𝐓𝐇𝐄 𝐊𝐈𝐒𝐒𝐈𝐍𝐆 𝐁𝐎𝐎𝐓𝐇 𝐈𝐈━━━━ marco✓

𝒊𝒊𝒊. 𝗐𝗁𝗈 𝗂𝗌 𝗆𝖺𝗋𝖼𝖾𝗅𝗈?

—Estuvo excelente, quede sorprendida — Oyó decir a Elle, mientras ella tomaba un sorbo de su jugo de naranja. — ¿Qué opinas, Maca?

—Si, el festival estuvo bien — Dijo con una pequeña sonrisa.

Elle dejó de reír, para darle un codazo a sus costados.

—Uy, aquí vamos.

Tres chicas se sentaron frente a ellos. Macarena las reconoció muy bien; Gwyneth, Mia y Olivia, las chicas OMG.

—Hay, no puede ser. ¿Cómo estás, Elle? — Empezó Mia.

La castaña, intento responder, pero la interrumpieron.

—Muchas chicas hermosas en Harvard.

Macarena bajo la cabeza, eso también iba para ella.

—Con experiencia.

—Y larga distancia, eso es difícil.

—Eso explica porque ustedes ya no publican en las redes sociales — Habló de nuevo Gwyneth.

—De hecho, Noah y yo decidimos tener bajo perfil para no sentirnos presionados. —Logró hablar Elle.

—Eso está super, los rompimientos son brutales.

—Tan brutales —Habló Olivia.

—Pero no terminamos — Intentó defenderse Elle.

—Con diferentes códigos postales, los rompimientos son casi automáticos.

—Automáticos. — De nuevo dijo Olivia.

—Disculpa. — Empezó a hablar Macarena. —¿Eres una repetidora o algo así?

Se oyó la risa de Lee, mientras las tres chicas frente a ellas la aniquilaban con la mirada.

—Macarena García. — Habló Mia. —Que gusto volver a verte, ¿Todo bien en Boston?

—Si, de hecho si — Respondió con seguridad.

—No encontramos nada de ti en redes sociales, esta mañana. ¿Algo que esconder? — Preguntó la morocha.

—De hecho, no van a encontrar nada que les interese. Pero, pronto verán la noticia, Adolescente de preparatoria asesina a tres chicas por chismosas. — Dijo enfatizando con sus manos. —¿Que tal, eh?

—Oh, bueno, ya me voy — Las tres se pudieron de pie. — Quiero ver al nuevo bombón que transfirieron.

—Lo vi en mi salón, se llama Marco. — Oh, mierda.— Y está delicioso.

—¿Quieren ir a excitarse a otra parte? Gracias — Atacó Macarena, con una sonrisa en su rostro.

—Siento lo de Flynn y tu — Comentó por último la morocha, haciendo caso omiso las palabras de la castaña, para luego irse.

...

<<Te extraño, ¿Por qué no me respondes?>>

Su vista pasaba desde la profesora, hacía su teléfono. No, no podía arriesgarse a que le quitaran el celular.

Pero..., solo una respuesta.

Agarro el objeto entre sus manos, peor cuando estaba apunto de responder.

—¡Señorita García! — Mierda — Si tanto le aburre mi clase como para agarrar su celular, le pido que se vaya a la dirección y le explique al director la razón por la cual es más importante responder un mensaje, que leer su libro.