Podía ver al menor en todas partes, en el azul del cielo, en el fucsia de las flores, en la palidez de la nieve, en el reluciente color de las perlas, en el brillo de las estrellas, en el entusiasmo, en la calidez del sol y en la luna que nunca les dejaba solos aunque no pudieran verla.

Dejó besos por todo el rostro del menor antes de sacarle de ahí, sus risas inundaron el lugar convirtiéndose en la verdadera música que necesitaba escuchar para estar relajado, aunque su simple presencia lograba ese efecto. Era hora de irse, de estar junto a otro día más, bendito sea el universo que les dejó cruzar sus caminos porque no pensaba dejar ir a la persona que le hacía sentir que estaba levitando.

˓ 🥛 ★ 𝕸𝖞 𝖑𝖔𝖛𝖊 𝖎𝖘 𝖑𝖎𝖐𝖊 𝖆 𝖗𝖔𝖈𝖐𝖊𝖙, 𝖜𝖆𝖙𝖈𝖍 𝖎𝖙 𝖇𝖑𝖆𝖘𝖙 𝖔𝖋𝖋.

𝕬𝖓𝖉 𝕴'𝖒 𝖋𝖊𝖊𝖑𝖎𝖓𝖌 𝖘𝖔 𝖊𝖑𝖊𝖈𝖙𝖗𝖎𝖈, 𝖉𝖆𝖓𝖈𝖊 𝖒𝖞 𝖆𝖘𝖘 𝖔𝖋𝖋.

𝕬𝖓𝖉 𝖊𝖛𝖊𝖓 𝖎𝖋 𝕴 𝖜𝖆𝖓𝖙𝖊𝖉 𝖙𝖔, 𝕴 𝖈𝖆𝖓'𝖙 𝖘𝖙𝖔𝖕. ﹆ׂׂ

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໒❛ 𝐋𝐄𝐕𝐈𝐓𝐀𝐓𝐈𝐍𝐆 ♡ ❫ ◗ ʚ₍ᐢ 𝙠𝙪𝙧𝙩𝙖𝙭𝙡 ᐢ₎ɞ ᵕ̈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora