Capítulo 16: Conquistando al Rey

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¡Listo! Ya quedó ¿ves? — Dijo alegremente Hinata terminando de poner una vendita adhesiva encima de la marca que había quedado en su hombro por la mordida de Kageyama.

El pelinegro no dijo ni una palabra solo tenía la mirada baja y se veía algo apagado.

¡Kageyama!, ¡No hice esto para que te sintieras peor de lo que ya estabas! — exclamó el anaranjado, dándole un golpe en la cabeza al pelinegro para que reaccionara e inflando sus mejillas en señal de puchero continuó diciendo —¡No pienses en nada innecesario!
¿Cómo quieres que no lo haga? — expresó el azabache con un rostro de preocupación —Antes solo vivías rechazándome porque decías que no te gustaban los hombres, que era asqueroso y nunca saldrías conmigo. ¿Crees que es fácil olvidarlo?
Además ¿Qué pasaría si me vuelvo un novio tóxico y te lastimo aún más que ahora? Probablemente tú te arrepentirías de estar conmigo y me dejarías.
Estoy consciente de que fui un completo estúpido al decirte todas esas cosas así que probablemente yo también tengo la culpa de que te hayas vuelto un poco inseguro y por eso quiero ayudarte, y no lo hago por compasión si no porque estoy completamente enamorado de ti y me importas mucho, me quedaré a tu lado pase lo que pase así que solo confía en mí, dame esa oportunidad.

Algo reconfortado Kageyama respondió: —Lo haré...
Ahora ven aquí y abraza a tu lindo novio — dijo el pequeño extendiendo sus brazos.
Te amo Hinata— susurró el pelinegro mientras apretaba gentilmente el cuerpo de su amado.
Lo sé — le respondió Hinata acariciando el cabello de su novio.

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Después de eso, las cosas volvieron a ser normales entre ambos, o al menos eso pensaba Hinata hasta que comenzó a ser más consciente de las parejas que caminaban a su alrededor cada vez que regresaban a casa después de la práctica del club por la tarde. Siempre tenían que pasar por un pequeño parque y a esa hora, junto con el atardecer, se notaba que era el ambiente preferido por varias parejas de amantes para pasear o hacer algo romántico.

» Comparándonos con todas esa parejas ¿No es demasiado normal nuestra relación cómo para ser novios? Parecemos más bien amigos con derechos que novios. ¡No quiero eso! « pensó el pelinaranja. Volteando a ver a Kageyama, quien camina con un rostro muy serio como de costumbre, le dijo haciendo puchero:
Eres muy frío Kageyama.
¿A que viene eso? — respondió el azabache algo desconcertado.
Es solo que no me tomas de la mano o haces algo romántico por mí a comparación de todas estas parejas de alrededor.
Es porque eres un chico, nosotros no necesitamos esas cosas. Además no te compares, ya que sabes perfectamente que no puedes usar los encantos que tiene una chica, por ejemplo ellas tienen cabello largo, pueden usar falda, pueden fingir que son frágiles para que su novio las ayude cargando cosas pesadas y otras cosas para tener atarantados a los hombres.

Mientras Kageyama seguía hablando de ese modo y recalcándole los puntos que Hinata no tenía por ser un chico y no una chica, él podía sentir como muchas espadas atravesaban su cuerpo, era el peso de la cruda verdad.

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