dieciséis

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Yibo se encontraba sentado en el suelo de la azotea de la institución con Zhan sentado sobre su regazo, a la hora del receso.

Comían los bollitos rellenos de chocolate que el padre de Yibo había preparado, ambos sumidos en un cómodo silencio. El castaño tenía la mirada un poco perdida, mientras que Yibo sólo miraba lo lindo que se veía con las mejillas abultadas.

Hasta que notó un pequeño detalle, justo en la comisura de sus labios había un rastro de chocolate.

Estuvo a punto de decirle, pero lo pensó un poco y creyó que sería más divertido quitarle ese chocolate de la manera más cursi posible.

Con un beso.

Además, Yibo quería; necesitaba besar los esponjosos labios rosados de Zhan.

Sonrió y se acercó al castaño, que seguía algo distraído. Y cuando estuvo lo suficientemente cerca de sus labios, una mano se interpuso entre ellos.

—No. —habló Zhan cuando Yibo se acercó para intentar besarlo.

El pelinegro abultó los labios, confundido. Se volvió a acercar al castaño, pero éste volvió a apartarse girando su rostro, haciendo que los labios contrarios besaran toda su cara.

—¿Por qué no? —preguntó con un puchero en sus labios.

—Estoy molesto contigo. —frunció su naricita tiernamente y sollozó falsamente. Yibo suspiró enamorado.

—¿Por qué, bebé? —Zhan sólo pudo ignorar las mariposas que revoloteaban en su estómago por el apodo.

—"¿Pir quí ni intintir cin ilguiin mís?" —repitió las palabras que le había dicho Yibo días antes con un tono burlesco, para después fruncir el ceño. Tan sólo recordarlo le hacía enfadar.

—Zhan-ge... No lo dije enserio. —aclaró un poco preocupado, sabía que se le había pasado la mano con sus palabras. Ahora estaba genuinamente arrepentido de haber dicho esas cosas, claro que no deseaba tener citas con otras personas que no fueran su Zhan-ge.

Acarició la cintura contraria, causando estremecimientos en el mayor. Volvió a intentar besar los labios de Zhan, pero éste pegó un bollito a sus labios.

—Besa el bollito, idiota. —Yibo comió, divertido.

—Zhan-ge, cariño, no era enserio. Lo siento... —bajó la mirada como un cachorrito regañado y suspiró, sin saber muy bien que hacer para remediarlo.

—No me gustó que hayas dicho eso... Creía que ya no me ibas a querer. —admitió el castaño con un tono carmín en sus pómulos. —Sé que... Sé que yo tampoco he sido muy claro, pero... Dijiste cosas como si... Como si dejara que cualquier persona me besara...

Yibo le miró nuevamente, consternado. Definitivamente él no pretendía insinuar eso, sólo había hablado sin pensar y no tomó en cuenta los sentimientos de Zhan. Quiso hablar, pero el mayor le interrumpió.

—Es decir... Obvio que tú eres especial para mí. Y no me refiero a especial como lo es un amigo...

Y esa simple oración bastó para dejar a Yibo sin palabras.

—Para mí... Tú eres más que eso...

El pelinegro se quedó mudo por un momento, antes de dejar escapar una pequeña sonrisa de pura felicidad.

—Zhan-ge... Lamento haber dicho esas cosas, no era mi intención hacerte sentir mal. Pero... ¿Sabes algo? Definitivamente no tendría citas con nadie más, por el simple hecho de que no pienso rendirme tan fácilmente contigo. —se acercó de nuevo a Zhan, tomándolo suavemente de la mejilla para que lo viera a los ojos. —Escúchame, no voy a rendirme tan fácilmente, Xiao Zhan. Mucho menos cuando me dejas besarte y me dices que me quieres.

—Ugh, olvida eso. —Zhan rodó los ojos y sus mejillas rápidamente se tornaron de un color rojo intenso, para después dejar escapar una risita nerviosa.

—Y mucho menos porque puedo hacer que te sonrojes así. —tomó el mentón del mayor y besó sus labios suavemente, con su otra mano tomaba la cintura de éste.

Zhan correspondía tímidamente cayendo un poco más por Yibo.

—Tenías chocolate ahí. —dijo Yibo riendo, segundos después de separarse.

Zhan sonrió embelesado, y se acercó a dejar un beso corto en los labios del contrario.

—Estás rojito, Zhan-ge. —mencionó Yibo divertido y el castaño rodó los ojos para luego abrazarle.

blush ✦ yizhanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora