Capítulo 1

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Odio que la gente sea tan malvada, hay gente que mata a sangre fría, y después no hay rastro de culpa o tristeza de pensar en toda esa gente que deja con el vacío, he vivido en carne propia el que maten a la gente que amas y créeme que no es tan genial como en las películas, en la vida real no viene nadie a cambiarte la vida y darte una mejor haciendo que olvides lo malo, en la realidad tienes que enfrentar a los demonios que te atormentan sin nadie a quien acudir ni nadie que te haga la vida tan maravillosa, o por lo menos a mi eso no me ha pasado ni me pasará. 

Me presento, soy Virginia, pero todos me llaman Gigi así que prefiero el segundo y esta es mi triste historia la cual está llena de desastres, dolor y rencor. 

Nací en Rusia igual toda mi familia por parte de padre y su familia era mitad Rusa mitad Polaca, mi madre era de Italia al igual que toda su parte de la familia, si, un lío, pero ¿que esperas? mi familia siempre ha sido un caos, igual la quiero y los echo de menos. 

Seguramente ahora mismo estaréis un poco perdidos así que os aclaro un poco...

Cuando era pequeña nos mudamos a Londres a una casa en las montañas de un pueblo pequeño, teníamos que coger el coche una media hora para poder llegar a la tienda más cercana,al igual varios de mis tíos vivían allí pero en el centro. Desde muy pequeña mis dos hermanos mayores me han protegido mucho sobre todo porque ellos eran mis únicos amigos y como siempre me he acomplejado de mí en general, mis ojos eran de diferente color -aunque ya han cambiado-  y la gente siempre me miraba raro y eso hizo que la gente no se acercara ya que para ellos era la "niña rara" ellos me ayudaban a no sentirme tan desplazada de la sociedad -al igual no duraría mucho en ella- 

Cuando tenía dos años nació mi hermano pequeño -sí, soy la única chica además de mi madre- todo era felicidad en mi casa, mis hermanos y yo nos llevábamos bien pero como todos los hermanos terminábamos peleando por tonterías, pero no tardábamos más de media hora en perdonarnos, bueno, no nos perdonábamos solamente empezábamos a hablarnos como personas normales.

Pero todo lo bueno tienen su fin, y mi historia no será diferente.

Ahora mismo me encuentro en mi casa por culpa de la tormenta de nieve que se avecina, igualmente voy a salir porque estoy acostumbrada, pero estar en casa con la chimenea tampoco es un mal plan... Aunque siempre termino saliendo a dar una vuelta por el bosque, es lo bueno de vivir apartada de la sociedad, la gente no suele llegar a esta parte del bosque ya que dicen que es "peligrosa" yo no le veo nada de peligroso salvo por los lobos que se pasean por aquí...

Podría comprar una casa más cerca del pueblo pero me gusta estar sola, igualmente si me mudara allí no tendría a nadie con quien hacer cosas ya que el mote de "niña rara" para mi pesar sigue existiendo, bajo cuando necesito algo de comida o demás, pero para las demás cosas me quedo y las hago yo y nadie del pueblo sabe realmente lo que paso ellos siguen creyendo que mi familia me "abandonó" -tanto no se equivocan, pero no me abandonaron de la manera que ellos creen- y nunca les discuto porque por muy fuerte que aparente ser, ese tema siempre seguirá doliendo por mucho que diga que lo tengo más que superado.

Y estaréis pensando ¿y si no vives más cerca de la gente como sabes que no les caerás bien? créanme cuando digo que todos los niños de mi edad me odian, ya que vivo sola y muy apartada, además de que los policías del pueblo me dejaron que me sacara el carnet de conducir mucho antes de lo permitido y por si no fuera poco el cotilleo de que soy abandonada y el de que por pena me dejaron hacer eso, me da igual si fue por pena o no pero por lo menos no me muero de frío o de calor cada que quiero bajar al pueblo por algo urgente y como no estoy más que por lo necesario no tengo que aguantarlos mucho, así que, que digan lo que les dé la gana que a mí me importan tres pimientos.

En el punto de miraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora