Camila Darcy (Camren)

Capítulo 4

– Por favor – pidió Camila en un susurró, casi inaudible, como si supiera la cantidad de voz exacta que debía usar para no hacer ruido.

– ¿Por qué? – preguntó Lauren de igual manera. Camila sólo negó con su cabeza.

– Se supone... – respiró hondo, estaba nerviosa pero no quería que Lauren se diera cuenta – se supone que debo estar trabajando.

– ¿Amor? – preguntó Jacob un poco insistente tocando la puerta. Él no entraría sin recibir respuesta, era un hombre educado a los ojos de los compañeros de trabajo de su esposa.

Lauren vio los ojos de Camila Darcy, y aunque no había expresión en ellos, la forma en la que se cristalizaron le hicieron entender que estaba asustada, muy asustada.

– ¿Dónde me escondo? – preguntó en un suspiro, aunque no quería hacerlo, no le buscaría otro problema a Camila por su culpa.

– Allá – señaló una puerta donde estaba una pequeña habitación donde guardaba cosas para sus pequeños pacientes. Lauren se dirigió allí y suspirando abrió la puerta para seguido a eso encerrarse, no podía decirle que no – adelante – dijo Camila con voz titubeante pero firme cuando Lauren por fin se escondió.

– ¿Por qué no contestabas? – preguntó de inmediato Jacob Darcy al abrir la puerta, entrando al consultorio para cerrar muy bien la puerta tras él.

– Estaba ocupada, ya sabes, estoy trabajando – suspiró encogiéndose de hombros mientras veía cómo Jacob recorría su vista por su consultorio.

– ¿Ocupada para mí? – preguntó conectando de inmediato sus ojos con los de ella.

– No tengo tiempo para esto ahora, Jake – respondió suavemente – mi próximo paciente llegará en cualquier momento y no quiero que, ya sabes, vea algo que tú no quieres que vea – Jacob la miró mientras asentía.

– Tienes razón, discúlpame – suspiró – es solo que, tardaste mucho. ¿No estarás omitiendo algo? – Camila suspiró pesadamente, sin hacer un mínimo ruido.

– ¿Qué podría ocultarte yo, Jacob? – preguntó encogiéndose de hombros – siempre soy honesta contigo, sin embargo, también siempre termino diciéndote lo que quieres escuchar.

– Eres mi esposa – respondió metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón, como si quisiera retener algo en ellos.

– Lo soy. Soy Camila Darcy – asintió – tengo tu apellido – susurró algo cansada. Jacob la miró y llegó a sentirse un poco mal, de nuevo.

– Lo sé – suspiró acercándose lentamente a ella – lo sé, lo sé – Camila detalló cada movimiento, como ya acostumbraba hacerlo – y tú sabes que te amo demasiado y que todo lo que he hecho ha sido por y para ti, amor – dijo agachándose para quedar a su altura frente a ella – absolutamente todo – susurró acariciando la mejilla de su esposa. Camila apartó suavemente su rostro al sentir un ligero dolor en donde Jacob había colocado sus dedos. El maquillaje logró cubrir ese moretón, pero no logró quitarle el dolor que aun sentía.

– Lo sé – asintió suavemente – supongo que así ha sido.

– Pero no lo digas así – rió – no lo digas así, Camila – dijo un poco más serio.

– No, no – susurró Camila negando con su cabeza – yo no, no quise...

– Detente – pidió Jacob alzando su mano para indicarle que hiciera silencio. Camila al ver eso cerró fuertemente sus ojos y su boca – eres muy inteligente, y por eso sabes que no me gusta que tartamudees – Camila sólo asintió sin abrir sus ojos.