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Era miércoles, de madrugada.

Dentro de séis horas, JungKook tendría que estar sentado en su respectivo puesto en la escuela, y aún así sus ojos estaban bien abiertos, fijos en la gran pantalla de su computadora mientras sus manos, una en el teclado y la otra en el cursor se movían igual de ágiles.

Sí, no pudo conciliar el sueño en lo absoluto y lo único que le vino a la mente fue distraerse jugando Overwatch, porque era el juego que se le hizo más interesante al momento de prender el dispositivo.

Igual, recordaba buenos tiempos con ese juego, como el que haya sido literalmente el primer juego de video en instalar cuando tuvo su computadora... O su primera paja con un vídeo de esa sexy castaña, que en realidad había sido una camgirl a la que le quedó bien el cosplay.

Era un niño en ese momento, déjenlo.

Lastimosamente, para la preciosa D.va, los orgasmos de JungKook ya estaban al cien por ciento reservados para su amor. No lo malinterpreten, ella seguiría siendo su waifu y él seguiría apreciando la belleza de su traje... Y curvas, solo que no podía verse a si mismo fantaseando con ella o masturbarse viendo un vídeo.

Bueno, él si se veía a sí mismo viendo vídeos de pornografía entre hombres en los que podría imaginarse a sí mismo con su omega, pero solo eso, no habría chicas sexys en trajes ajustados que lograran endurecerlo una vez más.

A menos que SeokJin decida vestirse como una versión masculina de ella, cosa que sobrepasaría los límites de su perversión, así que esa idea se descartaría.

Siguió divagando un rato mientras disparaba como un profesional, hasta que el cielo ya no se veía negro como hace un momento. Amaneció sentado frente a la computadora, y no fue hasta que su teléfono vibró sobre la mesa, anunciando un nuevo mensaje en su buzón que se quitó sus auriculares y cerró el juego.

Tomó su teléfono, lo desbloqueó y abrió el nuevo chat.

Número desconocido.

Buenos días, Kookie.
7:32 a. m.

Soy Jin. •ᴗ•
7:32 a. m.

Y entonces tuvo que morder su puño para no gritar como lo hacían las adolescentes al ver a su ídolo.

Jin le había escrito.

Sus manos temblaban mientras grababa el nuevo número en su teléfono y sus piernas se movían como si de un niño se tratase. Sonreía como estúpido soltando risitas silenciosas y luego se quedó quieto. No sabía qué responder.

O sea, si sabía, pero no podía escribir al menos una palabra correctamente.

Recibió otro mensaje del mismo chat.

Omega. ♡

Lamento si es demasiado temprano, responde cuando puedas.
7:37 a. m.

Sin pensarlo mucho, empezó a teclear, no importaba si no sabía qué responder, quería responderle cualquier cosa.

¡Hola!
7:37 a. m.

Buenos días para ti también, lindo.
7:38 a. m.

Él no había escrito eso enserio.

Bueno, si lo hizo.

Omega. 

Lindo tu.
7:38 a. m.

Ve a arreglarte, se te hará tarde.
7:38 a. m.

Ya estoy casi listo.
7:39 a. m.

No es tan Malo ♡ KookJin FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora