𝒊𝒗. 𝗐𝗁𝖺𝗍 𝗂𝗌 𝗒𝗈𝗎𝗋 𝖿𝗎𝖼𝗄𝗂𝗇𝗀 𝗉𝗋𝗈𝖻𝗅𝖾𝗆?

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—Aún no entiendo porque estoy aquí — Refunfuño Macarena, sintiéndose observada por todos los chicos que se encontraban en esa mesa.

—Tu, chica linda, representas a los nuevos en está mesa. — Habló un chico de lentes que, sinceramente, la ponía incomoda.

—Si, claro. — Comentó una castaña, quién después carraspeo. —Primero tenemos a Elle Evans y a Lee Flynn.

Macarena sonrió y pasó su vista a los dos adolescentes parados.

—Hola a todos. — Empezó Elle, leyendo unos papeles que traía en su mano. —Estamos emocionados por la recaudación de este año, y la oportunidad presente, con base a las ganancias del año anterior, creemos que sería muy bueno que...

—Los que estén a favor de que el club de baile, ponga un stand de besos para la recaudación indiquen diciendo si. —Interrumpió un chico.

Todos dijeron si. Un chico de piel morena le guiño el ojo a Macarena, provocando que se incomodara.

—Los que estén en contra digan no.

—Nah

Todos vieron a Lee sin entender.

—Esperen, no, en realidad no se porque dije eso.

—Que conste en actas que el si gana, el stand de besos se aprueba. — Dijo el chico golpeando el mazo.

Empezaron a aplaudir, Macarena rió al ver como Elle botaba sus hojas.

—Bueno, ya que todo está tan acordado, lo que nos causa curiosidad es saber, a quién eligieron para el equipo de besadores está vez.

—Sin Flynn como estelar para atraer gente que pague, creo que el puesto podría no ser un éxito este año.

—Ah, es un buen punto — Balbuceó Elle.

—El año pasado será difícil de superar.

—Ah, pues...

—Es difícil.

—Es cierto. ¿Ideas?

Lee intentó hablar, pero Elle lo detuvo.

—Claro, claro, está bien, es un buen punto, es un excelente punto. Bueno, de hecho, hemos decidido mantener la lista secreta este año. Si, pero tranquilos, ya se en que están pensando muchos de ustedes, y la respuesta es sí. Si van a estar allí.

Las chicas empezaron a aplaudir.

—¿Y como estaremos seguros de eso? — Interrumpió uno de los chicos. —¿Alguien ya confirmado?

La vista de la ojiazul se posó en su amiga. Quién empezó a negar rápidamente.

—Por ejemplo — Elle volvió a tomar la palabra— Macarena va a estar allí.

Los chicos empezaron a aplaudir fuertemente.

Macarena se puso de pie.

—Elle Evans, afuera, ahora. —Dijo caminando hacía afuera, con Elle detrás de ella. —¿Cuándo se supone que confirme ser parte de eso?

—Y-yo...¡Por favor! Te necesito, Maca. Te juro que hago lo que tu quieras, pero por favor, ven al stand de besos. 

...

—Así que... — Soltó un suspiro al sentir su voz en su nuca, no tenía ganas de verlo ahora. —¿Estarás en el stand de los besos? No me parece tan buena idea.

—¿Y eso a ti en que te afecta? — Se detuvo, para que queden frente a frente. —No veo porque te tiene que importar si me beso con desconocidos o no.

—Tu...no eres de las chicas que se besen con desconocidos.

—¿A no? Me bese contigo ¿verdad? Y eres un desconocido. — Atacó con una sonrisa, se acercó a él —Y es lo único que seremos, unos desconocidos de solo una noche.

La vista del chico se poso en sus labios, y cuando estaba apunto de unirlos, ella se alejo para continuar caminando.

—¿Cuál es tu jodido problema? — Escuchó su reproche, paro en seco.

—¿Disculpa? — Preguntó atónita. ¿Quién se creía que era para hablarle así?

—En el festival eras una chica divertida, relajada, que no tenía planes. — Se acercó a ella — Pero, ahora, eres otra, te preocupas de lo que piensen los demás, andas con tu perfecto peinado y uniforme. Fingiste no conocerme, como si hubieras olvidado lo que paso entre tu y yo esa noche.

—Tu siquiera me conoces. — Contraatacó, sintiéndose nerviosa por la notable cercanía, agradecía internamente que no estuvieran en la preparatoria. —No tienes ningún tipo de derecho para hablar así de mí.

—¿Qué no te conozco? Conozco cada parte de tu cuerpo. —Empezó a oler su cabello. —Conozco el olor de tu cabello.

Trago en seco, no, no podía permitirse sentirse nerviosa. No con él.

Sintió el tacto húmedo de sus labios en su hombro, por encima de la fina tela de su camisa.

—Conozco tus puntos débiles. — El tacto paso de su hombro, hacía su cuello. — Conozco donde te gusta que te besen.

Oh, mierda, si que lo sabía.

—Puede que solo haya sido una noche, pero fue nuestra noche. — Se detuvo, frente a sus labios. —Ahora es mi turno de dejarte con las ganas.

Y, de la nada, se fue. Maldita sea.

—¡Ojala te pudras, Peña! — Gritó molesta, viendo como él se iba riendo.

No, no se permitiría esa vergüenza. No lo haría. 

𝐓𝐇𝐄 𝐊𝐈𝐒𝐒𝐈𝐍𝐆 𝐁𝐎𝐎𝐓𝐇 𝐈𝐈━━━━ marco✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora