Capítulo 20

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Jacob

Es domingo y agradezco que las carreteras no estén llenas, llevo una hora a la máxima velocidad que el coche me deja, por desgracia no es mucha por ser un coche bastante antiguo.

Diez minutos después estoy a punto de llegar a la central de Alemania. Cuando llego a la puerta los médicos se tiran hacia el coche para poder sacar a Gigi lo más rápido posible y meterla dentro.

Al entrar voy hacia la sala de espera encontrándome con todos los que estuvimos en Stanton la primera vez, todos se levanta cuando me ven y esperan a que diga algo.

-¿Y bien?

-¿Qué queréis que os diga? Os podéis hacer una idea de cómo va la cosa- me dejo caer en una de las sillas echando la cabeza hacia atrás para dar un gras suspiro.

-¿Está herida?

-No, nadie nos ha tocado, tiene muy buenas técnicas para todo aun estando mala.

Sinceramente ahora no quiero hablar, solamente dormir y relajarme porque los dos estamos a salvo. Todos comprenden mi silencio porque no vuelven a hablar así que aprovecho para cerrar los ojos y dormir un poco.

Abro los ojos sin saber cuánto tiempo llevo dormido y miro a mi alrededor encontrándome con todos callados concentrados en algo menos Emily y Alison que están riendo como si estuvieran en una fiesta.

Me levanto y todas las miradas se posan en mí, paso de ellas y voy hacia la cafetería a por algo que me despierte un poco y por algo de comer, llevo sin comer desde ayer por la noche y nuestro plan era parar a comer pero no quería hacerlo con Gigi así.

-¿Ya te cae bien Gigi?- pregunta Paul sentándose frente a mí, a mi lado estaba Michael y justo enfrente los gemelos <<Dean y Bruce>>

-No es desagradable- admito encogiéndome de hombros.

-Sinceramente parece que quiere matar a todo el mundo- admite Dean.

-Corrección, todo el mundo quiere matarla, ella solo se protege como lo haríamos todos en su situación.

-Ya le ha cogido cariño, ¿será otra de tus conquistas de estas vacaciones?- pregunta Michael subiendo y bajando las cejas.

-No, mis padres seguramente la traigan a casa cada dos días, y no me gustaría que pasara algo malo y tuviera esa agonía todos los días.

-O a lo mejor tienes un nuevo miembro en la familia, piénsalo, tu madre la adora y casi le da un ataque cuando tu padre le ha dicho que estaba tan mal, quizás en vez de tenerla cada dos días la tienes las 24 horas.

-Además solo faltan dos semanas para navidad, me extrañaría que la mandaran ahora a su casa después de haber hecho todo esto por ella.

-¿Qué pretendéis? ¿Qué me alegre o que me deprima?

-Venga ya, es maja, puede que al principio no mucho pero después sí- me anima Paul. De los cinco fue el primero en conocerla. 

-Lo sé, he sido yo el que ha pasado cinco días seguidos con ella.

-¿Y qué tal?- pregunta Bruce robándome un trozo de tostada. 

-Bien, es maja.

-Jacob me encantan tus descripciones- ruedo los ojos y sigo comiendo sin hacer caso a su sarcasmo.

-Bien, hagámoslo de nuevo. Jacob, ¿Qué tal te han ido estos días con Gigi?

-Bien- todos bufan. –No hay otra palabra para explicarlo; es muy maja, divertida y la persona más atrevida, decidida y segura de sí misma que he visto nunca.

-Huy, ¿seguro que no te quieres enrollar con ella? Tal y como la describes te falta pedirle que se vaya a vivir contigo.

-¿Para qué? Igualmente lo va a hacer- le hecho una mala mirada a Michael y él me devuelve una sonrisa falsa.

-Chicos, hay noticias de Gigi- dice Lily entrando a la cafetería junto con Phoebe. Los cinco nos ponemos en pie y volvemos a la sala donde están todos junto con el médico.

Una vez que nos ve a todos empieza a hablar.

-La señorita Meyer padece un tipo de enfermedad donde su cerebro crea demasiadas toxinas mortales, le hemos hecho pruebas y nos hemos percatado de que hace bastante que su cuerpo las estaba expulsando, tal vez un mes más o menos, han tardado demasiado en traerla- la última frase sonó más a un regaño que otra cosa.

-¿Cómo es que su cerebro empezó hace un mes y no antes?- pregunto. No me parece simple coincidencia.

-Ese tipo de toxinas las expulsa el cerebro cuando es sometido a muchos voltios de tensión, existían maquinas para ese tipo de torturas pero ya no las fabrican y además son ilegales.

-¿Quiere decir que todavía hay una maquina funcionando?- pregunta esta vez Lily. 

-Es posible, ese tipo de maquinas producen la cantidad suficiente para que provoque eso y no la muerte inminente, tiene que haber algún sitio donde haya estado este último mes donde la hayan sometido a ese tipo de torturas porque, al igual que el cerebro le ha estado proporcionando fiebre muy alta y dolores de cabeza, tenía dos costillas rotas y hematomas graves, signo de tortura.

-¿Pero ahora se encuentra estable?- pregunta Alice en un tono casi inaudible.

-Por ahora no sabemos lo que pasará con ella, hace años que no se da ningún caso como el suyo y no sabemos cómo proceder ante esto. Por ahora está dormida y creo que tardará un par de días en despertar, lo único que les puedo decir es que ha sido bastante fuerte aguantando todo el dolor que eso conlleva- le dieron las gracias y salió por la puerta.

Todos nos quedamos callados, mirándonos entre todos como si supiéramos que no sería un fin de año tranquilo.

(...)

Llevamos aquí dos horas y no nos han dejado entrar a ver a Gigi, mi madre está que se tira de los pelos, mi padre a su lado intentándola calmar al igual que sus amigas, los chicos y yo al igual que las chicas estamos callados cada uno pensando en sus cosas, y por suerte hace como una hora Emily y Alison se fueron hacia el hotel. Mejor, no soportaba verlas hablar como si estuvieran en un restaurante.

Media hora más tarde nos han dejado entrar a ver a Gigi pero por turnos, decido quedarme el último y así no tener tanta presión y cuando por fin llega Paul me levanto y camino hacia la habitación.

En la puerta dos de los hombres de mi padre la protegen y al entrar lo único que veo es su cuerpo acostado boca arriba con los brazos rectos a sus costados, el color se le ha ido y a dado paso a un color blanco como la leche, tiene puesto oxigeno y una intravenosa con suero. Me acerco despacio hasta quedar justo a su lado y la observo en silencio, parece como si estuviera a punto de morir y, en cierta forma, lo está, no saben si eso se curará o si finalmente morirá y sinceramente no me gustaría que sufriera si al final muere, claramente es su decisión y con lo terca que es seguro que prefiere seguir viva aunque el dolor la mate.

Le quito el pelo de la cara y lo paso tras su oreja, está respirando mejor y eso me tranquiliza. Solo quedan dos semanas para navidad y me parece que mi madre este año no está para celebraciones. Lo bueno de navidad es que viene mi hermano a pasarlas aquí, lo malo, que seguramente esta vez las pasemos en el hospital. 

En el punto de miraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora