quince

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—Entonces, ¿cuál es tu definición de discreto, Zhan?

—¿Por qué lo dices, Zhuo Cheng?

—Bueno... —observó el gran abrigo con diseño de leopardo del contrario, además de su boina roja y sus lentes oscuros. —Por nada, Zhan. —dijo sarcástico.

—Bien. Yibo dijo que irían a la tienda de videojuegos, vamos. —guió a su amigo a dicho lugar.

—Yibo no hará nada raro con Wenhan, estás exagerando.

—Él mismo dijo que sería una cita.

—No lo será, de todas formas, ¿por qué te interesa tanto como para seguirlos?

—Uh... Sólo... Vine aquí por una malteada y quería asegurarme de que Yibo estuviera bien vestido. —dijo con su rostro pegado a la vitrina de la tienda, viendo a los dos chicos hablar.

Le costaba muchísimo aceptar sus sentimientos por el pelinegro, esos sentimientos que lo atormentaban desde hace tanto tiempo, que desde pequeño sabe que sentía cosas tan lindas cuando Yibo curaba las heridas de sus rodillas cada vez que se caía mientras éste intentaba enseñarle a andar en patineta, y luego lo llevaba de la mano por un helado al lado del parque.

—Ajá, ¿y por qué me trajiste?

—Duh, sería raro ver a alguien espiando a otra persona solo. Digo, asegurándose de que venga bien vestido. —las personas dentro de la tienda observaban con una ceja alzada al chico que restregaba su mejilla en la vitrina. —Cállate, estás llamando la atención.

—No jodas, Zhan, tú-

—¡Aquí viene! ¡Corre! —tomó la muñeca de su amigo y corrió lejos de la tienda.

—¿Qué están haciendo? —dijo Zhan ocultando su rostro con una revista al revés.

—Comiendo, Zhan, justo igual que hace una hora. —Zhuo Cheng bajó la revista lentamente, dejándola debajo de sus ojos,

—Están riendo mucho. —tuvo nuevamente esa sensación en el pecho.

—Eres un paranoico. Mira Zhan, soy tu amigo y por eso te ayudo, pero creo que te estás saliendo del límite.

—¡Nos están viendo! ¡Escóndete! —volvió a ocultar su rostro con la revista.

—Nos están viendo desde que llegamos, Zhan. ¿Sabes qué? Ya me voy. Y por último, no sé qué tipo de relación tengas con Yibo, pero no está mal que él salga con otras personas, ni siquiera es una cita lo que tiene con Wenhan. No está bien el seguirlos para vigilarlos. —quitó su "disfraz" que consistía en unos lentes oscuros y un cubrebocas negro, dejándolos en el regazo del castaño.

—¡No te vayas! ¡Zhuo Cheng! ¡Tu disfraz, nos reconocerán! —Zhuo Cheng rodó los ojos antes de dejar a Zhan solo. Observó a su amigo alejarse antes de desaparecer de su campo de visión, suspiró y regresó su mirada a Yibo frente a él. Un pequeño grito escapó de sus labios.

Y cuando estaba a punto de levantarse, una malteada de fresa fue dejada frente a él.

—Sé que venías por una de estas.

—¿C-cómo...?

—Te vi aquí solo y pensé que no vendrías solo al centro comercial a menos que fuera por una malteada de fresa, así que decidí traerte una.. —se sentó al lado del castaño, mientras este lo veía sin expresión alguna. Rió un poco y acomodó la boina roja que Zhan llevaba puesta. —Te queda muy linda.

Inmediatamente, Zhan se sonrojó y apartó la mirada, sintiendo demasiadas cosas a la vez. Entre vergüenza, enojo y las mariposas en el estómago. Decidió tomar un poco de la malteada que le había traído el pelinegro. 

—No era una cita, Wenhan y yo sólo somos amigos. —dijo Yibo mirando hacia la mesa.

Zhan lo miró a los ojos de nuevo, sintiendo rápidamente la satisfacción calmar un poco su acelerado corazón.

—Zhan-ge, ¿te gusto? —la pregunta enmudeció al mayor, quien sólo miraba los orbes contrarios sin saber precisamente que contestar. Quería hablar, pero las palabras no salían de su boca. Zhan suspiró, y se dio la vuelta para irse, pero nuevamente una mano sostuvo su muñeca.

—Yibo, yo- —Zhan abrazó por el cuello al menor, y aplastó torpemente sus labios sobre los contrarios. Yibo no tuvo tiempo de corresponder, apenas estaba asimilándolo cuando Zhan se separó. Soltó el cuello de Yibo para abrazar su torso y esconder su cara en donde antes estaban sus brazos.

—Eso no fue una respuesta. —Yibo reclamó, con las mejillas ligeramente teñidas de rosa al haber sido tomado por sorpresa.

—Te quiero mucho, Yibo. Por favor no me hagas decir lo otro, no aquí.

blush ✦ yizhanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora